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La Ciudad de Buenos Aires, los porteños y las urnas: un trío (amoroso)

04 noviembre de 2013

(Columna de Facundo Cruz, politólogo, docente de la UBA, secretario de redacción de POSTData y editor de leviatanasueldo.blogspot.com)

Sólo tres partidos se repartieron las trece bancas de diputados y sólo seis de veinticuatro accedieron a la Legislatura

"Barrio(s) de tango, luna y misterio”, no sólo es un homenaje del 2x4 a lo propiamente porteño. También es una señal: cómo tenemos que ver a la ciudad de Buenos Aires. Inunda misterio. Pero tenemos certeza de algo: cuando vemos las elecciones y cómo vota su electorado, el distrito sigue dando elementos de análisis. Y muchísimo para escribir. Las elecciones legislativas celebradas del 27 de octubre no fueron la excepción (ni la regla, ojo).

El desafío propuesto: analizar los resultados electorales desde dos miradas. Por un lado, la de los actores políticos: cómo se comportaron, qué estrategias siguieron y qué resultados obtuvieron. Por otro lado, la de los electores porteños: cómo votaron. Vamos.

LA (SOBRE)OFERTA ELECTORAL

Como es común en el distrito capital, los partidos políticos y las alianzas electorales tienen fuertes incentivos para competir por los cargos legislativos en juego. La ciudad de Buenos Aires es el segundo distrito del país con mayor cantidad de bancas legislativas nacionales que pone en juego cada dos años (12 o 13 dependiendo del año de la elección). Además, cuenta con una de las legislaturas locales más numerosas, compuesta por un total de 60 legisladores que se renuevan, también, cada dos años (30 por turno). Simple proporción matemática: a mayor cantidad de bancas, mayor cantidad de “interesados”.

Gráfico N° 1. Número Efectivo de Partidos para categorías Jefe de Gobierno, Diputados porteños, Diputados y Senadores Nacionales en la CABA (1996-2013).

El distrito siempre ha tenido un alto nivel de competencia política. Mientras que la mayoría de las provincias argentinas tiende a mantener un Número Efectivo de Partidos (NEP) (1) cercano al 2 o 2,5, la Ciudad supera desde hace más de una década los 4 partidos, incluso acercándose a los valores iguales o superiores a 5 en algunas elecciones. Si bien la adopción de las PASO en 2009 produjo cierto efecto reductor en el número de competidores, los valores siguen siendo altos en términos comparativos.

La adopción de las PASO se ha sentido en el distrito con mayor fuerza en estas elecciones legislativas. Los requisitos legales que establece la legislación electoral nacional generaron los incentivos para un desdoblamiento en las estrategias electorales de los distintos actores locales. Quienes cumplieron los requisitos nacionales, compitieron en agosto por superar el 1,5% de votos mínimos necesarios para participar de las elecciones legislativas generales y nacionales. En cambio, aquellos que no lo hicieron y decidieron privilegiar la elección legislativa local, se lanzaron a la arena recién el domingo pasado.

Este “desdoblamiento estratégico” ayuda a explicar por qué los porteños se encontraron con 6 listas que cubrieron todas las categorías en juego (senadores nacionales, diputados nacionales y legisladores locales), mientras que otras 18 llamaban a cortar boleta (una de ellas, Alternativa Popular, era una colectora del FpV). Otra práctica común entre los actores políticos locales. ¡Sorpresa! Si bien la oferta es amplia y competitiva para diputados nacionales y legisladores locales, solamente 3 alianzas electorales ingresaron a la Cámara de Diputados y 6 lo hicieron a la Legislatura porteña (3 de las cuales llamaron al corte).

Tabla N° 1. Cantidad de bancas distribuidas según porcentaje de votos obtenidos por cada partido político/alianza electoral. Elecciones legislativas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2013.

Partido / Alianza electoral

Senadores nacionales

Diputados nacionales

Legisladores locales

PRO

2

5

12

UNEN

1

5

8

FPV

3

6

Confianza Pública

2

FIT

1

Alternativa Popular

1

CORTE DE BOLETA

Ahora bien, ¿qué hicieron los electores porteños? Si las opciones están, entonces se puede combinar. Y eso podemos medirlo. Utilizando un cálculo que ayuda a medir la cantidad de votos que se transfieren de una lista a otra, y valiéndonos de los datos aportados por el escrutinio provisorio, encontramos que fue mayor el corte de boleta que se dio entre las categorías de diputados nacionales y legisladores locales, y entre éstos y senadores nacionales. El corte se hizo mayormente desde la punta de la boleta hasta su tercer tramo y entre éste y el del medio, pero no fue tan alto entre las dos primeras categorías.

En números claros podemos apreciar mejor este fenómeno: el corte de boleta fue el doble a la hora de elegir a sus legisladores locales, en comparación con la elección de los legisladores nacionales (diputados y senadores). Esto, como bien dijimos, por dos motivos. Primero, por la sobreoferta “local” de partidos políticos: la elección del 27 ofreció una variedad de opciones bastante amplia para combinar. Desde opciones de izquierda nuevas (Alternativa Popular, Camino Popular, Sumar Izquierda Democrática y Aluvión Ciudadano) hasta más conocidas (Autodeterminación y Libertad, FIT, Nueva Izquierda y Movimiento al Socialismo) y otras innovadoras y atrevidas (Confianza Pública, Liberal Libertario y Partido de la Red). No faltaron los “clásicos porteños” de siempre y de todo el espectro ideológico (Demócrata Cristiano, Federal, Popular de la Reconstrucción y El Movimiento).

Tabla N° 2. Corte de boleta entre categorías senadores nacionales, diputados nacionales y legisladores locales. Elecciones legislativas Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2013.

Año / Cargo

Diferencia de votos entre categorías/2

% sobre votos positivos

Senadores nacionales - Diputados nacionales

123.178

6,36%

Diputados nacionales - Legisladores locales

256.078

13,24%

Senadores nacionales - Legisladores locales

272.977

14,09%

Promedio general entre categorías

217.411

11,23%

Segundo, y es esto lo más atrevido tal vez, porque los electores porteños disfrutan de ese trío amoroso propio que han construido en estos años. Por eso es que ha sido una práctica recurrente en la política porteña la aparición de figuras mediáticas, con agendas públicas moderadas y atractivas, con escasa construcción orgánica partidaria, pero que logran que el mensaje llegue y se instale.

Se combinan los factores. Los candidatos se instalan satisfactoriamente en el distrito, las reglas se lo permiten, el mensaje llega (y llega bien), y los porteños responden. Por eso no deberíamos asombrarnos que el distrito continúe siendo refugio local o transitorio para fuerzas políticas que desean llegar hasta la General Paz, o bien prefieren competir, ganar y dar el salto nacional. Mientras el trío se los permita.

(1) El Número Efectivo de Partidos (NEP) calcula la cantidad de partidos que son “verdaderamente” competitivos tomando en cuenta el porcentaje de votos que obtiene cada uno en una elección determinada y en un distrito particular. El índice arroja un valor que no es necesariamente es un número entero, cuyo resultado es la ponderación de cada partido político a partir de los votos que obtiene.

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