Las primarias salteñas, primeras en el cronograma de gobernaciones, serán un test electoral previo a las generales, en un contexto reñido entre ambos candidatos.
Polarización, frentismo, encuestas cruzadas y electorados contrapuestos. Todo eso tiene la antesala de las primarias abiertas de Salta, las primeras para el cargo de gobernador en todo el país. Ninguna de las fuerzas que buscarán la gobernación tendrán competencia interna, por lo que las PASO -al igual que en otros tantos distritos del país- servirán como oportunidad para que los dos candidatos que lideran la intención de voto midan fuerzas antes de las elecciones generales. En esta provincia, el gobernador Juan Manuel Urtubey (FpV) y ex ocupante del cargo Juan Carlos Romero, apoyado tanto por Sergio Massa como por Mauricio Macri.
Según los sondeos, dos de cada tres votos serán para alguno de los dos candidatos peronistas. Las últimas mediciones de la consultora Datamática arrojan, en el interior provincial, una intención de voto del 47,7 por ciento para Urtubey y del 37,6 por ciento para Romero. En la capital provincial, que concentra el 43 por ciento del electorado provincial, la ecuación se invierte: 23,9 por ciento votaría por el gobernador si las elecciones fueran hoy y 30,2 lo haría por el líder de la oposición.
Una primera batalla electoral se dará en los departamentos del interior de la provincia, que concentran el 57 por ciento del electorado. Allí es donde el kirchnerismo es históricamente más competitivo. En 2013, en algunos distritos, entre la lista del Partido Justicialista (encabezada por Evita Isa, hija del intendente peronista de Salta que acompañará a Urtubey en la fórmula) y la del Partido de la Victoria (del oficialista Sergio Levy), el oficialismo llegó a sacarle una distancia de más de 20 puntos al candidato opositor mejor posicionado.
Sin embargo, contrario a lo que sucedió en elecciones anteriores, en estas la oposición no irá fragmentada sino en un mismo espacio (Unidos por Salta) que llevará como candidato a gobernador a Romero (Frente Popular Salteño) y como vicegobernador a Alfredo Olmedo (Salta Somos Todos), quien sí tiene presencia en varios departamentos del centro y norte de la provincia donde la figura de Romero no logra hacer pie. En la oposición apuestan a achicar el colchón de votos que el urtubeismo tiene el interior, para hacer la diferencia en la capital provincial, donde el kirchnerismo no ha tenido una buena performance electoral en la última década.
Precisamente la ciudad de Salta será el escenario de la segunda pelea entre ambos polos de la elección. En ese distrito se concentra el 43 por ciento del electorado y es uno de los pocos donde el FpV cayó al cuarto lugar en 2013, detrás del Partido Obrero, el Frente Popular Salteño y Salta Somos Todos. Para contrarrestar ese déficit en la capital provincial es que Urtubey eligió como compañero de fórmula al intendente de la ciudad de Salta, Miguel Isa.
Por su parte, dos años después del histórico triunfo en la capital que les permitió llevar a Pablo López al Congreso Nacional, la izquierda buscará replicar sus resultados llevando al diputado electo en 2013 como candidato a intendente. Como candidato a gobernador, irá el diputado provincial Claudio Del Plá. Tanto desde el romerismo como del urtubeismo señalan que al ser elecciones ejecutivas no es probable que la izquierda repita su excelente performance de 2013, aunque la última palabra no estará dicha hasta que se haya conocido el veredicto de las urnas.
Donde pierde votos la candidatura de Romero es al contabilizar la fórmula completa. Sin Olmedo, las encuestas dan al ex gobernador algunos puntos por encima del actual mandatario. Al considerar las fórmulas completas y sumar a quien ha propuesto la vuelta del servicio militar obligatorio y la castración de violadores, el binomio Romero-Olmedo cae debajo de la dupla Urtubey-Isa.
DOS FRENTES
En el espacio opositor parecería que no hay espacio para dos. Mauricio Macri y Sergio Massa se disputan el liderazgo de la oposición y sus candidatos -propios o aliados- en las provincias se disputan un lugar tanto entre sí como con el representante del kirchnerismo. Y la tendencia parecería dejar mejor parado al macrismo, más aún después del acuerdo que selló con la UCR tras la Convención Nacional del radicalismo.
Salta, en cambio, contradice la tendencia. Alfredo Olmedo pegó el salto del macrismo al massismo en 2014 y Romero se alió al tigrense como lo hicieron otros tantos peronistas disidentes del norte del país. El empresario salteño y candidato a gobernador de PRO, Juan Collado, debió bajar su candidatura a la gobernación para evitar una derrota frente al massismo. Y sin candidato del macrismo a suceder a Urtubey, el único dirigente competitivo que PRO tenía en Salta, el precandidato a intendente de la capital provincial, Guillermo Durand Cornejo, tuvo que hacerse un lugar dentro del espacio encabezado por Romero.
Otra particularidad del escenario salteño es que ante ese frente de macristas y massistas, el espacio Libres del Sur -de Humerto Tumini y Victoria Donda- decidió apoyar la reelección de Urtubey para evitar que triunfe la coalición opositora. Como sucede en muchos otros distritos, no habrá competencia interna dentro de las primarias abiertas del 12 de abril en ninguno de los siete espacios que se presentan. En este sentido, las PASO servirán principalmente para que los dos principales candidatos midan sus fuerzas de cara a las generales del 17 de mayo y no para elegir a los candidatos, como busca la ley.
Pero además, al ser las primeras elecciones (primarias) para el cargo de gobernador, probablemente sean leídas por unos y otros para anticipar el color que irá tomando el rumbo electoral. El empate técnico entre el candidato del Gobierno Nacional y el opositor, hacen impredecible el resultado, aún para los principales actores de la contienda.
