Por Juan Radonjic
"Este Gobierno le dejará una bomba al que viene". Es un pronóstico que comparten analistas, y lo que es más preocupante, figuras de la oposición. Es un mensaje desesperanzador por cuanto se le dice a la sociedad, no solo que el presente es malo, sino que debe prepararse para un estallido, lo que empeoraría la situación.
Por otra parte, no todos coinciden con ese diagnóstico, porque más allá de reconocer las dificultades en el frente financiero, creen que al país se le abren muchas oportunidades el año que viene. Entre ellas anotan las exportaciones energía, la producción de litio, el superávit comercial en minería y, desde ya, una cosecha mucho mayor que la de 2023 porque las condiciones climáticas serán otras. Es decir que la oferta de dólares será más abundante, un dato clave para la economía argentina.
Una descripción crítica de la herencia sería un mal comienzo para un futuro gobierno
Asociado al debate sobre el escenario de los próximos años aparece otro en la oposición y es sobre la necesidad, en caso de ganar, de hacer una descripción detallada de la herencia que recibe. Hay quienes todavía sostienen que no haberlo hecho en 2015 fue un error de Mauricio Macri.
Sin embargo, una descripción crítica de la herencia recibida sería un mal comienzo para un futuro gobierno, por tres motivos:
- Implica seguir hablando del pasado en lugar de hacerlo el futuro.
- Agranda la grieta porque implica continuar con el cuestionamiento constante a todo lo que se hizo previamente.
- Implica subestimar a la sociedad que padece las restricciones y no necesita que se las cuenten desde un nuevo Gobierno. Precisamente es esa disconformidad la a que llevó a votar por un cambio.
Otra muletilla de sucesivos gobiernos es la de afirmar "que encontraron una situación todavía peor de la que esperaban". Difícilmente se le pueda atribuir esa definición a la ignorancia sino a un intento de justificar eventuales errores. Se supone que los candidatos conocen el país que aspiran a gobernar.
Quienes pretenden seguir hablando del pasado y fingir desconocimiento sobre la situación del país podrían abstenerse de ser candidatos. Nadie los obliga a serlo.