Ideas

La derecha tiene paso

Entre tanta incertidumbre, un resultado que se puede dar por descontado del próximo proceso electoral es el crecimiento político y social de la derecha. ¿Qué hay detrás, y qué hay adelante?
Lo libertarios no encontraron su techo.
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A pesar de que hay quienes siguen poniendo en duda la utilidad contemporánea de la división entre izquierda y derecha, los procesos políticos actuales no se podrían explicar sin caracterizaciones ideológicas que continúan representando formas diferentes de pensar a la sociedad, el Estado y el mercado. 

La oferta política se acomoda en parte por la afinidad de actores con respecto a sus ideas de lo que debe (y no debe) hacer el Estado. La medida de injerencia social en lo público sigue siendo una variable que ordena, tanto la oferta, como la demanda en el sistema político argentino.

¿El crecimiento electoral de la derecha es parte de un ciclo natural de la política nacional o estamos frente a un fenómeno inédito? Luego del 18% de Javier Milei en las elecciones porteñas del 2021 se recordó que Alvaro Alsogaray había alcanzado el 22% de los votos en la Capital en las elecciones legislativas de 1989. Sin embargo, ese porcentaje no se dio de forma homogénea en todo el país por lo que no repercutió en una bancada importante de fuerzas exclusivamente de derecha, algo que se da por descontado en el espacio del diputado libertario para los próximos años .

el estadista habló con la consultora en comunicación política Paola Zuban sobre el fenómeno de la derechización, quién consideró que "la sociedad argentina, más allá de sus identidades ideológicas, es pragmática en el comportamiento del voto y ha tenido en los últimos años una conducta pendular. Cuando los progresismos no lograron cubrir las expectativas viraron hacia los neoliberalismos y viceversa. Esto es así porque, al contrario de lo que gran parte de la dirigencia política cree, las elecciones son definidas por los moderados que pueden votar sin culpa a unos u otros de acuerdo con muchos factores, pero principalmente a la situación económica".

"Los núcleos duros son cada vez más acotados y tienen menos fidelidad partidaria producto de la gran decepción con la dirigencia política tradicional; la llamada recesión democrática según Diamons. Estos factores (decepción y situación económica critica) producen fugas de votos en cualquier sentido. En el caso actual de Argentina, Milei (no la derecha) representan esa bronca/decepción y una receta económica que puede ser equivocada o no pero que convence a falta de otras propuestas superadoras", afirmó la especialista.

El discurso de Milei y Patricia Bullrich, que se replica en incontables dirigentes de segundas y terceras líneas, ha acaparado el debate público en un contexto de máxima decepción con la forma de hacer política tradicional. Aunque la bronca se canalice mayoritariamente a figuras con manifestaciones antipolíticas de derecha, es cierto que no necesariamente implican una adherencia a la cosmovisión liberal-conservadora. 

Dicho esto, es imposible negar el impacto que el ascenso de estas figuras representa en otras áreas de la vida pública. Se ha visto en el mundo como outsiders, o insiders reversionados, han llegado a espacios de poder gracias al aprovechamiento de este enojo con el funcionamiento del sistema político y económico y han utilizado esos espacios para amplificar socialmente sus posiciones en otras áreas.

Con respecto al desempeño que se puede esperar de los espacios que se identifican con la derecha, la consultora aclaró que "es muy pronto aún, pero todos los estudios indican que las candidaturas provinciales van a hacerse de un porcentaje significativo de representación legislativa. Esto es: probablemente no ganen gobernaciones, pero su representatividad en el Congreso Nacional crezca significativamente. En cuanto a la candidatura presidencial y sin muchos de los actores/actrices aun sin definir su participación, según las tendencias que advertimos desde hace por lo menos un año, el escenario electoral se presenta como de tercios entre el Frente de todos, Juntos por el cambio y el Partido Libertario, con un crecimiento sostenido de este último, que aún no ha encontrado su techo".

Algo que se puede catalogar como novedoso en cuanto al actual avance de los discursos liberales-conservadores es que se han salido de la -espiral del silencio-. "La derecha ha salido del closet, como diría Gustavo Córdoba. No se advierte sanción social por expresiones que podían tener anclajes con ideas de derecha. Lo políticamente correcto se ha corrido del eje tradicional", afirma Zuban.

Una incógnita que surge a esta altura es si hay margen para que este avance pueda revertirse, y en términos más concretos de la inminente campaña presidencial, si existe la posibilidad de que los temas centrales de la agenda cambien en los próximos meses. Gran parte de las ganancias electorales de las formaciones partidarias en épocas de campaña se dan por la dominación de la agenda social y mediática por medio de temáticas claves. Hoy la incertidumbre económica, caracterizada por la inflación de tres dígitos y la volatilidad del dólar; sumado a la inseguridad, les dan a las propuestas de la derecha el caldo de cultivo perfecto.

Al preguntarle a la consultora sobre la posibilidad de que el peronismo logre re-dominar los temas de agenda manifestó que "antes de identificar temas para instalar, es necesaria una unidad interna real no impostada y la búsqueda de consensos internos y externos para lograr la confianza social que le permita instalar temas en el debate público". Y una alerta premonitoria: "Difícil en época de campaña cuando no se logró durante la gestión". 

Con este escenario, no se debería esperar un cambio en la evolución de los temas claves en los próximos meses. Con la cancha significativamente inclinada para la derecha, gran parte del debate estará en quién factura y coba las ganancias del corrimiento. 

Hoy el Frente de Todos, siendo el espacio que menos certezas tiene con respecto a sus candidaturas, tiene el único beneficio de poder definir sus nombres en un contexto de derechización del debate pero de atomización de la oferta de dirigentes en ese lado del espectro.