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20 septiembre de 2017

La proyección de bancas surgida de las primarias tendrá pocas alteraciones y sólo cabe esperar cambios importantes en la provincia de Buenos Aires

De mantenerse los resultados de las primarias, el interbloque Cambiemos contará con 106 diputados, el kirchnerismo con 68, el peronismo en sus distintas variantes puede superar los 40 y el volátil massismo tendría 23. En el Senado, Cambiemos avanzaría hasta las 24 bancas, el kirchnerismo tendría 9 y otros sectores del peronismo 28.

Pero, teniendo en cuenta los antecedentes, los porcentajes de las primarias no se mantendrán y cabe esperar una mayor polarización, premiando a los ganadores y castigando a los perdedores. Considerando, además, algunas encuestas recientes puede modificarse la distribución de bancas que proyectaron las primarias. En aquellas provincias en que se elige un menor número de diputados, el reparto de bancas sería igual pero en algunos distritos grandes puede haber cambios.

Una provincia para mirar con atención es Buenos Aires. En las primarias, se impuso Unión Ciudadana en la carrera por el Senado pero varias encuestas anticipan que se revertirá el resultado y por lo tanto sería Cambiemos la fuerza que incorpore a los dos senadores por la mayoría.

A nivel de diputados, si el espacio de Florencio Randazzo pierde apoyo como anticipan los sondeos, ya no incorporaría dos diputados como sugerían as primarias sino tan solo uno, en ese caso quedaría afuera Juan Abal Medina, número dos de las lista. De acuerdo a las primarias, el massismo colocaría en Buenos Aires cinco diputados pese a poner 13 en juego. Pero el candidato ubicado en el quinto lugar puede no acceder a la Cámara si la polarización se profundiza.

Otro caso en duda es el de Santa Fe ya que el peronismo obtendría tres diputados de mantenerse el resultado de las primarias pero como hubo competencia no es seguro que puedan retenerse todos los votos de la lista perdedora que encabezó Alejandra Rodenas. Por lo tanto, algunas encuestas anticipan que el peronismo cedería una banca que engrosaría a los socialistas que quedarían de esa manera con dos mientras que Cambiemos conservaría las cuatro que anticiparon las primarias. Otras provincias en las que puede haber cambios son Neuquén, La Pampa y Chubut. Pero en casi todos los casos, la diferencia no excede a un diputado por distrito de la hipotética distribución que proyectó el resultado de las primarias. Más allá de la cantidad de bancas, también es importante el contexto político en el cual comience el próximo legislativo. Si Cambiemos gana las elecciones de octubre, tendrá una enorme capacidad para impulsar su agenda tenga un diputado más o menos. De todas maneras, tendrá un número suficiente como para impedir que la oposición reúna los dos tercios, y además, le alcanzará con negociar con los diputados que responden a los gobernadores peronistas con más diálogo con la Casa Rosada para tener mayoría en Diputados. Por otra parte, el bloque kirchnerista perderá varios diputados de peso con varias batallas parlamentarias sobre sus espaldas en la provincia de Buenos Aires pero Cambiemos tampoco sumará figuras de peso en ese distrito aunque si lo hará en la CABA al igual que el kirchnerismo.

En el Senado, el kirchnerismo será minoría pero la dinámica política del cuerpo estará marcada por la presencia de Cristina Kirchner que tendrá una actitud de oposición firme y tratará de condicionar los acuerdos del Gobierno con los senadores peronistas más afines. Se encontrará, además, con Carlos Menem, uno de sus antecesores, y con su vice Julio Cobos. Después de mucho tiempo, el Senado se apresta a ser la cámara con mayor atractivo político

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