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El experimento liberal en CABA y PBA

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27 agosto de 2021

Por Juan Antonio Yannuzzi

Estas elecciones legislativas tienen, entre sus novedades, la presencia de espacios ideológicamente radicalizados que se esperanzan con romper la barrera porcentual de los dos dígitos. En la Ciudad de Buenos Aires es donde esa posibilidad tiene menos de ilusión y más de realidad. La alianza de un espacio libertario (exclusivamente en lo económico) con una fuerza nacionalista y conservadora (Nos) se consolida en el distrito porteño con el objetivo de conseguir al menos una banca en el Congreso.

El estadista consultó a dos expertos en análisis político, el consultor Carlos Fara y el politólogo Julio Burdman, para comprender mejor un fenómeno que tiene importantes semejanzas con procesos pasados pero que presenta alguna particularidades dignas de reflexión.

En los últimos diez años no hubo referentes exclusivamente liberales de peso en la política nacional, y el 2021 podría ser bisagra en este sentido. Sobre esa posibilidad Burdman aclaró que “en todo el Siglo 21 el espacio de pensamiento liberal que se ha orientado a reducir el peso de los impuestos y el tamaño del Estado estuvo representado en alguna medida por el macrismo y por Cambiemos. Ahora estamos asistiendo con el caso de Javier Milei, y en menor medida Ricardo López Murphy, a una a un renacer de un tipo de liberalismo conservador qué se emparenta mucho con la tradición de Alvaro Alsogaray en Argentina”.

La Ciudad de Buenos es históricamente el epicentro del voto liberal, sin embargo, el liderazgo de Milei genera algunas dudas con respecto a las continuidades de la tradición del liberalismo en Argentina. La influencia en los votantes jóvenes, producto de su discurso tendiente a expresiones antisistema, lleva a relacionarlo con expresiones del populismo de derecha a nivel mundial.

Este fenómeno tiene un primer obstáculo con la estrategia del oficialismo porteño de ampliar la coalición a los Republicanos de López Murphy en busca de atraer al votante liberal. En este sentido Burdman auguró que “la suerte de Milei en CABA va a depender mucho de su interacción con Vidal y López Murphy. Tiene que lograr que una porción de los votantes de Cambiemos dejen de apoyar a ese frente y apoyen a una nueva formación. No es fácil pero de eso se trata de la creación del nuevo partido político. Antes de que se materialice la candidatura de López Murphy el espacio de Milei estaba en torno a los 9 o 10 puntos en la Ciudad, lo cual le garantizaría el ingreso a la Cámara, pero desde que aparecen los Republicanos hay una incógnita sobre esto”.

De esta reflexión se desprende una pregunta de vital importancia para analizar a esta nueva expresión del liberalismo. ¿Podemos hablar de un solo tipo de votante liberal con expresiones partidarias liberales con métodos tan disímiles? el estadista consultó a Fara sobre este punto. El analista consideró que “sí, hay un votante liberal, y hoy vota a Milei, más que nada para no engordar la primaria de Juntos. Perfectamente puede ser 10% o 15%, de la misma manera que la UCeDe llegó al 22% en la elección del '89 en la Capital Federal”.

Por su parte, Burdman respondió que tiende a desconfiar de la idea del votante segmentado ideológicamente. “Tampoco me queda claro aún si el votante de Milei está completamente atraído por su posición programática o es más una canalización de un sentimiento antipolítica. Hay varios estudios que demuestran que detrás de los votos hacia partidos liberal/conservadores hay más descontento generalizado que adherencia ideológica. Esto se vio en los '80 el reaganismo y el thatcherismo o más recientemente en el caso del Partido del Brexit (libertario y nacionalista al mismo tiempo)”, señala.

En cuanto a la relación de Milei con el liberalismo tradicional, Fara comentó que el liberalismo histórico es “muy apegado a la Constitución, parece que lo de Milei está más por un lado anarcocapitalista. Es más una expresión de voto bronca contra el Estado y la clase política que un liberalismo tradicional, expresa más un fastidio coyuntural que una estructura política de largo plazo”.

Una limitación de la formación liberal-conservadora, que ambos analistas observan, es el anclaje metropolitano. La falta de proyección federal de la alianza no se debe exclusivamente a lo joven del espacio, sino que también afecta la característica urbana de su proyecto político. Esta limitación no tiene porque ser una condena, y dependerá de la estrategia una vez conseguido el posicionamiento parlamentario. Todo parece indicar que estas expresiones liberales conseguirán representación, tanto por la Ciudad como por la provincia de Buenos Aires, pero el peso real de estas bancadas estará condicionado por la composición final de la Cámara de Diputados.

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