Se estima que el 70% de los que están en condiciones de hacerlo elegirán el domingo 16 al próximo gobernador de Neuquén. Se trata de un porcentaje bajo, similar al de los últimos comicios, porque el malestar con la dirigencia política que recorre el país también se siente en la Patagonia. Junto a la vecina Rió Negro serán las dos primeras provincias en elegir a sus autoridades en el caótico calendario electoral de 2023.
Desde el nacimiento de la provincia, siempre fue gobernada por el Movimiento Popular Neuquino que seguiría haciendo de acuerdo a lo que surge de las encuestas sobre intención de voto.
El candidato del MPN, Marcos Koopmann, actual vicegobernador, es el favorito y su principal rival es Rolando Figueroa, un ex emepenista que tiene el respaldo de Mauricio Macri y de la cúpula del PRO provincial y que compite bajo el sello Comunidad. La elección está polarizada entre ellos, toda una demostración del predominio histórico del MPN en la provincia.
Con pocas chances, Juntos por el Cambio, que se sostiene en la UCR y la CC, lleva como candidato al radical Pablo Cervi que tiene como compañero de fórmula a Jorge Taylor del PRO que está dividido en Neuquén. También lejos de la competencia por el primer lugar se ubica el postulante del Frente de Todos, Ramón Rioseco.
Una novedad del proceso electoral será la candidatura de Carlos Eguía que cuenta con el respaldo de Javier Milei. Será la primera prueba para medir cuánto peso puede tener el apoyo del diputado libertario a un candidato local.
A su vez en la Neuquén capital, que reúne casi la mitad de la población provincial, todo indica que el intendente Mariano Gaido del MPN logrará ser reelecto.
Además de gobernador y vice y de jefes comunales, se elegirán 35 diputados provinciales que integran un Poder Legislativo unicameral que se renueva en su totalidad cada cuatro años.
El tema de Vaca Muerta está presente en toda la campaña y la estrategia para su desarrollo es central en la visión sobre el crecimiento neuquino que plantean los distintos candidatos. Precisamente la potencialidad energética de la provincia hizo que fuera la que registrase el mayor crecimiento poblacional en los últimos años. Según el último censo, Neuquén pasó de 551.226 habitantes en 2010 a 726.590 en 2022, un incremento de 31,8%.
A pesar de una de las dos primeras provincias que elegirá a sus autoridades, el resultado no tendrá mayor impacto político fuera del ámbito local.
La explicación radica en que cualquiera haya sido el escenario nacional el MPN siempre prevaleció en la provincia. Hay una larga tradición de votar de distintas maneras de acuerdo al tipo de autoridades que se elijan. En 2019, en las elecciones para gobernador, el MPN obtuvo el 40,2% de los votos y su porcentaje cayó al 29,4% en los comicios para diputados nacionales en 2021. Desde el retorno de la democracia, el partido supo moverse hábilmente entre las fuerzas nacionales para preservar su poder local.
Así fue desde 1983 cuando Felipe y Elías Sapag asumieron distintos roles en sus vínculos con el radicalismo y el peronismo. Y esa estrategia la sostiene uno de sus descendientes, el exgobernador Jorge Sapag, que es considerada la figura más influyente del partido.
Por todos esos marcados rasgos localistas, el resultado de Neuquén nos dirá poco sobre lo que puede ocurrir en el resto del país.