En 2015 Mauricio Macri confiaba ciegamente en la victoria de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad. El balotaje produjo un resultado mucho más ajustado del esperado, haciendo tambalear la confianza del futuro Presidente. Hoy su primo está frente a un escenario que tiene varias semejanzas. Llegará a unas elecciones generales que lo tienen como favorito, pero no se vaticina una victoria en primera vuelta. La decisión de que se vote con un mecanismo diferente complica a Jorge Macri y le da a Leandro Santoro la posibilidad de entrar en el balotaje.
El primo suma el voto duro del PRO, pero tiene muchas diferencias con el votante de Martín Lousteau. Una incógnita de las elecciones porteñas es si Santoro puede ser una opción viable para quienes apoyaron al economista radical en las PASO y son reticentes a votar a una fórmula de "halcones". El radical devenido en kirchnerista no deja en su campaña nada sujeto a interpretaciones, su estrategia a partir de las PASO es hacer todo lo posible para captar el voto de Lousteau. El exministro de Cristina Kirchner está haciendo esperar su apoyo inequívoco al candidato ganador de la interna, y le deja el juego abierto a Santoro para copiar sus propuestas y codearse con sus ex correligionarios.
A pesar de su falta de militancia activa, el senador radical sabe que sus posibilidades de condicionamiento al potencial gobierno de Jorge Macri viene de la mano de que gane en primera vuelta. Esto se debe a que la lista de legisladores de Lousteau quedó ahora entrelazada con la de su ex contrincante. De los ocho legisladores de UCR-Evolución, cinco terminan su mandato en diciembre, y solo una excelente performance del exintendente de Vicente López le asegura ser decisivo para su gobernabilidad.
En cuanto al tercero en discordia, Ramiro Marra está padeciendo no compartir boleta con Milei y está haciendo todo lo posible para ganar protagonismo y llevar a cero su desconocimiento. Aunque con muchos errores no forzados, ganándose los mismos enemigos que Milei logra que se lo asocie inmediatamente con el candidato a presidente que ganó las PASO y así apunta a reducir la diferencia entre sus niveles de apoyo. Marra busca la situación de que políticos de ambos lados de la grieta salgan a criticarlo, para subirse al pedestal de la antipolítica por fuera de la grieta. En un contexto donde el candidato oficialista absorbió casi todas sus propuestas con impacto, necesita quedar asociado lo más posible a la imagen del líder de su espacio.
Un elemento positivo para Marra, en contraste con lo que padecen sus dos contrincantes, es la relativa homogeneidad de su lista de legisladores. Esto es clave en la posibilidad de alianza con Jorge Macri en caso de que sea electo jefe de gobierno y busque prescindir del apoyo de los radicales o el remanente de lilitos que quedarán en la Legislatura.
Marra sumaría entre 4 y 6 legisladores a su bancada, mientras que la alianza que hoy forma la mayoría oficialista podría perder hasta 3 bancas. En este caso, los libertarios serían los únicos que le podrían dar la mayoría absoluta, lo que llevaría a Jorge Macri, a necesitar el apoyo de Marra, con el cual podría prescindir del de Lousteau.
Estos incentivos podrían cambiar a partir de la evolución del sistema de partidos a nivel nacional. Con una eventual victoria de Bullrich, la inclusión del radicalismo en el gobierno federal dependerá de la misma relación de fuerzas entre el partido centenario y los libertarios. Si continúa la alianza UCR-PRO, Jorge Macri tendrá menos margen para acercarse a Marra.
Sin embargo, en caso de que Milei llegue a la Presidencia, hay poco espacio para que el alcalde pueda mantener la actual configuración de la alianza de gobierno porteña. La ya pública inclusión de García Moritán en el eventual gobierno de Macriadelantó la tendencia de lo que será su gobierno, y hacía donde intentará buscar a sus aliados.
