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Varios conocidos y un regreso

04 julio de 2013

(Columna de Adolfo Ruiz / Twitter: @adolruiz)

El oficialismo cordobés y el radicalismo parecen encaminados a polarizar la contienda. La vuelta de “Mingo”.

Al igual que en resto del país, también en Córdoba el cierre de las listas para las PASO terminó con las incógnitas y puso en la arena del juego a las principales figuras que entrarán en disputa. Como en toda elección “intermedia” , quienes más ponen en juego sobre la mesa son los oficialismos. En este caso en particular es el gobernador José Manuel de la Sota el que necesita de maner imperiosa un claro triunfo, si es que pretende mantener vivo su afán de llegar con chances a 2015.

Atento a esto, y haciendo cierto equilibro entre las fuerzas internas de su coalición Unión por Córdoba (controlada por el PJ local antikirchnerista), el gobernador sentó en la cabeza de la lista a su antecesor Juan Schiaretti, hombre que le asegura el grado de conocimiento y caudal de votos necesario como para festejar un triunfo. Aún con causas judiciales sobre su espalda -la más emblemática es por los presuntos sobresueldos cobrados durante el menemismo?, Schiaretti se las arregla para capear esos resabios de imagen negativa y capitalizar lo que dejó al finalizar su mandato en 2011. Una gran cantidad de obra pública y muy visible en la ciudad de Córdoba, una “prudente” distancia con el kirchnerismo aunque sin quebrar vínculos y buena llegada con los sectores industriales.

A todo lo que pueda traccionar Schiaretti por su propio peso, la alquimia diseñada por el mandamás De la Sota le agregó una outsider de la política que seguramente aportará un respetable caudal de votos. Se trata de Blanca Rossi, quien hace sólo unos meses puso fin a una larga carrera de locutora de Cadena 3, donde hacía de ladera de Mario Pereyra, el periodista radial más escuchado de la provincia. Durante décadas la voz de Blanquita (como todos la conocen) se ha metido en miles y miles de hogares cordobeses, con una gran frescura y espontaneidad. Claro que ?sin desmerecerla? sus aportes han sido, por lo general, recetas de cocina, trucos para quitar manchas, recomendaciones para la escuela, y no mucho más. Es cierto, el suyo es un vuelo bajo, pero por esa misma razón, muy dotado de frescura, espontaneidad y carisma. Combinado todo eso en una lista peronista, pocos dudarían en reconocerle mérito a De la Sota por haber logrado convencerla.

La dupla Schiaretti-Blanquita asoma como un tractor. Quizás no seduzca mucho más allá del electorado peronista, pero garantiza que no habrá fuga de votos, lo cual implica asegurar un piso por encima de los 30 puntos. Para una elección legislativa y con candidaturas atomizadas, alcanza para ganar cómodamente.

El peronismo tendrá otra lista en las PASO, la encabezada por el intendente de San Francisco, Martín Llaryora. Se trata de un joven dirigente peronista con interesante proyección en el interior cordobés, y que estratégicamente navega entre las posiciones anti y las posiciones pro, tanto en relación a De la Sota como en lo que hace al Gobierno Nacional. Con ello, su participación en las PASO sólo tiene por fin “contar la tropa” para una futura negociación.

TERCER MANDATO

El gran retador será otra vez el radical Oscar Aguad, que buscará así su tercer mandato en la Cámara Baja. “El Milico” fue quien se adjudicó las últimas legislativas allá por 2009, pero naufragó estrepitosamente cuando se postuló a gobernador en 2011. Esto llevó a que muchos analistas políticos mediterráneos coincidan en que “a la gente le gusta Aguad, pero como legislador” . Verdad irrebatible, por el momento. Aun así, detrás de esa postulación se esconde una interna burbujeante dentro del partido radical, donde el liderazgo de varios “caciques” derivó en la presentación de tres listas diferentes.

La UCR no termina de acomodar sus fuerzas aun cuando vislumbra la posibilidad cierta de disputar la gobernación en 2015 con Ramón Mestre (h) como candidato. Incluso con los internismos del peronismo y el radicalismo, el hecho de contar ambos con cabezas de lista muy reconocidas favorecería cierta polarización y permitiría a cada una de las fuerzas alzarse cada una con, al menos, tres de las nueve bancas en juego.

EL RESTO

Por detrás del bipartidismo más clásico aparecen otras fuerzas que apuntarán a repartirse las otras tres bancas en juego. Es por el momento una incógnita el desempeño que tendrá la lista del Frente para la Victoria, que lleva como cabeza a la ex rectora de la cuatricentenaria Universidad Nacional de Córdoba, Carolina Scotto. Se trata de un nuevo intento del kirchnerismo local por hallar un referente que los aglutine. En esta ocasión la lista reúne dirigentes de renombre (el segundo es Martín Gill, ex rector de la Universidad de Villa María) y con poco componente peronista (a excepción de algunos intendentes PJ-K).

El objetivo concreto pasa por superar el 15% de los votos, techo histórico que el kirchnerismo de la docta no logra perforar cuando va solo. El limitante será el bajo conocimiento de la figura de Scotto entre la población no universitaria.

Con un perfil llamativamente bajo, y prácticamente una claudicación de antemano, el juecismo vuelve a sorprender con la candidatura de un desconocido para la gente. Si bien Ernesto Martínez, cabeza de lista del Frente Cívico- FAP en Córdoba, está completando su mandato como diputado nacional, su carácter técnico y su poco carisma hacen de antemano pensar que los votos no lo acompañaránmasivamente. Otra fuerza que deberá conformarse con lograr un diputado (aunque pone en juego tres bancas).

No es nada despreciable el caudal de votos que pueda llegar a reunir la concejala Olga Riutort, con su partido La Fuerza de la Gente, con gran territorialidad en la ciudad capital (donde le roba caudal de votos al PJ), pero debutante absoluta en la esfera provincial.

Menos chances se vislumbran para el ex árbitro de la AFA, Héctor Baldassi, reclutado por Mauricio Macri para intentar una proyección del PRO en esta provincia. El escenario para “la Coneja” es algo más complicado, porque los tradicionales socios del PRO en Córdoba se han incorporado a las filas de Unión por Córdoba. Por esa razón su mayor expectativa está en los votos que le pueda “robar” a los votantes del radicalismo.

Para el final queda la sorpresa mayor: el retorno de Domingo Cavallo a la política vernácula. Sin lugar en su propio partido, el ex superministro de Economía disputará una banca de la mano del frente Es Posible, de los puntanos Rodríguez Saá, con gran llegada sobre todo en el sur de la provincia. Y atención, porque en las últimas dos elecciones, esta fuerza siempre logró “meter” una banca. Si habrá “paladar” para que esos mismos votantes se inclinen por “Mingo” es una de las tantas incógnitas de las PASO. Por suerte, agosto está a la vuelta de la esquina.

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