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Elecciones 2015: balance provisional

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08 julio de 2015

(Columna del politólogo Javier Zelaznik)

Hasta ahora, los oficialismos fueron derrotados sólo en dos de las 11 provincias que tuvieron comicios: Mendoza y Tierra del Fuego. ¿Cómo viene el poroteo entre el FpV y Cambiemos?

Tras el superdomingo, solo resta el balatoje en la CABA para cerrar el ciclo electoral previo a las PASO nacionales. Durante tres meses se disputaron 17 elecciones provinciales en 12 distritos que, en conjunto, congregan 42% del electorado nacional. Entre los distritos se encuentran cuatro de las cinco provincias usualmente considerados como “grandes” (CABA, Córdoba, Mendoza y Santa Fe) y ocho de los 19 distritos “chicos”. Esas elecciones incluyen cinco primarias obligatorias, una elección interna (La Pampa), nueve elecciones generales, un balotaje (Tierra del Fuego) y una elección de legisladores provinciales (Corrientes). Ya hay ocho gobernadores electos, Corrientes renovó parcialmente su Legislatura provincial, en CABA está pendiente del balotaje entre PRO y ECO y Chaco tiene elecciones en septiembre aunque todo permite anticipar el triunfo del FpV. El balance que aquí se propone incluye 11 elecciones: las nueve generales, las PASO en Chaco y las legislativas en Corrientes.

El score de ganadores ha sido generoso por su diversidad. El FpV triunfó solo en cuatro de las 11 provincias (incluyendo Chaco, que aún debe definirse en las elecciones del 20 de septiembre), pero los triunfos opositores se dispersaron entre varias fuerzas políticas. La UCR tuvo dos victorias (la gobernación de Mendoza, y las legislativas en Corrientes, donde la UCR es Gobierno), y le siguen con un triunfo cada una el PRO (en CABA, aunque está pendiente del balotaje del 19 de julio), el Partido Socialista (Santa Fe), el PJ no kirchnerista (Córdoba), el MPN y Juntos Somos Río Negro. Pasando en limpio, cuatro triunfos kirchneristas, cinco antikirchneristas y dos neutros aunque con aperturas hacia el PJ en general.

Interpretar esos triunfos en términos estrictamente partidarios puede resultar problemático dado lo inusual de la derrota de los oficialismos locales. Hasta ahora los oficialismos fueron derrotados sólo en dos de las 11 provincias analizadas: Mendoza y Tierra del Fuego. El revés cuyano afecta el score de éxitos del FpV pero no su caudal electoral: en Mendoza el FpV obtuvo 41% de los votos, apenas por debajo del 42,5% con los que triunfó en 2011 ante una oposición fragmentada y concurrentemente con las presidenciales en que CFK fue reelecta con el 54% de los votos. La derrota fue más estrepitosa en Tierra del Fuego donde el Partido Social Patagónico, de actuación local, apenas obtuvo el 4,7% después de gobernar las provincias durante ocho años. Más allá del podio de ganadores, el balance electoral debe tomar nota del apoyo electoral de los partidos, como lo atestigua Mendoza, donde el FpV perdió con los mismos votos con que había ganado en 2011.

A la fecha, en las 11 provincias el FpV acumuló el 31,8% de los votos, casi tres puntos porcentuales por encima de lo obtenido en 2011 en un contexto más favorable a nivel nacional. Las diferencias en el apoyo electoral del FpV entre las dos elecciones se basan en la particular combinación de avances y retrocesos. El FpV tuvo ganancias electorales en cinco provincias y pérdidas en seis. Sin embargo, no hay relación directa entre avance electoral y triunfo: el FpV ganó en tres de los cinco distritos en los que tuvo retrocesos mayores al 5% (Chaco, -6,7%, aunque están pendiente las generales; La Rioja, -10,3% y Salta, -8,3), y fue derrotado en los tres distritos en que obtuvo ganancias mayores al 5% (Córdoba, 17,2%; Neuquén, 5,1% y Santa Fe, 7,6%). La mejora del caudal electoral agregado del FpV se basa en gran medida en los notables avances en dos de los distritos grandes, especialmente en Córdoba donde no había presentado candidato a gobernador en 2011.

En ambas elecciones el FpV obtuvo una diferencia importante con el partido ubicado en el segundo puesto. Dado el carácter amplio y variable de las coaliciones que se forman a nivel local alrededor de los candidatos de la UCR, el 19,4% obtenido por ese partido en 2015 no puede ser interpretado de manera directa. Aun así, el apoyo combinado de los partidos que a nivel nacional conforman la coalición Cambiemos (PRO, UCR y CC-ARI) alcanzan a superar el tercio del electorado (34,8%), y araña el 40% si se le agrega lo obtenido por ECO en la CABA.

Además de la ventaja de los oficialismos, estas elecciones también muestran las diferencias en los apoyos regionales de los partidos políticos. El desempeño del FpV ha sido notablemente mejor en las provincias chicas, triunfando en cuatro y saliendo segundo en las otras tres. Por el contrario, obtuvo el tercer lugar en tres de los cuatros distritos grandes, ocupando el segundo lugar en Mendoza. Esas diferencias regionales en el desempeño también pueden verse observando el apoyo electoral para los 11 distritos aquí analizados en las elecciones de 2015.

El FpV obtuvo apenas un cuarto del apoyo electoral en los cuatro distritos grandes pero el 45% en los distritos pequeños. Esas diferencias, sin embargo, son menos marcadas que en 2011, cuando el FpV obtuvo 20,4% en las cuatro provincias grandes que aquí se analizan, y 49% en las 7 provincias chicas. La distribución regional de la fortaleza del FpV contrasta con la de los socios de la coalición Cambiemos, que obtiene de manera combinada el 39% de los votos en los distritos grandes, alcanzando el 46% si se le suma los de ECO en la CABA, pero sólo el 26% en los distritos pequeños.

La cautela impide hacer algunas inferencias tentadoras a partir de estos datos. En primer lugar, es difícil extender los resultados a las provincias en las que todavía no se realizaron elecciones para cargos locales. Ello incluye 12 provincias chicas que en conjunto albergan el 21% de los electores, y que suelen mostrar un comportamiento electoral similar al de los distritos chicos aquí analizados. Pero también incluye a la decisiva provincia de Buenos Aires que cuenta con 37% del padrón nacional, y cuyo comportamiento electoral suele diferir de las del resto de los distritos grandes. En segundo lugar, es difícil extender estos resultados locales a las elecciones de cargos nacionales. Basta recordar que en el año 2011, en las 11 provincias aquí analizadas el FpV obtuvo 29% para cargos locales, pero Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el 43% en las PASO, y el 47% en las generales. Para aproximaciones más certeras sobre el nivel nacional, a confiar en los estudios de opinión a la espera de la gran encuesta electoral que constituye las PASO a celebrarse el 9 de agosto.

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