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Massa juega “distinto”

10 diciembre de 2014

A diferencia de Macri y Scioli, no tiene un cargo ejecutivo para usar como trampolín a la Presidencia. Su plan es marcar una agenda alternativa a la del Gobierno Nacional.

Sergio Massa está en carrera. Se ve como presidente pero sabe que no cuenta con una gestión ejecutiva de magnitud como son las de Mauricio Macri y Daniel Scioli. Para suplir esa carencia, intentará robarle al kirchnerismo la potestad de marcar la agenda con un vasto despliegue publicitario. Tras la incorporación del afamado publicista Ramiro Agulla, lanzó su primer spot televisivo de cara a las próximas elecciones y dio a conocer la palabra clave de su futura campaña. “Distinto”. Esa es la imagen que quiere dar.

“Distinto porque Tigre es distinto, porque bajó la inseguridad, porque hay cámaras, porque es un lugar que funciona. Pero también porque Massa es un dirigente distinto: se animó a romper con el Gobierno y enfrentarlo, es como la gente, un tipo común, de barrio”, argumenta confiado un integrante del equipo de comunicación del Frente Renovador. En las próximas semanas saldrá el segundo spot con el mismo leitmotiv, también centrado en la renovación de Tigre. “La idea es mostrar que si se pudo hacer esa gestión en Tigre se puede hacer a nivel Argentina”, es el mensaje. Luego, irán sumando datos duros y propuestas concretas sobre su plan de gobierno para Argentina.

Pero al interior del massismo ya piensan en el futuro. Ahora debaten cuando conviene sacar a la luz un material enfocado en la figura y personalidad de Massa, que ya tienen grabado y editado. Dónde nació, dónde estudió y cómo conoció a su esposa son algunos de las preguntas que responderá el tigrense para mostrar su lado más humano. Sin embargo, más allá de la estrategia publicitaria, que coordinan celosamente Claudio Ambrosini y Santiago García Vázquez, la idea de Massa es mantener el dinamismo y la iniciativa política de los mejores momentos de este último año desde su triunfo en las legislativas 2013.

La pregunta que desvela al equipo massista es cómo repetir el fenómeno de su oposición a la reforma del Código Penal y al impuesto a las Ganancias el año pasado. En aquella exitosa experiencia, recuerdan, la oposición se encolumnó detrás de Massa, la gente lo respaldó y el kirchnerismo debió dar marcha atrás en sus posiciones tomadas respecto a ambos temas. Eso es lo que quiere replicar Massa hasta octubre.

COMO LOGRARLO

Para eso, tiene una consigna clara: “Pensar como la gente”. Y los problemas de la gente, según entienden en el Frente Renovador, son dos: la inseguridad y la economía de bolsillo. Massa no asiste mucho al Congreso, pero en sus apariciones mediáticas mantendrá el tema de la inseguridad como uno de sus ejes a la hora de declarar. Además, seguirá sumando iniciativas como la presentación de una alternativa propia a la reforma del Código Procesal Penal junto a familiares de víctimas de la inseguridad. Esa es otra de las tácticas que tiene Massa: para evitar el efecto De Narváez de perder trascendencia desde su banca, responde a cada iniciativa del oficialismo con una propia, señalando errores y posicionándose como una alternativa real con capacidad de gestión y de pensar las cuestiones de agenda.

Como señala Luciano Elizalde, co-autor de Comunicación gubernamental 360 junto a Mario Riorda, “la campaña de Massa es mucho más guerrillera que la de Scioli y Macri. El Frente Renovador utiliza un equilibrio entre capitalizar los errores del adversario y proponer de modo proactivo su proyecto nacional. Cada movimiento en falso del adversario es capitalizado para tener notoriedad y poder exponer sus propuestas de cambio”.

A su vez, en cuanto a lo económico, el foco estará puesto en proponer métodos para contener el impacto de la inflación, el impuesto a las Ganancias y la presión tributaria sobre la economía doméstica de los votantes. Miguel Peirano, Ricardo Delgado, Martín Redrado, Aldo Pignanelli, Roberto Lavagna, figuras del equipo económico del FR, son y serán los ejes para oponer a los problemas económicos actuales la experiencia y el buen funcionamiento del “primer kirchnerismo”, que algunos de ellos integraron.

Otra de las consignas que se autoimponen en el Frente Renovador es evitar posicionamientos en contra de los logros sociales de la última década, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), la estatización de las AFJP, la movilidad jubilatoria y los convenios colectivos de trabajo. Estas medidas, de alto impacto en la población más vulnerable y de menores recursos, aún mantienen un elevado nivel de aprobación. El voto de estos sectores suele ir hacia la conservación de las conquistas y geográficamente se encuentra muy presente en el conurbano bonaerense, que concentra el para nada despreciable 25% del padrón electoral. Por eso, la mejor estrategia de campaña será garantizar la continuidad de dichas políticas, entienden en torno a Massa. En 2013, esa estrategia funcionó.

CONTRA MACRI Y SCIOLI

Aun sin pasar por un cargo ejecutivo de relevancia, como sus rivales camino a la Presidencia, Massa se juega el todo por el todo en 2015. Su estrategia no es mostrarse como una opción más. El líder del FR quiere ser visto como la alternativa al kirchnerismo llegado el caso de que alguien (él, según sus planes) deba pelear la Presidencia con el candidato oficialista en un eventual balotaje. Aunque desde el Frente Renovador apuntan sus críticas contra el Gobierno Nacional, intentan ser un intermedio entre el FpV y el PRO.

Disputan con Macri segmentos similares del electorado y una misma ambición: ser referentes del espacio antikirchnerista. Por eso, ante experiencia limitada a lo local de los funcionarios macristas, el massismo responde con su equipo de figuras que tuvieron paso por el Estado Nacional. A la falta de candidatos competitivos del macrismo en el interior, le oponen su decisión de lograr acuerdos con la UCR y el peronismo no K. Y ante el recelo en sumar figuras de “la vieja política”, anteponen su capacidad de crear alianzas que garanticen gobernabilidad. “Distinto” es la palabra que encontraron para diferenciarse tanto del oficialismo como del PRO. Con el visto bueno de la Casa Rosada, que dejó de tenerlo como blanco de críticas, Scioli se empieza a hacer un lugar. Macri, con gestión y mostrándose como “la nueva política” logró levantar vuelo en las encuestas. Massa, en cambio, buscará revertir en los próximos meses su estancamiento actual.

En el último año, su principal desafío era evitar que el capital político logrado en las últimas elecciones se desgastara como resultado de su alejamiento de su cargo ejecutivo en Tigre. Con altibajos, lo logró. Por eso, dentro del Frente Renovador se reconfortan: “Lo peor ya pasó”.

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