Massa orientará su campaña hacia el centro, por lo tanto, contraponerle una candidatura radicalizada como la de Patricia Bullrich significaría resignar la pelea por el votante moderado. A Bullrich le resultaba más funcional para su estrategia discursiva una elección polarizada contra Eduardo de Pedro.
A su vez, en la presentación de listas para la provincia de Buenos Aires se observaron diferencias con relación a las fórmulas presidenciales. Al llevar a Gerardo Morales de candidato a vice, Larreta transmite la sensación de que apunta a un gobierno de coalición llevando como compañero de fórmula al presidente de la UCR.
Por el contrario, Bullrich demostró que privilegia la idea de un gobierno homogéneamente halcón al integrar la fórmula con Luis Petri que no tiene ninguna relevancia en la estructura radical.
En Buenos Aires, se produjo el fenómeno inverso porque hay mucha más presencia radical en la lista de Bullrich. Mientras que Diego Santilli lleva de segundo al volátil Gustavo Posse, que se fue y volvió varias veces a la UCR, Néstor Grindetti será acompañado por Miguel Fernández con una identidad radical fuera de duda.
Además, el candidato a senador por el bullrichismo es Maxi Abad, presidente de la UCR bonaerense, mientras que el larretismo propone a José Luis Espert. El clima de época obliga a una apertura hacia figuras ultraliberales, pero Espert parece haberse llevado un premio excesivo.