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Una fórmula amarilla es la primera opción de Macri

01 abril de 2015

Quién acompañará a Mauricio Macri en la fórmula es una gran incógnita. Tiempo atrás el ministro de gobierno Emilio Monzó abogaba para que el lugar de vicepresidente quede vacante para “tentar” al radicalismo a confluir con el PRO.

Después de la Convención radical, que selló la alianza de la UCR con la Coalición Cívica y el PRO, Macri declaró que el que lo acompañe en la fórmula presidencial no será un miembro del partido centenario.

La figura del acompañante del actual jefe de Gobierno tiene la función de sumarle votos a la fórmula de la CABA. Lo puede hacer tanto porque aporte los votos de algún sector o porque su designación muestre rasgos positivos del candidato ?como la amplitud de criterio? como ocurrió con Macri cuando eligió a Gabriela Michetti como compañera de fórmula en 2007. Por eso, con fines analíticos, conviene repasar que aportaría cada candidato a vicepresidente en los términos que Mario Serrafero describe en La política en los tiempos de los Kirchner (De Luca, Malamud; 2011).

Las fórmulas posibles son dos: la amarilla y la búsqueda por el peronismo no oficial. Mientras que el binomio que consolide una coalición junto a su mayor socio (PRO-UCR) parece perder terreno en los últimos días.

LA FORMULA AMARILLA

En este escenario ?el preferido por Macri? hay distintas posibilidades: el que pierda en las PASO de Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta o Gabriela Michetti; hombres con perfil joven, relaciones con el peronismo, conocidos y con cargos importantes, Diego Santilli (actual senador nacional) y Rogelio Frigerio (presidente del Banco Ciudad); o una mujer que demuestre diversidad, como sería María Eugenia Vidal. También se mencionó a Anita Martínez, precandidata a Intendente de Rosario por el PRO puede ganar su lugar. Los más mencionados fueron alguna vez candidatos en la Capital Federal (Larreta 2003, Michetti 2007, 2009 y 2013, Santilli 2013, Frigerio 2011 y Vidal 2011).

Este tipo de fórmula (con mucha experiencia en la gestión) tiene como factores positivos que afianza al partido, le da todo el poder a Macri , asegura la lealtad entre los integrantes y garantiza la coherencia en términos ideológicos. En cambio, en caso de concretarse está sería una fórmula territorialmente desequilibrada ya que tanto Macri como las figuras del PRO son oriundas e hicieron política en Capital Federal o la provincia de Buenos Aires.

BUSQUEDA POR EL PERONISMO NO OFICIAL

Esta es la opción que hoy se estaría imponiendo después de que el dos veces gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann, sellará su apoyo al PRO. Si el binomio encabezado por Macri logra superar a Sergio Massa en las PASO los peronistas no oficialistas no verían con malos ojos encolumnarse detrás de un ganador no kirchnerista. En caso de concretarse, ésta sería una formula territorialmente equilibrada (CABA-Santa Fe). Como aspecto negativo se puede esgrimir que no está garantizada la lealtad del vicepresidente (todos los candidatos temen la “gran Cobos”) y es difícil asegurar que el proyecto de país de Macri y el de Reutemann sea el mismo.

FÓRMULA DE COALICIÓN

Hasta hace un tiempo se especulaba con que Ernesto Sanz o algún dirigente radical del interior sería candidato a vicepresidente. Pero esa alternativa nunca fue propiciada por Macri y quedó descartada. El motivo es que la UCR nunca aceptaría orgánicamente integrar una fórmula que tenga a Macri en el primer lugar. Por lo tanto, su compañero de fórmula sería un radical “a título individual” y que sería cuestionado por el resto de sus correligionarios. De esa manera, Macri quedaría envuelto en la interna radical sin ganar mucho a cambio. El aspecto más negativo de esta opción es que, según las encuestas que mandaron a hacer desde el PRO, un candidato radical no solo no le sumaría votos a Macri sino que podría volcar a una porción del electorado a otro candidato opositor.

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