Con una multitud vitoreando el ajuste y la anunciada estanflación, el flamante presidente arranca su mandato con el desafío de gestionar una pesada herencia, cumplir expectativas y fidelizar votantes.
Los anuncios de "Toto" Caputo cristalizaron ese 5% del PBI de donde provendrá el recorte de los gastos del Estado Nacional. La sorpresa para una parte de la ciudadanía es que el ajuste tiene como elemento simbólico a la baja del gasto político y como elemento material la eliminación de subsidios.
En otras novedades a las que nos vamos a tener que acostumbrar, hay presidente. Puede que la plata escasee, pero la tinta de la lapicera está, y aunque no haya sido fiel a los principios dogmáticos que lo llevaron a la presidencia, Javier Milei comienza a tomar decisiones a la altura de la sensibilidad de la situación.
En los dos temas más sensibles que le tocará atravesar al flamante presidente en sus años de gestión, nombró subalternos ligados a Macri. Tanto Caputo como Bullrich son los fusibles ideales si el plan no tiene los resultados deseados, y haya que culpar a segundas líneas por el ajuste y la represión. En una movida semejante, se arriesgaría a perder apoyo legislativo de la bancada del PRO, pero hasta entonces mucho podría cambiar.
En el Congreso se conformó un bloque que, aunque a priori sería de las facciones más opositoras de la ex-JxC, puede ser una buena alternativa para asegurar la gobernabilidad. Los legisladores de Cambio Federal, liderados por Pichetto, buscan plasmar la realidad de que el eje de poder dentro de la coalición de "oposición responsable" viró hacía los diez ejecutivos subnacionales que controlan en ese espacio.
El esquema de alianzas territoriales del nuevo gobierno necesita de un pragmatismo que el presidente Milei parece estar demostrando. La suba de los impuestos coparticipables, para recomponer el poder relativo de las provincias, puede ir en contra de los principios ideológicos del mandatario, pero son absolutamente necesarios para construir la gobernabilidad que las futuras medidas requieren.
El peronismo cordobés también entra dentro de los actores que deben ser seducidos a la hora de las alianzas legislativas y territoriales. Aunque en el cordobesismo integren el gabinete en áreas clave, LLaryora es uno de los principales candidatos para disputar el liderazgo del peronismo en 2027, y sabe que para ello tendrá que desmarcarse del ejecutivo nacional tarde o temprano.
Los primeros movimientos del gabinete en la presidencia de Milei demuestran pragmatismo y dan seguridad a muchos votantes incorporados entre las generales y el balotaje. Aunque este pragmatismo venga acompañado del beneplácito del FMI y de los mercados, el gran golpeado son los sectores de ingresos medios y bajos. De cualquier manera, los días de gracia de Milei están lejos de terminar, y una gran porción de la ciudadanía le otorgó una confianza miope en cuanto a la necesidad de pasar tiempos aún más duros antes de comenzar la remontada.
