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La ventaja electoral del oficialismo

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24 mayo de 2021

Se suele decir que en la política argentina tres meses es mucho tiempo y eso impide anticipar los resultados de las elecciones. Aunque no siempre es así, porque en muchas ocasiones hay tendencias muy claras con anticipación suficiente como para saber lo que ocurrirá cuando se abran las urnas. Pero a tres meses de las primarias de este año, parece ser cierto esta vez que es demasiado temprano para anticipar el comportamiento de los votantes.

En una elección intermedia, el principal determinante del voto es la evaluación de los primeros dos años del gobierno. Recién después viene el análisis de lo que tiene para ofrecer la oposición, que de acuerdo a sus candidatos y campaña, puede amplificar el resultado en un sentido u otro, pero no modificarlo. En este momento no se percibe una tendencia favorable en los sectores sociales que definen las elecciones a favor del retorno de los que gobernaron entre 2015y 2019, pero aún en un contexto de debilidad opositora, el Gobierno, cuya imagen no atraviesa por su mejor momento, no podría sobreponerse a una evaluación negativa de su gestión. ¿De qué depende? Hay dos datos clave en este contexto: la inflación y el avance en el proceso de vacunación. Es cierto que a esta altura, Argentina está entre los países más afectados por la pandemia, pero los votantes no se fijarán en las estadísticas internacionales ni en los antecedentes a la hora definirse. Será determinante lo que esté ocurriendo en ese momento. Si se llega a la fecha de los comicios con millones de personas vacunadas, sin temor a contagiarse o perder la vida por el Covid, el ánimo social será más favorable para el oficialismo. Pero nadie puede asegurar cuántas millones de vacunas se aplicarán hasta el 12 de septiembre. Y la cuestión sanitaria demostró ser relevante para definir el voto en todas las elecciones recientes, desde la derrota de Donald Trump en adelante.

El otro tema decisivo es el de la inflación. En es este momento se ubica en torno al 4% por mes, con subas mayores aún en el rubro alimentos por lo que el avance de la pobreza es inevitable dado que no hay política social que pueda compensar semejante incremento de los precios. El Gobierno aspira a que en los próximos meses la combinación de tarifas casi congeladas, dólar planchado y eventual moderación en la expansión monetaria lleven a una tasa de inflación más baja. Por otra parte, los avances en la vacunación, permitirían la expansión de muchas actividades que son generadoras de empleo y d esa manera recuperar los que se perdieron desde que se inició la pandemia.

Los dos temas que definen la elección están todavía en un terreno incierto como para anticipar un resultado. Pero el Gobierno tiene una ventaja, cuenta con las herramientas para mejorar en esos frentes y volcar la cancha a su favor. Sólo si fracasa en ese intento, la sociedad comenzaría a mirar a la oposición.

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