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La Polarización Avanza

La grieta está de fiesta

Con matices, la polarización o división de la sociedad en dos o más grupos con posiciones opuestas y poco espacio para el consenso ha sido una característica distintiva de la opinión pública argentina.

El presidente Javier Milei.
El presidente Javier Milei.
Guido Moscoso 04 abril de 2024

Con matices, la polarización o división de la sociedad en dos o más grupos con posiciones opuestas y poco espacio para el consenso ha sido una característica distintiva de la opinión pública argentina. Desde la dicotomía peronismo-antiperonismo hasta el enfrentamiento entre kirchnerismo y antikirchnerismo, el país ha estado dividido políticamente de formas más o menos intensas, con distintos alcances y consecuencias. Las sucesivas antinomias políticas han alimentado la confrontación y el debate, generando una sociedad por momentos dividida y distanciada, con diferencias en la percepción de temas políticos, la valoración de líderes y partidos, y las preferencias en materia de políticas públicas. No obstante, con la irrupción de Javier Milei en la arena electoral y su posterior llegada a la presidencia, la polarización en Argentina parece haberse transformado.

La novedad del escenario actual no radica en la polarización en sí misma, lo novedoso viene dado por las características, profundidad y alcance de esta polarización. No solo hay diferencias en la valoración de los principales dirigentes entre los distintos segmentos o polos entre los que se encuentra dividida la opinión pública, lo que podría indicar solo un fenómeno de polarización afectiva, sino que también existen fuertes discrepancias programáticas entre los mismos, lo que representa una polarización ideológica, más profunda y estructural, y a la vez novedosa para la política argentina reciente.

Los datos disponibles de encuestas muestran en primer lugar que los votantes de La Libertad Avanza y de Unión por la Patria tienen opiniones radicalmente opuestas sobre los principales dirigentes políticos del país. Como puede verse en la Tabla 1, mientras que los votantes de La Libertad Avanza valoran positivamente a figuras como el presidente Javier Milei y el ex presidente Mauricio Macri, siendo críticos con los dirigentes peronistas, los votantes de Unión por la Patria tienen una percepción inversa.

Los que en el balotaje de noviembre pasado votaron por Sergio Massa opinan favorablemente sobre la imagen de los dirigentes peronistas-kirchneristas, como Cristina Fernández, Sergio Massa y Axel Kicillof, al tiempo que no parecen valorar a los políticos más cercanos al actual oficialismo. En este sentido, Javier Milei emerge como el dirigente que genera mayor polarización o distancia entre los votantes, cuestión que no debería sorprender.

Tabla 1

Imagen positiva de dirigentes según voto balotaje 2023

tabla 1
Fuente: Elaboración propia con datos de la consultora Opinaia (2024).

Ahora bien, podrían existir diferencias pronunciadas en la valoración de la clase política sin que esto implique necesariamente desacuerdos en materia de política pública. Sin embargo, no parece ser el caso en el actual contexto del país. Además de la polarización afectiva, a su vez se observan discrepancias ideológicas en términos de políticas públicas, tal como indica la Tabla 2. Los votantes de La Libertad Avanza tienden a diferenciarse del electorado de Unión por la Patria en el acuerdo con distintas políticas en cuestiones de seguridad (protocolo antipiquetes), economía (privatizaciones, dolarización y subsidios) y salud pública (interrupción voluntaria del embarazo). Puntualmente, medidas como el protocolo antipiquetes y la privatización de empresas estatales son las que generan mayor polarización.

Tabla 2

Acuerdo con distintas políticas según voto balotaje 2023

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Fuente: Elaboración propia con datos de la consultora Opinaia (2024)..

En términos cuantitativos, la polarización afectiva parece ser ligeramente más intensa que la polarización programática. En promedio, la distancia en la imagen positiva de los dirigentes entre los distintos votantes es de 63 puntos porcentuales, mientras que la distancia promedio en materia de política pública es de 51 puntos porcentuales.

A partir de estos resultados parece vislumbrarse la conformación de dos polos en la opinión pública argentina: un segmento liberal-conservador, más cercano a la figura del presidente Javier Milei, y otro segmento proteccionista-progresista, más alineado con el peronismo/kirchnerismo pero aún sin un liderazgo inequívoco y unificador.

Contrario a lo que suele pensarse para entender las preferencias electorales en América Latina en general y en Argentina en particular, sí parece haber diferencias en términos ideológicos entre los votantes. Esto sugiere que, en la campaña electoral de 2023, los electores no sólo consideraron factores de mediano o corto plazo al definir su voto, como la marcha de la economía o la evaluación de la gestión presidencial, sino también el posicionamiento de los candidatos en materia de política pública. 

La figura y perfil político de Javier Milei, un outsider con un discurso ideológico intenso, despertó tanto valoraciones emocionales-afectivas como programáticas en la opinión pública, profundizando la polarización preexistente. Su gestión como presidente parece estar orientada a seguir exacerbando estas distancias, con todos los riesgos y beneficios que esto conlleva. El aniversario de los 40 años de democracia ininterrumpida en el país parece celebrarse con el desafío de una opinión pública cada vez más polarizada.

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