Tanto por razones prácticas como ideológicas, La Libertad Avanza y el PRO parecen destinados a unificarse, al menos, en un frente. Sin embargo, para ello es necesario que el partido fundado por Mauricio Macri logre homogeneidad bajo la postura de los halcones.
Las causas de las internas en el partido amarillo no cambiaron desde que se formaron las diferencias en el inicio de la gestión de Cambiemos. Hoy está frente al mayor riesgo de ruptura, ya que crece el consenso dentro del partido de que deben acercarse a LLA si quiere mantener su lugar de relevancia en el sistema de partidos nacional.
La consecuencia de un quiebre en el PRO sería una serie de huérfanos que, si quisieran mantener los valores que los llevaron a sus puestos de representación, deberían buscar un nuevo espacio político. Entre ellos, el mayor referente sería Horacio Rodríguez Larreta, pero también figuras como los gobernadores Ignacio Torres y Rogelio Frigerio, y los diputados Emilio Monzó y Nicolas Massot, entre muchos otros.
Estos últimos dan una idea de cómo puede ser el devenir de los exiliados del PRO, en caso de que se concrete la cooptación de los halcones y la alianza con LLA. Los diputados dialoguistas integran el bloque liderado por el peronista republicano Miguel Angel Pichetto.
El espacio de "Hacemos Coalición Federal" puede ser el destino natural, dada la potencialidad que tiene tanto en representación geográfica de cara a las elecciones de medio término, y por su afinidad ideológica.
El radicalismo queda en una posición similar a HCF, pero con la particularidad de que, bajo el liderazgo de Rodrigo de Loredo en Diputados, asumió una posición significativamente más cercana al Gobierno que sus colegas del interbloque comandado por Pichetto. Sin embargo, una alianza confirmada de LLA con el PRO, incentivaría a los miembros del partido centenario a posicionarse como oposición a ambas fuerzas.
Las similitudes entre la UCR y HCF no serían solamente de posición frente al Gobierno sino que también comparten valores e intereses territoriales. Los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Jujuy (también se podrían sumar los de Entre Ríos y Chubut), son los actores que tienen en sus manos, junto con los dos grupos parlamentarios mencionados, el veto a todos los proyectos que pasen por el Congreso.
De generarse esta simplificación del sistema de partidos, luego de la conformación de la coalición entre LLA y el PRO y el acercamiento entre la UCR y HCF, el peronismo perdería relevancia relativa, aunque puede aprovechar a fortalecerse como parte de este trío de nuevas formaciones.
De cara a las legislativas de 2025, Unión por la Patria llegará con expectativas bajas dado su historial en elecciones de medio término, pero puede ser el primer paso hacia una sistema de tres partidos, con mayores posibilidades de gobernabilidad y estabilidad a partir del "dialogismo" de la formación de centro.