Como se esperaba, el compañero de fórmula de Daniel Scioli será un kirchnerista a ultranza. El gobernador bonaerense anunció que le ofreció el lugar al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, uno de los asesores más cercanos de la Presidenta y un acompañante del matrimonio Kirchner desde los orígenes mismos de la pareja presidencial santacruceña.
De esta manera, se empieza a dilucidar la estrategia de Cristina Fernández de cara a las elecciones presidenciales. La Presidenta conserva su lugar como jefa indiscutida del Frente para la Victoria (FpV) y desde ese lugar condicionará con el armado de listas y fórmulas al gobernador bonaerense. Para el kirchnerismo duro es mejor estrategia mostrar que subordinaron a Scioli que ir a primarias con un candidato propio contra el gobernador y arriesgarse a lo que hubiera sido una aplastante derrota.
Más aún, cuando cada vez más en las últimas semanas el gobernador bonaerense ingresó de lleno en un proceso de kirchnerización: elogió al ministro estrella de Cristina, Axel Kicillof, y su hijo, Máximo Kirchner, centró su discurso en su lealtad al kirchnerismo y a la "continuidad del proyecto", ajustó su estilo de presentación pública al del FpV en una serie de spots lanzados en los días pasados.
Para Scioli, un vice elegido por Cristina no es molestia. Entre 2007 y 2010, convirtió sus rispideces con Alberto Balestrini en una amistad; en 2011, le pusieron a Gabriel Mariotto para que sea el "comisario político" del kirchnerismo en La Plata, pero el ex director del Afsca terminó siendo un sciolista de la primera hora.
Mientras tanto, la otrora resistida candidatura del gobernador bonaerense fue ganando cada vez más adhesiones. Si "peronismo es ganar", como dice la politóloga Victoria Murillo, Scioli tenía de su lado el mejor arma posible para posicionar su candidatura: las encuestas. Así, a medida que los consultores le endilgaban una intención de voto cada vez mayor, el ex motonauta fue siendo más aceptado al interior del FpV. El grueso de los gobernadores, intendentes y dirigentes del oficialismo se pronunciaron tarde o temprano a favor de su candidatura.
Por todo ello, Florencio Randazzo, el único precandidato que había sobrevivido al “baño de humildad”, tuvo que desistir de competir en las PASO del FpV.
El ministro del Interior y Transporte apuntaba a representar la mentada “profundización del proyecto” pedida por el núcleo duro del kirchnerismo reflejado en sectores como La Cámpora y Carta Abierta. Dos del sector más duro del kirchnerismo, el integrante de Carta Abierta Ricardo Forster y el gobernador entrerriano Sergio Urribarri, lo hicieron después del anuncio de Scioli
Con la designación de Zannini como vice, el gobernador bonaerense le agrega la cuota de continuidad que le podía faltar al binomio si la kirchnerización de Scioli no era suficiente. Si se esperaba que el vice fuera un kirchnerista a ultranza, ¿quién mejor que Zannini?
