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Milei

La emergencia del Extremo Centro

El crecimiento de Milei le sacó votos a todos, especialmente a los que pensaron que se beneficiaban con él.

Criaron un cuervo, los comió el león.
Criaron un cuervo, los comió el león. Télam
Luis Tonelli 19 agosto de 2023

Muchas de las equivocaciones más resonantes de la historia han sucedido cuando la realidad había cambiado, y los protagonistas no se percataron de ello y siguieron utilizando conceptos que ya significaban nada.

Pero también se da el fenómeno opuesto: cuando se piensa que todo ha cambiado, se dejan de lado prácticas e ideas por considerarlas caducas, y sin embargo, lo nuevo surge paradójicamente de esos errores cometidos por los falsos visionarios.

El crecimiento de Milei se originó en que las fuerzas políticas tradicionales lo malinterpretaron, creyendo todos que le sacaba votos solamente al otro. Y en realidad, Milei le sacó votos a todos, especialmente a los que pensaron que se beneficiaban con él.

Empecemos por los que hace poco eran considerados los ganadores naturales del proceso electoral que estamos viviendo. Todo empezó con un Horacio Rodríguez Larreta que se consideraba el heredero natural del PRO. Sin embargo, y dado que la Loba no estaba, en sus filas comenzaron a jugar despreocupadamente en el bosque, surgiendo una grieta interna peor que la gran Grieta.

Los larretistas fueron llamados despectivamente "palomas" por los considerados así mismos "halcones". La justificación de la división se entendía en la luz de alarma que había encendido en los maristas la aparición de quien aparecía en los discursivo arrebatándole por tibios las banderas del cambio a Juntos por el Cambio. Lo interesante es que los que criticaban a Larreta por no tener energía para cambiar de verdad, eran los que no solo no lo habían hecho cuando estuvieron en el Poder Ejecutivo nacional, sino que habían fracasado en contener el déficit fiscal y la inflación.

Pero más allá de estos detalles, había tres cuestiones importantes que no se tuvieran en cuenta, y eran parte del acervo del sentido común de la política argentina. Primera cuestión: siempre que hay polarización política en la Argentina, no hay polarización electoral, sino que surge alguien en el medio de los contrincantes. Eso se debe a que están cerca de ese centro no votarían una a esos extremos, y que los extremos si votan  a los candidatos del centro, con tal de ganarle al polo que odian. Por ejemplo, a Alberto Fernández lo votaron sus extremos. Pero a Cristina Fernández no lo hubieran votado los peronistas centristas. 

Segunda cuestión, Se consideraba que Milei era un fenómeno ideológico en estado puro, cosa que llevá a los "halcones" a correrse más a la derecha y a las "palomas" a creer que el crecimiento de Milei naturalmente le iba a restar votos a los "halcones", y ya decidida la candidata de ellos, específicamente a Patricia Bullrich después de varios meses en la noria por la fallida candidatura de Mauricio Macri.

Tercera cuestión, y que avisó dos años atrás que el fenómeno Milei no era ideológico, que era de protesta y que le sacaba más votos a el peronismo que a Juntos por el Cambio, invalidando la veracidad de las dos cuestiones anteriores sucedió en las elecciones legislativas en CABA y en la provincia de Buenos Aires del 2021. Ni Milei en la CABA ni Espert en la PBA le sacaron un (1) voto a Juntos por el Cambio. En la CABA Juntos por el Cambio subió en esas elecciones un punto porcentual más, y todo el voto de Milei provino del peronismo (200.000 votos) y de la reducción a su favor de 3 puntos del voto en blanco. En las elecciones del domingo 13, sucedió lo mismo. Milei obtuvo 28 puntos en Villa Soldati y 13 en Recoleta. EL mundo del revés.

La división espuria debilitó a Horacio Rodríguez Larreta sumado al error de los que diseñaron su campaña pensando que Milei le sacaba votos a Bullrich y que tenían que disputarle a Massa el voto moderado peronista. Cosa que no sucedió, y que hasta ahora nadie del polo no peronista ha logrado semejante proeza, sino todo lo contrario: en vez de sumar votos, esa estrategia se los restó. No en la CABA, Pero sí en el resto del país, en una suerte de rebelión federal contra el Jefe de Gobierno de la Ciudad Opulenta. Así Juntos por el Cambio quedó en los niveles de voto que obtuvo Macri en las PASO del 2015, antes que despareciera el Frente Renovador de Sergio Massa, que de los 20 puntos allí obtenidos solo pudo llevarse un 10 % en su vuelta al redil peronista y otros diez se los cedió a Juntos por el Cambio, hoy redirigidos hacia Milei.

Massa como el candidato oficialista, no solo perdió al regresar al peronismo 10 puntos de su 20% del 2015, sino que del 47% que Alberto Fernández había obtenido en las PASO a Unión por la Patria se le evaporaron veinte puntos. O sea 5 millones de votos del peronismo y 2 millones y monedas de Juntos por el Cambio, y ese fantasma que asolaba la televisión se volvió la realidad de más 7 millones de votos, que hoy dejo de ser considerado alguien para ser utilizado a sacarle votos al contrincante sino a una posibilidad cierta de que puede ser Presidente. E incluso en primera vuelta, dado nuestro estrambótico sistema de balotaje en la Argentina, que con el 40 % de los votos positivos (o sea, dirigidos a una fórmula presidencial) y que le saquen 10 puntos a su inmediato competidor, directamente, obteniendo más de 45 puntos.

Sin embargo, es en el ballotage donde, si participa de él, Milei puede ser el ganador sea cualquiera la otra opción que enfrente. Habiéndole sacado votos a ambos extremos de la grieta, el líder de ese partido unipersonal que es La Libertad Avanza, se encuentra por definición en el centro. En un Extremo Centro, constituido a partir de la estrategia sumamente inteligente de Milei de constituir una Grieta contra la Grieta. Y el mortífero poder de Milei en un balotaje radica que puede convocar desde ese extremo centro a los votos del la coalición que se quedo afuera del balotaje. Finalmente, el "que se vayan todos" del 2001 ha parido un candidato. Solo que el embarazo duró 22 años.

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