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Los próximos pasos de Sergio Massa

25 octubre de 2013

Superado con creces el examen electoral, el tigrense comenzará sin prisa, pero sin pausa, el armado nacional del Frente Renovador. Los intendentes de otras provincias serán el eje de la construcción.

"Esperando a Massa” fue el título de tapa de el estadista en los primeros días de febrero de este año. “Massa cambió todo”, el de finales de junio, cuando el intendente decidió jugar, y “El plan de Massa” el de esta edición. Sergio Massa, y su Frente Renovador (FR), son el principal emergente de este ciclo electoral que, para algunos, comenzó en 2011 y, para otros, el pasado domingo 27. De lo que no hay dudas es que recién terminará en el lejano octubre de 2015.

El primer paso dejó más que satisfechos a los integrantes del FR: una victoria contundente y una brecha considerable con el Frente para la Victoria (FpV). Se impuso en 20 de los 24 municipios del conurbano y en las ocho secciones electorales.El trabajo en el territorio dio sus frutos y la gente acompañó. La victoria bonaerense, por el tamaño del distrito y la contundencia del resultado, le dan una dimensión nacional imposible de soslayar.

Los 3,7 millones de votos se traducen en nada menos que 17 puntos a nivel nacional, lo cual da rienda suelta a la futurología massista. “Sacamos más votos que el FAP en todo el país en 2011. Con diez o doce puntos más ya entramos al balotaje”, se entusiasman los futurólogos, y ni qué hablar de los que sueñan con una victoria en primera vuelta. El ex jefe de Gabinete y figura central del nestorismo, Alberto Fernández, ahora enrolado con el tigrense, también se entusiasma con la futurología a tal punto que barrió de un plumazo a dos de sus competidores. Por un lado, dijo que “Massa ya le ganó a Scioli”, presentando a la elección del 27 como una virtual interna peronista entre DOS y +a. Al otro que barrió fue a Mauricio Macri. “Massa sacó el doble de votos que Macri en todo el país”, añadió.

Los vaticinios, si bien verosímiles, son apresurados y no necesariamente compartidos por todos los massistas,en un país en el cual los pronósticos políticos errados no son la excepción sino la regla. Mejor, volvamos al presente.

El poder institucional conquistado no es lo que más entusiasma a la tropa massista. El Congreso no será la arena de construcción, aunque tampoco se descuidará. En principio, en la Cámara Baja el FR será un actor de reparto más, con un bloque menor al del FpV, la UCR, y similar al del PRO y del variopinto interbloque del FAP. Pese a la sangría de los tres legisladores del PRO que ingresaron con la boleta renovadora, entrarían 13 renovadores por la PBA el 10 de diciembre. El FR ya cuenta con 11 legisladores (algunos se irán en diciembre) y sumará, o se acercarán, a otros más que ya están en la Cámara o llegarán en diciembre, por ejemplo, el chubutense Mario Das Neves, junto a su acompañante de lista, quien superó los 50 puntos en su terruño y ya picó en punta para recuperar el cargo que ocupó entre 2003 y 2011. En tanto, en el Senado el FR no tiene interlocutores formales todavía, aunque han trascendido sus encuentros con algunos senadores, como Carlos Reutemann, y ya se prepara el terreno para otros, por ejemplo, con el senador electo por Neuquén, el sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, con buenas perspectivas de suceder a Jorge Sapag dentro de dos años. El armador del desembarco massista es el ex gobernador pampeano Carlos Verna. Se abrirán, en todos los casos, canales de diálogo pero no se precipitarán acuerdos.

Lo que más entusiasma a los renovadores es que cuentan con un líder que, afirman, es mucho más que un mero vehículo efímero del descontento creciente con el Gobierno, como lo supo ser Francisco de Narváez en 2009. “Tenemos un líder conocido, joven y con credenciales electorales probadas”, sostienen.“Y es argentino”, rematan. Con este escenario, las perspectivas de la construcción lucen promisorias. Ganar elecciones, se sabe, atrae.

PRIMER ACERCAMIENTO

Naturalmente, donde más se sentirá la irrupción del FR será en el territorio bonaerense, donde consiguió 13 senadores, 16 diputados diputados provinciales y anida su poder territorial. Con estos números, el massismo potenciará el desembarco “por abajo” en la provincia. El dedo de Massa será crucial para ganar en 2015. La provincia, además, representa un cofre de votos cruciales para alimentar el sueño“Massa 2015”y para elegir entre los renovadores al sucesor del “porteño transplantado” que ocupa el sillón de Dardo Rocha desde 2007. Ya hay varios intendentes del FR que se anotaron para un cargo que, confían, ya es suyo. Sin embargo, los efectos de su desembarco serán palpables mucho antes.

Con semejante poderío legislativo, esperan poder tener mucha mayor incidencia en la agenda bonaerense. Por ejemplo, pidiendo más recursos para los municipios, al son de las nuevas responsabilidades de gestión que han asumido los jefes comunales. Buscarán ejercer también un control mucho más agresivo sobre la gestión de Daniel Scioli, a quien ya le han comenzado a apuntar sus dardos (ver contratapa). Es que DOS, el hombre de “amianto”, si bien no logró apuntalar la candidatura de Martín Insaurralde, sigue midiendo bien en las encuestas y es uno de los principales obstructores del crecimiento massista. Si Scioli logra encolumnar detrás suyo a la mayoría del peronismo, Massa, y otros más, deberán preocuparse.

EN EL LLANO

El 10 de diciembre Massa asumirá como diputado nacional de una bancada de alrededor de 20 escaños aproximadamente, aunque podrían ser más. Aún en el escenario optimista, será una fuerza insignificante para alterar el amperímetro legislativo en un Congreso aún dominado por el FpV. El margen de acción del FR allí luce acotado.Cerca de Massa dicen que no es un amante de la tarea legislativa (y su trayectoria política lo atestigua) y que será un diputado raso más dentro del bloque del FR. Si bien reconocen que +a es quien mejor podría conducirlo, creen que allí podría diluirse, máxime si no consigue logros.

Por ahora, no hay nada definido y se barajan distintos nombres. Uno es el de la combativa Graciela Camaño, con mandato hasta 2015, y esposa de Luis Barrionuevo, uno de los mentores políticos del tigrense. Aportaría conocimiento legislativo, pero escasas credenciales “renovadoras”. Otro es el de Darío Giustozzi, necesitado de levantar su perfil político hacia 2015 para apuntalar su sueño gubernativo. Difícilmente Massa pueda mantenerse en la cresta de la ola desde esa banca en el Congreso una vez que baje la espuma poselectoral y el foco retorne al Gobierno y la coyuntura. Tampoco queda claro cuánto activismo legislativo le impondrá el FpV al Congreso.

Los más optimistas creen que la banca será una boca de expendio más para Massa, que usará sólo en votaciones claves y de mucha visibilidad. “Seguirá siendo el intendente virtual de Tigre”, dice un armador. Cuando se le preguntó sobre el riesgo de que su capital electoral se esfume, como le ocurrió a Francisco de Narváez, contestó: “Yo soy un militante político”. Un mensaje para Las Cañitas y, por elevación, Bolívar 1, sede del Gobierno de la Ciudad pero, sobre todo, un anticipo de su hoja de ruta.

Massa deberá demostrar, asimismo, cómo maneja la presión, los carpetazos y las críticas que saldrán desde la Casa Rosada y, más temprano que tarde, desde otras fuerzas. Algunos exabruptos discursivos recientes y su aspereza en los vínculos interpersonales podrían ocasionarle algunos tragos amargos a su celosamente cuidada imagen.

DISCURSOATRAPA TODO

El discurso massista seguirá haciendo eje en los temas de mayor preocupación ciudadana, alejado del tremendismo apocalíptico y con ese lenguaje simple (por ejemplo, gusta decir “chorros” y no delincuentes) con el que se mueve cómodamente en escenarios atípicos para los políticos, por ejemplo, haciendo fideos con Maru Botana o tomando unos drinks con Alejandro Fantino. Como ocurrió con las modificaciones al Impuesto a las Ganancias, en el FR confían en que podrán seguir imponiendo temas de agenda y, eventualmente, capitalizar las decisiones que tome el Gobierno. O que ya no pueda intentar:“La re-re se archivó porque ganamos la provincia”, le dijo el diputado electo Adrián Pérez a el estadista.

Por eso, tanto la inseguridad como la inflación seguirán vertebrando el discurso massista, dos cuestiones (especialmente la primera) que difícilmente desaparezcan del podio de las preocupaciones ciudadanas. Seguirá siendo un discurso programático atrapa todo (catch-all, en inglés), con eje en temas concretos e impronta des-ideologizada y ubicado en el centro de la dimensión izquierda-derecha, como sostiene el politólogo canadiense, y experto en la Argentina, Pierre Ostiguy. Insípido y vacío, dicen sus opositores. Por supuesto, esa línea discursiva no podrá mantenerse siempre y, muchas veces, deberá dar decisiones precisas o mandar a voceros para decir cosas cuyos efectos políticos no serán neutrales.

ECONOMIA Y ESTADO

Sus asesores económicos descartan que la economía crezca en 2014-2015 como en 2010-2011 y, por lo tanto, creen que podrían sumarse temas de esa índole, como el empleo, los salarios y el crecimiento, al discurso massista. Los renovadores están, en términos conceptuales, cerca de las ejes rectores que orientan el modelo (Massa se reconoce keynesiano) y defienden, como buena parte del arco político, la AUH pero también otros mecanismos puestos en marcha por el kirchnerismo que no todos los opositores rescatan, como las paritarias o la movilidad e inclusión jubilatoria.

Pero también habrá críticas, más liberales y selectivas, al intervencionismo discrecional en algunas áreas, como en la política agropecuaria y hacia los funcionarios más identificados con ellas, por ejemplo, Guillermo Moreno.

Massa ha convocado a un equipo compuesto por economistas conocidos como Martín Redrado o Miguel Peirano y otros menos, como Marco Lavagna (hijo de Roberto) y Ricardo Delgado, que le otorgan visibilidad y solidez técnica a las propuestas económicas, algunas de las cuales ya presentó en sociedad, y otras que seguirá haciendo sobre temas de impacto, como el empleo joven. También operarán como interlocutores, junto al locuaz y ahora diputado Ignacio de Mendiguren, con un empresariado que aún observa con dudas al tigrense por su carácter, que tildan de demasiado audaz y su pasado, ya que estaba en el Gobierno cuando se tomaron algunas de las medidas más repudiadas por los hombres de negocios. “Lo ven muy parecido a Néstor”, escribió recientemente uno de los periodistas que más conoce las confidencias de los empresarios. El equipo buscará dar la idea de “cambio seguro”.

A Massa, y a todos los que tienen ganas de llegar a la Casa Rosada, les conviene que el Gobierno haga la tarea sucia, o una parte de ella, antes de 2015. Lejos de los pronósticos apocalípticos, quienes asesoran a Massa sostienen que no habrá crisis económica pero advierten que, dependiendo de la hoja de ruta del Gobierno, el deterioro de las principales variables podría deteriorarse bastante más hasta 2015 y dejarle una agenda poco feliz para comenzar un mandato.

En los próximos días Massa viajará al exterior, recorrerá varios países y se reunirá con diversas empresas. Hugo Haime, uno de sus consultores estrellas, habla de la faceta “ejecutiva-protectora” que irradia el tigrense, una característica que comenzó a forjar de la ANSeS y luego potenció desde la intendencia, y que va más allá de lo económico. Tiene que ver, más en general, con la responsabilidad que le cabe al Estado en la provisión de bienes públicos (como salud, educación, transporte y seguridad), consenso que el kirchnerismo construyó y que buena parte de la población defiende. Por más que le enrostren su pasado ucedeísta, Massa cree en la presencia activa del Estado.

+ JOVEN

Se suele hablar de la corta edad de Massa para referirse al extenso recorrido político que aún le queda. Es cierto, pero sus escasos 43 años tienen otro significado que lo diferencia claramente entre la fauna de presidenciables: la estructura demográfica del electorado. “El 30% de los electores tiene menos de 30 años, el 50,2% no llega a cumplir los 40 años de edad al momento de votar, mientras 6 de cada 10 electores al ejercer el sufragio en 2013 tendrá 45 años o menos”, calculó el sociólogo Artemio López para esta elección. De los dirigentes nacionales en danza para 2015, Massa se destaca como el más joven y, potencialmente, quien mejor pueda conectar con el electorado sub- 45 y, especialmente, sub-30, quienes tienen un set de demandas que la dirigencia política no siempre capta.

Estudios preelectorales del consultor Enrique Zuleta muestran que el voto potencial a Massa en la provincia es“más conservador”, es decir, crecía con la edad y era más alto entre las mujeres. Por eso, es probable que la referencia a “los pibes” sea otra expresión que empiece a recorrer con más asiduidad su discurso.

LA CONSTRUCCION

La imagen y el discurso son importantes, pero el territorio más. El plan maestro para llegar a Balcarce 50, reconocen los massistas, no está definido. Entre las pocas certezas, hay una línea de construcción que sí se profundizará: la suma de intendentes, y no sólo bonaerenses sino de todo el país y de todos los partidos, al espacio. Algunos hablan de una “liga de intendentes”, en contraposición a la recientemente revitalizada “liga de gobernadores” y, otros, de exportar el modelo del FR al resto del país.

A Tigre seguirán llegando intendentes de toda la Argentina, y el tigrense sumará kilómetros de vuelo también. Massa tiene buenas relaciones con el radical Ramón Mestre, intendente de Córdoba, y el ascendente peronista Martín Llayorá, jefe comunal de San Francisco, que obtuvo 130.000 votos en las primarias de agosto y sorprendió a más de un dela- Massa buscará ampliar la lista de intendentes que integran el Frente Renovador sotista; el catamarqueño Raúl Jalil, intendente de la capital provincial; el rionegrino Martín Soria, intendente de General Roca; los riojanos Ricardo Quintela, intendente de la capital provincial e Ismael Bordagaray, de Famatina; el mendocino Carlos López Puelles, de Luján y el pampeano Juan José Rainone, de General Pico.

Son sólo algunos de sus colegas con los que habla y que lo han tomado como referencia. Saltar de una intendencia a las grandes ligas nacionales es un trayecto audaz y el tigrense, piensan muchos de sus colegas, parece haber encontrado la receta. Massa tiene una lista de 105 intendentes de ciudades con más de 60.000 habitantes con los cuales piensa reunirse próximamente para compartir experiencias de gestión y establecer convenios. El mascarón de proa será el think-tank de ideas de política públicas que creará el massismo y a la que le faltan los detalles finales. Será otra boca de expendio para la plataforma del FR.

Por ahora, no habrá diálogo con los gobernadores. Más que sus adscripciones partidarias, lo que los une es su juventud, sus credenciales como gestores y su ambición de jugar en las grandes ligas provinciales. Pero no todos tienen las espaldas financieras como para jugar en contra del Gobierno Nacional y el provincial al mismo tiempo y, en simultáneo, evitar enfrentar problemas de caja. Pero Massa tampoco los presionará para que saquen los pies del plato. En definitiva, si a ellos les va a mal, el tigrense perderá aliados.

En muchos casos, los negociadores del FR escucharán “un gusto, volvamos a hablar a finales de 2014 o comienzos de 2015”. Para muchos de ellos, el modelo de construcción municipalista del FR (cuyo padre intelectual, reconocen varios massistas, fue el propio Néstor Kirchner) es un método para defender sus intereses y crecer.

También entran en la agenda massista dirigentes “con peso territorial” pero que hoy no ocupan cargos de gestión. Un ejemplo es la santafesina María Eugenia Bielsa, que ya tendió puentes de contacto con Tigre y tiene ganas de arribar a la Casa Gris en 2015.

Por ahora, la estructura formal del PJ no es un objeto de deseo para Massa. “El PJ lo necesita más a Massa, que él al PJ”, apunta un massista y pone como ejemplo el guiño que recientemente le hizo Miguel Angel Pichetto, otro de los ganadores de las elecciones, al decir que no es un traidor y que le gustaría que juegue por adentro. En este eje (peronismo-antiperonismo), dice Ostiguy, Massa también se coloca en el medio, tratando conseguir votos de todos lados. Aunque, advierte, puede no ser estable su posición. El no-peronismo buscará ubicarlo en el peronismo (por ejemplo, diciendo que su candidatura es parte de la interna del PJ) mientras que desde el peronismo buscarán colocarlo afuera.

Massa ya comenzó el salto nacional y tiene un plan con trazos gruesos definidos. Sin prisa pero sin pausa, de la misma manera en que pergeñó el lanzamiento del Frente Renovador, seguirá trabajando para llegar a la Casa Rosada en 2015 y atendiendo llamados desde su inseparable smartphone. Por ahora, es la hora de sumar. El lanzamiento nacional se hará (o no), con encuestas en mano, mucho más adelante.

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