mie 16 Oct

BUE 17°C

Juan Bautista Alberdi.
Historia Argentina

"Alberdi", el libro que busca revalorizar la figura del prócer argentino

La autora del libro, María Victoria Baratta, invita a repensar la figura de Juan Bautista Alberdi en su nuevo libro editado por Planeta.

15 octubre de 2024

El inspirador de la Constitución de la Nación Argentina. El prócer sin feriado. El abogado, el historiador, el economista, el filósofo, el escritor, el músico. 

Un personaje que puede ser reivindicado por el actual presidente, Javier Milei, pero con una producción intelectual tan vasta y aluvional que es capaz de albergar varias posibles refutaciones para los elogios del mandatario. 

Juan Bautista Alberdi vivió por y para la Argentina. Sin embargo, a los veintiocho años, debió exiliarse del país escapando del rosismo. Luego de vivir más de cuarenta años fuera del país, el abogado volvió a los sesenta y nueve años por un período muy corto y murió a los setenta y tres en París. 

En este libro publicado por la editorial Planeta, la historiadora María Victoria Baratta se sumerge en los datos, las polémicas y esencialmente en la enorme producción intelectual de Alberdi para ofrecer un retrato vital en su complejidad y transparente incluso en las dudas, marchas y contramarchas del autor de Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. 

María Victoria Baratta, historiadora e investigadora adjunta del Conicet.

A continuación, un fragmento del capítulo "Un prócer sin feriado" 

Durante los últimos meses tuve que contestar a varias preguntas y pedidos de las personas que me rodean con un "no puedo ahora, estoy escribiendo un libro, un libro sobre Alberdi". Algunos sabían de quién estaba hablando. Otros me preguntaban: "¿Alberdi? ¿El que murió en altamar?", "¿Alberdi? ¿El cura de la Primera Junta?". Algunos otros, algo más orientados, me respondían "el que Milei siempre nombra, creo que fue algo de la Constitución". 

Lejos de juzgar a nadie, las respuestas desorientadas me dieron más motivos para escribir este libro. Porque además reforzaron una creencia previa: Juan Bautista Alberdi es una figura histórica conocida, pero no tanto como otras. Y me empecé a preguntar por los posibles motivos de este saber parcial. 

Juan Bautista Alberdi: El fundador intelectual de nuestra Nación
Juan Bautista Alberdi.

Quizás Alberdi no sea tan conocido porque en un país con muchos feriados como la Argentina, él no tiene el suyo. Los feriados provocan que cada año los niños en la escuela estudien una y otra vez los mismos acontecimientos que evocan esas fechas y en su mente se graben desde la infancia los hechos, símbolos y personajes patrios. Al no tener feriado, no aprenden sobre su figura ni juegan a ser Alberdi en los actos. Y la infancia es un período clave de nuestra formación emocional y cognitiva, de la cual nos quedan impregnados imágenes y recuerdos determinantes. 

Por otro lado, aquellos a los que identificamos como héroes de nuestra historia son, en general, personas que se dedicaron a la guerra o que alguna vez participaron en una batalla, y Alberdi no participó en ninguna. Vivió entre 1810 y 1884, casi todo el siglo xix, un siglo dominado por las guerras de independencia, las guerras civiles, guerras internacionales. 

Pero Alberdi no empuñó nunca las armas y dedicó la mayor parte de su vida a escribir. Escribió ensayos, panfletos, artículos periodísticos, cartas, memorias, novelas, obras de teatro y hasta manuales para aprender a tocar el piano, entre muchas otras cosas. Distintas corrientes filosóficas y literarias confluyeron en su pensamiento a lo largo del tiempo. 

Alberdi se fue de la Argentina a los veintiocho años, exiliado, escapando del rosismo.

Además, Alberdi quizá no sea tan conocido como otros personajes históricos porque quienes primero escribieron sobre historia argentina no se llevaban bien con él, ni quisieron reconocer sus aportes en vida, no lo consideraron un prócer como a San Martín o a Belgrano. 

La vida de Alberdi tiene una primera particularidad que salta rápido a la vista: la de estar ausente de la Argentina casi toda su vida adulta. Se fue a los veintiocho años, exiliado, escapando del rosismo, volvió recién a los sesenta y nueve por un período muy corto y murió a los setenta y tres en París, es decir que vivió más de cuarenta años fuera del país. 

Mientras no estaba en la Argentina, se dedicó casi enteramente a pensar y actuar por su patria. Y no fue indiferente. El encono que provocaron algunos de sus escritos en la Argentina fue la  razón que Alberdi invocó para resistirse a regresar, aunque varios amigos y admiradores intelectuales se lo pidieran. 

Su aporte más reconocido es haber proporcionado una fuerte inspiración a la Constitución Nacional Argentina con su obra Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. Podría tener un feriado en su honor, pero la Constitución fue sancionada un 1° de mayo de 1853 y aunque los 1° de mayo fueron declarados en la Argentina como Día de la Constitución desde el año 2004, el feriado presente se debe al Día del Trabajador. 

Alberdi proporcionó una fuerte inspiración a la Constitución Nacional Argentina con su obra Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina.

Otra tradición posible y frecuente es volver feriados los días de la muerte o del "paso a la inmortalidad" de personajes históricos. Una tradición un tanto discutible y a veces desorientadora para los niños: mi hija de siete años un día preguntó por qué se recuerdan cosas tristes los feriados. 

Finalmente, feriado es sinónimo de día festivo. Aunque soy historiadora, no tuve una respuesta muy convincente en aquel momento. 

En el caso específico de Alberdi, se encuentra el "problema" de que murió un 19 de junio, muy cerca de los feriados por el paso a la inmortalidad de Manuel Belgrano, el 20 de junio, y el de Martín Miguel de Güemes, el 17, por lo que quedaría casi una semana no laboral de aniversarios fúnebres. 

Existe una fecha para recordar específicamente a Alberdi que no es feriado y es el Día del Abogado, el 29 de agosto, en recuerdo por el día de su nacimiento, un acontecimiento en apariencia más feliz, aunque ya veremos que Alberdi no lo consideró tampoco de ese modo. No sé si Alberdi merece un feriado (o si debe ser o no considerado un prócer). 

No quiero hacer un alegato en favor o en contra de que tenga un día no laborable en su honor. Tal vez sea justo, tal vez no. Pero que Alberdi no tenga su propio feriado probablemente explique por qué no es un personaje histórico tan conocido para la gente. 

Alberdi - María Victoria Baratta
La portada del libro "Alberdi" de editorial Planeta.

Fue además un autor con un pensamiento lo suficientemente cambiante como para ser utilizado o reivindicado desde diferentes posiciones partidarias y, por si fuera poco, fue alguien que escribió miles y miles y miles de páginas a lo largo de su vida. En esa extensión, casi todos pueden encontrar un Alberdi a reivindicar, un Alberdi que les sea cómodo, funcional. 

Y otro Alberdi al que prefieren esconder. 

Alberdi vuelve real la denostada respuesta que muchas veces tenemos que dar los historiadores ante una pregunta que nos hacen sobre algún acontecimiento histórico. "Es más complejo", decimos cuando no nos resulta posible simplificar la inquietud. 

Con Alberdi, ciertamente, todo "es más complejo".

Lee también