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Contrapunto: ¿Fracasó el PRO en el armado de una estructura nacional?

29 julio de 2013

Sí - La principal razón para dar una respuesta afirmativa es que no pudo armar una lista propia en la provincia de Buenos Aires. Quedó en evidencia bastante impericia para llevar adelante un acuerdo político con Francisco De Narváez, quien fue marcando el ritmo de las negociaciones suponiendo que tenía todo a su favor, mientras que el PRO siguió una estrategia defensiva. Finalmente, la irrupción de Sergio Massa los sorprendió a los dos. En Buenos Aires vota el 38% del padrón nacional y un partido que debe ser el sostén de quien aspira a llegar a la Casa Rosada dentro de treinta meses no puede mostrar tanta debilidad en ese territorio. Más aún, el macrismo tenía con Gabriela Michetti una candidata competitiva en territorio bonaerense pero nadie logró convencerla para que se postule. Luego no consiguió que ninguno de sus candidatos propios llegase al 10% de la intención de voto. Tampoco pudo concretar un acuerdo político amplio con Massa y sólo por la buena relación de Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta con el intendente de Tigre, el PRO logró colocar tres candidatos en la lista de diputados. Pero quedó en una situación incómoda porque participa de una lista que, en caso de ganar, colocaría a Massa en una situación inmejorable para disputar la Presidencia en 2015 complicando las ambiciones de Mauricio Macri.

Tampoco pudo cerrar el acuerdo con Roberto Lavagna para que sea candidato a senador por la Capital Federal. Eso le hubiese asegurado un triunfo más amplio al macrismo pero sobre todo mostraría una actitud aperturista al postular a un ex ministro de Néstor Kirchner y ex candidato presidencial del radicalismo. Y el electorado suele premiar las estrategias que muestran un grado de generosidad no habitual en la política.

Fuera de la CABA, el PRO no es competitivo en ningún distrito y hasta perdió impulso en una provincia que fue emblemática para su proyección nacional en 2011 como Santa Fe. Y, además, en el territorio que gobierna deberá enfrentar el desafío que le plantea Elisa Carrió que está al frente en todas las encuestas sobre intención de voto para diputados.

El armado nacional estuvo por debajo de las expectativas. Con un líder con buena imagen y gobernando desde hace seis años la Capital Federal, se pudo haber hecho algo mejor. Más aún, se creó un Ministerio de Gobierno en la ciudad a cargo de Emilio Monzó que tenía como principal tarea conformar la estructura nacional del PRO. Sin lugar a dudas, la gestión de Monzó no puede considerarse exitosa en ese sentido

No - Es un partido que tendrá presencia electoral ya sea sólo o formando parte de alianzas en veinte distritos del país. Por lo tanto, podría llegar a consagrar legisladores en varios distritos: CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Tierra del Fuego y San Juan. Solamente el peronismo y el radicalismo elegirán legisladores en más distritos. Por el peso de los votos de la CABA, Córdoba y Santa Fe, en donde compite con candidatos propios, el PRO puede obtener el 6% de los votos a nivel nacional que, sumados a los que obtenga en otros distritos, lo consolidarán como la tercera fuerza política del país. Participa, además, en varios frentes locales que pueden obtener buenos resultados. Por lo tanto, logró romper con la imagen de ser un partido local con una presencia circunscripta casi exclusivamente a la Capital Federal.

En la provincia de Buenos Aires tiene candidatos a legisladores provinciales y a concejales en varios distritos lo cual le da cierta base territorial en el principal distrito del país. El desafío es darles luego contención y conducción políticas para que no miren hacia Tigre.

Es muy probable, además, que elija a los dos senadores de la mayoría por la CABA y a un aliado ?Alfredo de Angeli? por la minoría en Entre Ríos. Así, finalmente, el PRO haría pie en el Senado. No es un dato menor porque, pese a ser el partido mayoritario de la CABA, nunca tuvo un senador como consecuencia de sus débiles desempeños electorales cada vez que Mauricio Macri no fue candidato. Si esta vez eso cambia, se estaría demostrando la existencia de una estructura política que puede ganar aún sin su principal figura. La cosecha de diputados no será muy abundante pero tendrá en la Cámara Baja un bloque mucho más homogéneo que el del FAP o el del peronismo antiK.

Sobre esa base, podría sostenerse el sueño presidencial de Macri. Si consolida su liderazgo en la Capital y con una experiencia de gestión de varios años, estará en condiciones de buscar acuerdos con otras fuerzas. El PRO podría impulsar que la candidatura presidencial en 2015 se defina en las primarias de una alianza amplia y hacer valer en esa instancia la intención de voto que tiene Mauricio Macri.

Aún cuando su armado nacional tiene flaquezas, el PRO es el tercer partido más importante que ha surgido desde el retorno de la democracia. Ninguno logró expandirse tanto en el territorio nacional ni pudo mantenerse tanto tiempo como un actor político relevante.

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