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El camino a la Casa Blanca

06 noviembre de 2012

(Columna de Alejandro Tullio, Director Nacional Electoral, del mes de agosto. Algunos datos, es obvio, quedaron desactualizados. Aún así, hay datos valiosos para entender el sistema electoral estadounidense)

El sistema electoral de EE.UU. tiene elementos originales que explican la forma en la que toman decisiones sus gobernantes.

"La política exterior no es determinante en las campañas electorales de Estados Unidos, pero las elecciones son determinantes de la política exterior” (1)

Más allá de las preferencias y diferencias entre candidatos y las políticas hacia la región, conocer el particular sistema electoral de Estados Unidos brinda claves para comprender algunas líneas maestras de las decisiones que adoptan sus gobernantes. El próximo 6 de noviembre los ciudadanos inscriptos podrán votar por los candidatos a presidente y vicepresidente en las quinquagésimasséptimas elecciones de Estados Unidos, pero recién el 17 de diciembre los colegios electorales de todos los estados procederán a elegir presidente y vicepresidente.

Estados Unidos no sólo fue la primera república presidencialista de la Historia sino, también, una expresión de federalismo extremo, donde los estados subnacionales tienen un conjunto de competencias inusualmente amplio. Más que “una” democracia, es un entorno donde conviven un conjunto de estados subnacionales con sistemas democráticos levemente diferenciados. No existen en Estados Unidos ni una legislación electoral ?como nuestro Código Nacional Electoral (2) ? ni órganos electorales nacionales.

La elección está regulada por la legislación de cada estado en el marco de una previsión general contenida en la Constitución Federal, y las autoridades electorales son sus respectivas oficinas electorales, dependientes de las secretarías de Gobierno de cada Estado. La propia Constitución fija para el martes siguiente al primer lunes de noviembre en cada año electoral la fecha de elecciones. El mandato del presidente dura cuatro años a partir del 20 de enero siguiente y puede ser reelegido por una única vez. También se elegirán ese día 33 senadores, que representan un tercio del Senado, y 435 representantes, la totalidad de la cámara baja.

Asimismo, once estados eligen gobernadores. Los senadores se eligen por estado y los representantes por circunscripciones uninominales, por lo que no hay lugar en el Congreso para candidatos o partidos que salen segundos. Sólo los ganadores integran el Poder Legislativo. De esta manera se consolida el esquema bipartidista que caracteriza a Estados Unidos.

Asimismo, la atención generalizada se concentra en los dos principales contendientes, el presidente demócrata Barack Obama y el retador republicano Mitt Romney, sin perjuicio que hay candidatos de los partidos Verde (Jill Stein), Libertario (Gary Johnson), de la Constitución ( Virgil Goode) y de la Justicia (Rocky Anderson).

De todas maneras el sistema electoral, tanto de presidente como de diputados y senadores, restringe las opciones con viabilidad electoral al Partido Republicano y al Partido Demócrata, únicos con estructura suficiente como para sortear exitosamente las diferentes fases del complejo sistema electoral de los Estados Unidos. Efectivamente, al presidente y vicepresidente los eligen los colegios electorales compuestos por 538 delegados, por mayoría absoluta de 270 votos. Los ciudadanos de cada estado eligen una lista de electores constituida por la misma cantidad de legisladores federales en el Congreso. Estos electores se eligen según la reglas que establecen las respectivas legislaturas estaduales. En 48 estados y el DC se utiliza la fórmula mayoritaria, más conocida como “winner takes all”, o sea, el partido que obtiene mayor número de votos en el estado, obtiene la totalidad de los delegados de ese estado a los colegios electorales. Sólo en dos estados (Maine y Nebraska) los electores se eligen por circunscripción, según la cartografía utilizada para elegir a los representantes (diputados), y el ganador obtiene 2 delegados más.

Si ningún candidato alcanza los 270 votos electorales la elección se difiere a la Cámara de Representantes que, en un complejo mecanismo que asigna un voto a la representación de cada estado, elige presidente. En los colegios electorales los estados tienen un mínimo de tres electores y un máximo de 54. Por ello, quien gana por un amplio margen un estado pequeño puede obtener tres electores y quien gana por un margen estrecho estados grandes como California obtienen 54 electores.

De esta modalidad de elección deriva que la sumatoria de votos populares no determine la cantidad de votos electorales, que son los que tienen la capacidad de consagrar presidentes.

LOS ANTECEDENTES

Esta particularidad del sistema electoral ocasionó en tres oportunidades que candidatos con menor número de votos populares fueran elegidos: en 1824, John Quincy Adams sobre Andrew Jackson; en 1876, Rutherford B. Hayes sobre Samuel Tilden y en 1888, Benjamin Harrison sobre Grover Cleveland, sin contar la cuestionada elección del año 2000 entre George W. Bush y Al Gore. Sin embargo, el proceso electoral, como es público, ha comenzado con las batallas para la nominación de candidatos por los partidos políticos. El Partido Demócrata ha nominado únicamente al presidente Obama, por lo que celebrará directamente su Convención Nacional en Charlote, Carolina del Norte, entre el 3 y el 6 de septiembre próximos. El Partido Republicano también celebrará su convención en Tampa, Florida, a partir del 27 de agosto, donde Mitt Romney compite aún ?nominalmente? con Ron Paul, después de que se retiraran los demás precandidatos Rick Santorum y Newt Gingrich; pero los 2.286 delegados republicanos fueron elegidos en un complicado proceso que, según las normas de cada estado, se hace por dos sistemas: los “caucuses”, que se realizan en trece estados, y las elecciones primarias, que tienen lugar en treinta y siete estados.

Los “caucuses” son asambleas de los activistas políticos locales de cada partido en todo el estado, quienes seleccionan delegados a la Convención Nacional con mandato para apoyar a un determinado candidato. Las elecciones primarias tienen como finalidad elegir delegados a la Convención Nacional o manifestar su apoyo directo a una candidatura, y son verdaderas elecciones celebradas en cada estado en un mismo día. A diferencia de lo que muchas veces se afirma, las primarias pueden estar abiertas a todos los ciudadanos inscriptos en el registro electoral o limitadas a los afiliados a determinado partido, de acuerdo a la legislación de cada estado.

En su conjunto, las actividades electorales en Estados Unidos movilizan millones de personas y sumas ingentes de dinero, aunque la participación electoral popular es relativa. El voto voluntario y las características de un sistema electoral que obtura el pluralismo han generado una creciente abstención electoral, sin embargo, ninguna institución relevante de ese poderoso país cuestiona la legitimidad de los resultados ni el derecho de sus gobernantes a ejercer los poderes que la Constitución les otorga.

(1) Alejandro Tullio, en el panel “Elecciones Presidenciales en los Estados Unidos, particularidades de su sistema electoral” organizado por FUDEPA y la sección cultural de la Embajada de los Estados Unidos de América en Buenos Aires, 27 de abril de 2012.

(2) Con excepción de las regulaciones en materia de financiamiento electoral.

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