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De la mano de la UCR, Santa Fe tuvo marea roja y no ola amarilla

El primer tiempo electoral fue ganado en Santa Fe por Juntos por el Cambio, que le sacó casi diez puntos al Frente de Todos. La diferencia, pese a lo amplia, no es un resultado que haya cerrado la llave, que sigue abierta.

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21 septiembre de 2021

Por Mauricio Maronna

El primer tiempo electoral fue ganado en Santa Fe por Juntos por el Cambio, que le sacó casi diez puntos al Frente de Todos. La diferencia, pese a lo amplia, no es un resultado que haya cerrado la llave, que sigue abierta.

El Frente Amplio Progresista, que gobernó la provincia durante doce años, logró salvar la ropa tras la crisis que provocó la muerte del mayor elector que tenía la provincia, Miguel Lifschitz. Clara García, su viuda, hizo un buen trabajo y derrotó a Rubén Giustiniani, el candidato fogoneado por el intendente Pablo Javkin. Lo propio ocurrió con Mónica Fein, quien le ganó sin problemas al radical Palo Oliver.

Otra vez fue el periodista Marcelo Lewandowski el emergente central de las elecciones en el peronismo, lo que le permitió respirar al gobernador Omar Perotti, quien iba en esa lista como candidato a senador suplente. El experiodista deportivo le ganó la interna al jefe del kirchnerismo santafesino, Agustín Rossi, en todos los departamentos, y ahora habrá que esperar para saber si el gambito de “la unidad en la diversidad” sigue funcionando.

La vedete electoral fue Carolina Losada, radical sin padrinazgo nacional, quien le ganó por un tris a su correligionario Maximiliano Pullaro. Un desastre para el PRO, quien terminó tercero con la candidatura de Federico Angelini, quien pese a recibir las bendiciones de la “santísima trinidad” amarilla (Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich) fue a parar a un indecoroso tercer lugar. Más que marea amarilla hubo marea roja, de boina blanca.

Santa Fe es pródiga en cambio de resultados y tendencias de la primaria a la general. Pasó en el 2015 con Miguel Del Sel y Miguel Lifschitz, por ejemplo. El exMidachi ganó por amplitud la primaria, pero Lifschitz contó más porotos en la general a gobernador. Otro antecedente: en las primarias de 2017, el desconocido Albor Cantard perdió las Paso por Rossi, pero ganó la general.

Lewandowski es un dirigente bien aceptado por cofradías extraperonistas, aunque la presencia del gobernador exige mejoras en la seguridad, el principal problema que tienen los santafesinos. Hay que sumar además al escenario de interrogantes qué pasara con los que no fueron a votar (una cifra impactante de casi el 35% de los empadronados).

Aunque parezca difícil, todos los escenarios están abiertos.

En Rosario hubo un carnaval de listas a concejal en la boleta única. De 57 nóminas, quedaron cinco. Y vaya aquí una cuestión inédita en el país: de esas cinco listas, cuatro serán encabezadas por periodistas. El único que zafa de ese rubro es Juan Monteverde, de Ciudad Futura.

El triunfo fue para el candidato del intendente Javkin, quien pudo con Ciro Seisas compensar la debacle provincial a manos de las candidatas socialistas García y Fein.

También aquí el escenario está abierto para las generales, donde en el tránsito de campaña tal vez se escuche sobresalir a algún solista entre el bochinche de las orquestas desafinadas.

A esta historia le falta un capítulo. Nadie puede salir a festejar antes de tiempo. Correría riesgos de repetir la experiencia de Victoria Tolosa Paz, quien hizo lo mismo que los plateístas que no entienden de fútbol: gritar un gol pese a que la pelota se fue afuera del arco.

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