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Un libro original y recomendado para todo público

12 junio de 2013

(Reseña escrita por Luis Tonelli)

El autor propone un paseo por los clásicos de la teoría política a través de distintas escenas de películas muy recordadas

“Una buena película es como la vida, pero sin las partes aburridas”, dijo alguna vez Alfred Hitchcock. Y en nuestras hiperexcitadas vidas consumistas el aburrimiento hace estragos en lo que concierne a los procesos de aprendizaje que demandan una atención un tanto más profunda que el reflejo pavloviano de ver para querer.

Gustavo Marangoni, politólogo y político ?presidente del Banco Provincia, ex director de la carrera de ciencia política de la Universidad del Salvador y profesor en ella por 25 años y contando?, acomete en “Política ATP” la tarea de dar un paseo por los clásicos de la teoría política y sus tópicos a través de esas tipificaciones intensas del acontecer humano que son las escenas de las películas (precisamente, la vida misma expurgada de aburrimiento).

A lo largo de “Política ATP”, Marangoni exhibirá la ductilidad necesaria para dar a los intrincados argumentos de la teoría política un andamiaje explicativo accesible. Pero su libro no es ni esas caricaturas simplistas y tergiversadoras de “Politics for dummies” y menos aún esos compendios de redundancias inútiles tipo “competir, competir y competir” de la que rebosan los libros de autoayuda empresarial onda “Sartre para entrepeneurs”.

Marangoni, en cambio, enseña teoría política con una toma de posición fuerte frente a los autores que considera, y aparece así una combinación feliz de aristotelismo (su confesado héroe filosófico, lo cual ya es una marca de fábrica interesante en estas épocas de turbo- híper-pos-modernidad) y saavedrismo (no por Cornelio, sino por el barrio porteño en donde fue alumbrado). Emerge así, en esta amalgama, una intención pragmática, una vocación porque las palabras se transformen en cosas. Pero no como dictum, si no como ofrenda argumentativa para el debate ulterior y necesario.

Ese punto de encuentro entre conflicto, conocimiento, discusión y poder que es la característica de la política consensual democrática. Tomados aislados algunos párrafos de “Política ATP” podrían generar cuanto menos sorpresa en el lector. Por ejemplo, “el Estado de naturaleza está lejos de garantizar nada, salvo la supervivencia del más fuerte. Batman es consciente de esto y está dispuesto a sacrificarse por sus ideas”. O “Hegel está siendo, en toda una excepción, clarísimo y sus palabras explican la ambición de Vito y Michael Corleone tan finamente que nos hace pensar en alguna clase de influencia del filósofo alemán en esta historia de mafiosos”.

Sin embargo, puestos ellos en el contexto de la narración de Marangoni, estos encuentros pierden totalmente su carácter bizarro. Así la triada “Clint Eastwood-Invictus- Nelson Mandela” se convierte en un expediente democrático formidable para enfrentar a Carl Schmitt, el jurista de Adolf Hitler que definió a la esencia de la política en términos de la relación amigo-enemigo, y ahora es autor fetiche del “populismo progresista”. Tom Cruise, aparece como el héroe edulcorado del soft power de la efímera pax clintoniana, mientras Jack Bauer (Kiefer Sutherland) lo es en la bushista era del miedo pos derribamiento de las Torres Gemelas.

Concluyo diciendo que el “trailer” que aquí ensayé está muy lejos de ser uno de esos en los que se selecciona las mejores escenas que se pierden luego en el medio de una película anodina. Todo lo contrario, “Política ATP” los va a llevar a angustiarse a medida que vayan llegando a las últimas páginas. Y no por el suspenso de la trama sino porque al placer de su lectura le está llegando el inevitable The End. Quedará el releerla hasta que aparezca su segura secuela.

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