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De nuevo las PASO: el Covid como excusa

Argentina-Mexico-elecciones
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25 noviembre de 2020

Por Carolina Tchintian y María Belén Abdala

La adopción de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para la selección de candidaturas en nuestro país tuvo como objetivo fomentar la democratización interna de los partidos políticos y reducir la fragmentación del sistema de partidos, ordenando la oferta electoral para construir opciones más claras para los votantes (Ley 26.571). Más participación y más transparencia, los dos pilares de esta reforma, son principios incuestionables que hacen a la mejora de la calidad democrática. A pesar de ello, cada vez que se aproxima un nuevo ciclo electoral en nuestro país, se reavivan los cuestionamientos a las PASO.

Este año, como todo lo que ocurre en el 2020, los argumentos en contra de las PASO tienen que ver con la pandemia. Los riesgos que implica la movilidad de las personas y los costos para el Estado son las razones que vuelven a poner a las PASO en la cuerda floja. Los gobernadores de las provincias de San Juan, Catamarca y La Rioja, son algunos de los dirigentes que se expidieron a favor de la suspensión de las primarias en el 2021, por motivos económicos y sanitarios. Este tema también se está discutiendo en Córdoba, Salta y Tucumán.

Una crisis sanitaria o económica, por más excepcional que sea, no puede ser la excusa para poner en suspenso el funcionamiento de los mecanismos y procesos institucionales existentes en nuestra democracia. Debemos discutir el “cómo”: cómo se celebrarán elecciones en contexto de pandemia, un proceso que en nuestro país, desde 2009, tiene dos instancias de participación: primarias y generales. También cabe replantear el “para qué” de las PASO - lo que incluye pensar si es necesario reformar alguno de sus componentes-, pero el centro de esa discusión debería ser la mejora de la calidad de nuestra democracia. Porque si la pandemia no es razón para poner en suspenso instituciones como las elecciones generales, el Congreso o las actividades partidarias, tampoco debiera serlo para suspender las PASO.

El cómo

El contexto en el que se celebrarán las elecciones 2021 es inédito para nuestro país, pero el desafío no lo es. En lo que va del año, al menos 84 elecciones se realizaron según lo planificado. Estas experiencias brindan información relevante sobre las mejores prácticas para organizar comicios durante la pandemia y nos permite repensar la logística de la administración electoral en nuestro país, para asegurar la integridad y el ejercicio de los derechos políticos en un ambiente seguro.

Como señala un estudio de CIPPEC sobre elecciones en pandemia, el 'cómo' entonces tiene que responder al desafío más inmediato, que es la necesidad de repensar los operativos logísticos para garantizar que la participación electoral, la igualdad en el acceso y ejercicio del sufragio, el secreto del voto, y el control ciudadano no se vean afectadas por la excepcionalidad del contexto. Para ello, se vuelve fundamental redoblar los esfuerzos de coordinación para minimizar el movimiento, la aglomeración y el contacto innecesario entre personas en cada etapa del proceso; construir consensos amplios para establecer reglas que todos acepten y cumplan y; comunicar las adaptaciones que se implementen para transmitir confianza y legitimar las decisiones. Todo esto puede contribuir a reducir las fuentes de incertidumbre que causa el contexto, sin suspender ninguna instancia del proceso electoral.

Si de certezas se trata, la posible suspensión de las PASO en nombre de la situación sanitaria no hace más que plantear nuevos interrogantes y nuevas fuentes de incertidumbre, esta vez sobre las reglas de juego para dirimir sus nominaciones el año que viene. Ocurre ahora en la provincia de Santa Fe, donde se está discutiendo el resurgimiento del sistema de lemas, un sistema genera confusión y desconfianza entre los votantes, y que puede premiar a un candidato que no obtiene la mayoría del voto popular.

Existen, en cambio, otros aspectos de la elección cuya reforma podría facilitar la coordinación y otorgar mayor previsibilidad: establecer un calendario de elecciones provinciales con fecha fija -hoy las fechas de las elecciones provinciales se fijan dentro de plazos holgados por la gobernación generando a la oposición y a la autoridad responsable de la administración electoral- representaría una mejora concreta, con o sin pandemia.

El para qué

Entre los argumentos más comunes en contra de las PASO, aparece el del gasto que representa para el Estado, más aún en medio de la pandemia y la crítica situación de las cuentas públicas. Aún cuando creemos que la democracia tiene un costo, y está bien que así sea, existen además, otras formas de reducir costos, las que además traen mejoras en integridad y garantía de derechos políticos. La Boleta Única en Papel reduce el costo de impresión de boletas en comparación al sistema de boletas partidarias, y mejora la equidad en la competencia y la claridad en la oferta electoral.

Por eso, la discusión sobre las PASO, al igual que el debate sobre cualquier reforma institucional, no debe concentrarse en la excepcionalidad del contexto, sino atender a un objetivo primario de consolidar y fortalecer las instituciones democráticas. ¿Sirven o no sirven las PASO? Esto es lo que hay que discutir.

Luego de regir en cinco elecciones nacionales consecutivas, contamos con información para juzgar sus efectos en los partidos, las opciones electorales y el comportamiento de los votantes. Un estudio de CIPPEC señala que, incluso cuando no siempre fueron el medio para definir candidaturas, las PASO ayudaron a construir frentes electorales más competitivos y a clarificar la oferta electoral. Permitieron a varios partidos estabilizar acuerdos, alentaron la formación de alianzas entre partidos con posiciones similares y contribuyeron a ordenar la oferta electoral: la cantidad de listas en elecciones legislativas y presidenciales cayó a su piso histórico desde su primera implementación.

En la medida que la evaluación sobre el desempeño de las PASO sea positiva, no queda claro qué problema resuelve su suspensión. Si el factor de incertidumbre es la pandemia, el foco de la discusión debería ser el “cómo”. Una discusión aparte, y que vale la pena dar independientemente del contexto es sobre el “para qué”.

(*) Directora y coordinadora del Programa de Instituciones Políticas de CIPPEC

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