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Solo se dieron los primeros pasos

08 febrero de 2016

El Gobierno salió del cepo mejor de lo esperado, pero tiene que enfrentar múltiples desafíos para que la economía vuelva a crecer.

La salida del cepo le dio crédito al Gobierno. Contra la opinión de muchos, se salió rápido y el dólar subió mucho menos que lo que pronosticaban los analistas económicos. Rápidamente se disipó una de las preocupaciones centrales que existían durante la campaña electoral y sobre la cual los candidatos tenían diferentes posiciones. También perdió fuerza la preocupación por la pérdida de reservas que era la lógica consecuencia de la política cambiaria del Gobierno anterior. Un préstamo de varios bancos privados traería pronto aún más alivio a las arcas del Banco Central.

A la salida no traumática del cepo, Mauricio Macri la acompañó con algunos gestos fuertes como su presencia en Davos. Pero a pesar de estas semanas iniciales que dan oxígeno, el frente económico presenta muchos desafíos.

La inflación es claramente uno de ellos. Enero mostró cierta moderación en la suba de los precios con relación a diciembre por la estabilidad, entre otros motivos, que tuvo el dó- lar en el primer mes del año. Pero febrero y marzo (este último un mes siempre complicado) pueden ser distintos y revertir la tendencia descendente de la tasa de inflación. Uno de los motivos puede ser la suba las tarifas que se viene anunciando y el otro, una mayor emisión monetaria para hacer frente a los múltiples compromisos impagos que tiene el Estado.

En el medio está la discusión salarial que tiene su punto de partida ?un clásico de todos los veranos- con los docentes bonaerenses. Vendrán luego las paritarias de grandes gremios de la actividad privada. El ministro de Hacienda y Finanzas aclaró que trabaja con una hipótesis de inflación de entre 20% y 25% para este año, pero el Presidente se colocó un paso adelante y sostuvo que va a estar más cerca del 20%.

Los analistas económicos creen que los pronósticos oficiales son demasiado optimistas pero, en cualquier caso, no falta mucho para dilucidar la cuestión. Todo dependerá de las paritarias. La tasa de inflación de 2016 no será muy distinta al promedio de los aumentos salariales que se acuerden. El tema es clave porque si la inflación sigue en los niveles actuales, la tasa de devaluación deberá ser mayor y la economía argentina seguirá con una elevada nominalidad.

Pero nada indica que los sindicatos vayan a discutir sobre la hipótesis de inflación que maneja el Gobierno para la segunda parte del año y que soslayen la suba de precios registrada en los últimos meses. Es inevitable que haya tensión en ese frente.

Otro tema central es el de los fondos buitre. Un arreglo facilitaría acceder al financiamiento externo que permitiría financiar obras y suavizar la corrección de los desequilibrios que muestra la economía. Pero no es una cuestión sencilla porque hay muchos actores involucrados. Para pagarles a los holdouts será necesario derogar dos leyes y difícilmente el Congreso lo haga sin tener una pauta clara sobre cómo será la oferta del Gobierno. No habrá un cheque en blanco de un Congreso con mayoría peronista para un gobierno del PRO. Por eso es oportuna la decisión de hacer pública la oferta. El problema es que una propuesta que puede lograr la aprobación del Congreso difícilmente sea suficiente para los holdouts. Los fondos buitre no tienen ningún incentivo para aceptar una propuesta que les represente una ganancia inferior a la que les otorga el insensato fallo del juez Griesa.

Acordar con las provincias un plan de obras financiado en parte con endeudamiento externo y la posibilidad de que ellas mismas puedan salir al mercado internacional con el aval de la Nación pueden ser incentivos para lograr votos en el Senado. Pero la tarea no será sencilla.

La llegada de las inversiones del exterior también dependerá en buena medida del arreglo con los holdouts. Y las inversiones son necesarias para asegurar un crecimiento sostenido. Curiosamente para un Gobierno calificado como de derecha por sus críticos, será la inversión en infraestructura pública la más dinámica en esta etapa. Pero requiere cumplir ciertos procedimientos y plazos que harán que los anuncios más importantes recién se conocerán sobre fines de año. Tanto en materia de inflación como de nivel de actividad, la segunda parte del año será mucho mejor que la primera.

Otro desafío económico vendrá por el flanco de la relación Nación-provincias. El fallo de la Corte que favoreció a tres provincias, la decisión del Presidente de dar marcha atrás con el decreto de su antecesora que le otorgaba los mismos recursos a todas las provincias y la mayores recursos que recibirá la CABA por el traspaso de la Policía Federal generan tensiones. Lo esencial es encontrar un esquema permanente de distribución de recursos, lo cual ha demostrado ser muy complejo.

Mientras tanto no se puede perder de vista lo que ocurre en el exterior. La recesión de Brasil y la desaceleración de China son motivos de preocupación. También lo es la baja del petróleo. Pero así son los tiempos de globalización. La decisión de Arabia Saudita de producir más para asfixiar a la producción no convencional en Estados Unidos está sacudiendo el Golfo San Jorge.

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