(Columna de Rodrigo Pérez)
A contramano de gran parte del país, el FpV obtuvo una victoria similar a la de 2011. La interna radical y la sorpresa del FAP.
Desde fines de los '80 y hasta hace poco tiempo, el Partido Justicialista primero y el Frente para la Victoria después, obtenían triunfos en casi todo el país, excepto en Río Negro, donde elección tras elección ganaba el radicalismo. Río Negro era la única provincia en la que no habían gobernando desde 1983. Eso cambió a partir de septiembre de 2011. Hasta 2011, el radicalismo la había gobernado durante 28 años. Ahora, todo cambió: en casi todo el país se dieron derrotas del Frente para la Victoria, excepto en algunas pocas provincias: una de ellas es Río Negro, donde el FpV casi repitió los resultados logrados en la elección anterior.
El Frente para la Victoria logró un amplio triunfo con varios ganadores. Por un lado, el senador Miguel Pichetto, quien le proporcionó al kirchnerismo uno de los mejores resultados del país con el 42% de los votos. También se alistó entre los ganadores Alberto Weretilneck (uno de los pocos gobernadores oficialistas que ganó) y otro ganador fue el intendente de la ciudad de General Roca, Martín Soria, quien logró que su hermana María Emilia encabece la lista de diputados nacionales. El terceto Pichetto-Weretilneck-Soria logró un triunfo similar al de hace dos años.
Los números para el gobierno provincial son alentadores, y muy cercanos en cantidad de votos de aquella elección del 25 de septiembre de 2011 cuando la fórmula compuesta por Carlos Soria y Alberto Weretilneck logró 162.000 votos (si bien el porcentaje fue de 47%, cinco puntos más que en esta elección).
EL RADICALISMO
Otra particularidad de la elección rionegrina fue la primaria radical en la que se decidió que Miguel Saiz, último gobernador de la UCR en la provincia, será el candidato para el Senado, con una diferencia de 7.000 votos sobre el segundo. El radicalismo determinó sus candidatos en una interna con tres postulantes: el ganador, que´logró su triunfo gracias a la amplia diferencia a su favor en General Roca (donde obtuvo 18.000 de los casi 35.000 que logró en toda la provincia); Fernando Chironi, ex diputado e intendente de la ciudad de Viedma y Horacio Massaccesi, ex gobernador y candidato presidencial en 1995, quien en sus actos reivindicaba los orígenes del partido apelando a las estrategias de los actos partidarios del alfonsinismo en 1983. Entre los tres candidatos del radicalismo reunieron 25%.
Río Negro fue una de las pocas provincias donde la UCR dirimió sin alianzas y entre tres opciones sus candidatos. En otros distritos, en tanto, tuvo alianzas de todo tipo. Tene ahora por delante un reacomodamiento de sus filas, porque deberá buscar acuerdos y pensar en líeas de acción conjuntas para poder rearmar su estrategia y realizar una buena elección que les permita mirar con entusiasmo hacia 2015.
Los contextos provinciales arrojan particularidades de todo tipo. El Frente Amplio Progresista en otras provincias fue en alianza con el radicalismo, incluso el presidente del partido radical, Mario Barletta, acompañó a Hermes Binner, principal referente nacional del FAP, en Santa Fe. En Río Negro esta posibilidad era inimaginable.
LA SORPRESA DEL FAP
El Frente Amplio Progresista, fue la sorpresa de las primarias rionegrinas con el 18% de los votos (si bien en el 2009 había logrado 24 %). Llevó como candidata a Magdalena Odarda, actual legisladora provincial, quien tratará de disputarle votos al radicalismo y lograr el segundo lugar en octubre. Rompería en ese caso con el bipartidismo en la provincia, algo que no ocurre desde 1973 cuando el Partido Provincial Rionegrino logró el segundo lugar detrás del justicialismo.
Repasando el papel que cumplieron las terceras fuerzas en Río Negro podemos observar que en la votación de 1987 el Partido Provincial Rionegrino logró 39.000 votos, obteniendo una diputación nacional y siete bancas de legisladores provinciales. Otra elección en la cual una tercera fuerza tuvo un gran desempeño fue la del año 2003 cuando la Alianza Encuentro para los Rionegrinos, cuya fórmula estaba compuesta por Julio Arriaga y Graciela Di Biase, obtuvo casi 49.000 votos. Además, en esa contienda el MARA, que llevó como candidatos a los ex intendentes de Viedma y General Roca, Eduardo Rosso y Ricardo Sarandría, respectivamente, logró 25.000 votos. Más allá de estos momentos nunca se pudo romper desde 1983 el bipartidismo en Río Negro.
CAMINO A OCTUBRE
El FpV apuntará a consolidar o mejorar su producción; el radicalismo tratará de conservar los votos de las primarias y sumar algunos más para la candidatura de Saiz y poder también renovar la banca en la Cámra de Diputados. El FAP, con Odarda, buscará captar los votos de la interna radical que no apoyarían a su ganador de la primaria y así lograr la banca al Senado.
BARILOCHE
La provincia se encamina hacia otra elección, esta vez en la ciudad de mayor población. El 1º de septiembre se elegirá al intendente de San Carlos de Bariloche quien deberá completarel mandato del destituido Omar Goye. Competirán el Frente para la Victoria, que impulsa a la actual intendenta interina María Eugenia Martini; el Frente Grande, que promueve al concejal Carlos Valeri; Gustavo Gennuso, por el Partido Pueblo en alianza con el socialismo y CC-ARI; Adolfo Fourés será el candidato de SUR; Claudio Lueiro del PPR en coalición con PRO-Recrear y el peronismo federal y Hugo Castañón por la UCR. Por último, el 27 de octubre será la elección donde competirán todos los que pasaron con éxito el 11 de agosto, y se elegirán a los 3 senadores y 2 diputados nacionales que representarán a la provincia.