La Cámara de Diputados rechazó el Presupuesto luego de un prolongado debate. Después del cuarto intermedio, todo indicaba que habría un cuarto intermedio hasta el martes o una vuelta del proyecto a comisión para lograr un acuerdo.
Esa iniciativa se las había transmitido Sergio Massa a los jefes de bloque. La propuesta generó mucho debate dentro de Juntos por el Cambio con muchos radicales y la Coalición Cívica con una actitud más conciliadora y la mayoría del PRO y radicales del bloque de Evolución con una posición más dura y con la intención de rechazar el Presupuesto aprovechando la mayoría que se había logrado. Finalmente, la moción fue presentada por la oficialista Cecilia Moreau y avalada por Carlos Heller a pedido de la oposición.
Sin embargo, cuando se avanzaba en esa dirección, y con Juntos por el Cambio con un equilibrio interno muy frágil, Máximo Kirchner pronunció un inoportuno discurso, muy agresivo, que galvanizó a la oposición y la llevó a retirar el apoyo a la moción de pasar a un cuarto intermedio. Se votó la moción y fue rechazada y por lo tanto Massa tuvo que reanudar la sesión. Allí Kirchner sostuvo que no tenía sentido continuar con el debate y propuso que se votase el despacho de la mayoría que resultó derrotado.
Desde ayer a la tarde, a medida que se fue conociendo la posición de los diputados de los bloques más pequeños, era evidente que no se iban a lograr los votos para aprobar el Presupuesto, pero aún así el oficialismo decidió seguir adelante. Pero cuando quedó claro, luego de múltiples negociaciones, que no lograría los votos para aprobar el Presupuesto, apareció la propuesta de Massa.
La actitud del oficialismo que lo llevó a una derrota puede considerarse un acto de impericia con pocos precedentes. Pero también quedó claro que, al quedar en minoría, el Gobierno prefirió perder y prorrogar por decreto el actual Presupuesto a ceder a los pedidos de la oposición para modificarlo.