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La puntualidad es la educación de los reyes

El escenario electoral del segundo distrito a nivel nacional está caracterizado por la incertidumbre y el retraso en las definiciónes fundamentales.

Córdoba y el escenario electoral 2023.
Córdoba y el escenario electoral 2023.
Juan Manuel Beron 22 febrero de 2023

Según el censo 2022, la provincia de Córdoba ratificó que es el segundo bastión electoral más importante en Argentina luego de la provincia de Buenos Aires. Además, si le sumamos un dato con tinte local Córdoba es la provincia que cuenta con más localidades (427 para ser exactos) en el país, algo que, en época electoral puede significar un dolor de cabeza.

Lo cierto es que para la provincia mediterránea la fecha de las elecciones aún se desconoce. Pero se habla de dos posibles domingos que son el 18 de junio (Día del Padre) o el 25 de junio, un día después de la presentación de las fórmulas para las PASO nacional.
 

Con la re-reelección aparece el multiverso electoral

El escenario electoral en Córdoba parte de una base compleja que comienza en las contiendas locales. La falta de una re-reelección que le permitiría a casi 300 intendentes un tercer mandato cambia por completo la morfología de la campaña. Este conflicto surge cuando se modifica en 2016 el Código Electoral Provincial, estableciendo que los intendentes pueden ser reelegidos en forma consecutiva por un período y, para ser elegidos nuevamente deberían esperar el mínimo de un periodo. Al momento de la sanción, más de 270 jefes de gobierno transitaban su primer año de gestión, es por eso que su argumento gira en torno a una re-interpretación que tenga en cuenta esta situación de manera retroactiva.

La tensa relación entre intendentes que exigen una posibilidad para disputar su tercer mandato y funcionarios, presidentes de partidos y legisladores -de todos los espacios- que no están dispuestos a asumir los costos políticos inclina la cancha y pone en peligro "lo territorial". 

Si bien las intendencias -muchas veces- cumplen un rol administrativo en el que se disputan pequeñas cuotas de poder, el PJ provincial y la UCR son partidos con estructuras enraizadas en el interior provincial. Aunque una localidad del este de Córdoba con 25.000 habitantes no define una elección provincial, un bloque consolidado de jefes de ejecutivos locales dispuestos a desdoblar elecciones con tal de perjudicar la campaña provincial puede causar graves consecuencias. ¿Hay posibilidad de pensar en elecciones municipales todos los domingos del año?

Esta puja de intereses nos deja tres aspectos centrales: 1) quienes están posicionados por su gestión perderán la chance de otro mandato; 2) se promoverá una circulación -obligada- intrapartidaria para la aparición de nuevos liderazgos; 3) los partidos con más estructura hacia el interior, es decir, los que más ponen en juego intendencias, deberán generar un plan de contención para los casi 300 dirigentes que buscarán disputar cargos provinciales, aumentando la competitividad de las listas en una provincia que depende de los buenos acuerdos y las encuestas ante la falta de primarias.
 

Para los puntuales el plato caliente

La definición de Juntos por el Cambio sobre su candidato a gobernador en la provincia viene con retrasos y críticas y la disputa entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo afecta el armado, los tiempos y la estrategia de los de abajo.

Una porción de radicales de distintos puntos de la provincia está dispuesta a formar un frente amplio con Hacemos por Córdoba si ese candidato resulta ser Luis Juez. Es más, ante la no determinación de JxC, Martín Llaryora, candidato del peronismo provincial, anunció públicamente que le dará lugar en su gobierno a radicales como la actual intendenta de Juárez Celman, Myrian Prunotto. 

Esta fuga de boinas blancas se da en el contexto de una maduración de la campaña de Llaryora que cuenta con dos meses de ventaja. El principal problema se encuentra en la falta de espacios para la toma de decisión de los intendentes dentro del partido, lo que provoca una dualización en su estructura, tal como sucedió en 2021 cuando surgió el bloque Evolución Radical por parte de diputados disconformes con el liderazgo de Mario Negri en la Cámara Baja. 

En este caso, el traspaso de radicales al espacio de Schiaretti, disputa no sólo el liderazgo dentro de la UCR sino que atenta contra el poder simbólico del partido. Este puñado de intendentes y dirigentes que buscarán sumarse a las filas del peronismo son, en primer lugar, desencantados de las principales figuras como Mario Negri y Ramón Mestre y, en segundo, la responsabilidad de Rodrigo de Loredo al ser el candidato radical que lidera el armado. 
 

Córdoba para Córdoba y Córdoba para el país

La fórmula peronista en la provincia se piensa como un frente amplio que podría denominarse "Córdoba Unidad Federal" o "Frente Federal".

Este juego multinivel que hace foco en el federalismo, tiene por objeto englobar dos acciones. Primero, habilitar la posibilidad de sumar espacios ajenos -hasta ahora- al peronismo con el fin de construir un frente amplio. En segundo lugar, la campaña provincial será un motor necesario para instalar la idea de una "renovación generacional" para el modelo cordobés y, un propulsor que le sirva a Schiaretti de cara a las elecciones presidenciales. El mensaje en torno al federalismo será crucial para ambas campañas ya que, el razonamiento es plantear que el modelo productivo de Córdoba funciona tanto para casa como para exportar al resto del país.

Ahora bien, en cuanto a estrategias electorales, las dos coaliciones más grandes en sus distintos estratos seguirán una misma vía, la de pegar las elecciones locales a la provincial. En Hacemos por Córdoba esta maniobra data de 1998 donde José Manuel de la Sota, después de una mala decisión de la UCR, entendió que debía subirse al barco correcto para ser electo como gobernador. La intención es que, el aparato con el efecto de arrastre, garantice los votos necesarios para llevar a Llaryora al Ejecutivo. Por ahora, los peronistas se jactan de tener a más de 100 intendencias dispuestas a alinearse con esta jugada. 

Por otro lado, la mesa de Juntos por el Cambio definió que el sello de la coalición sólo estará disponible el día de la elección provincial, lo que obliga a jefes comunales e intendentes a pegar sus elecciones en la fecha que elija el Gobernador. Esta estrategia pretende, en primer lugar, poner todas las apuestas en una sola fecha y en segundo, evitar el desdoblamiento y traccionar la mayor cantidad de votos de manera unificada en toda la provincia como lo hicieron en el 2021 donde obtuvieron la victoria de las legislativas.

 

Poco tiempo y mucho para empatar

El peronismo provincial inició -tempranamente- el posicionamiento de su candidato en diciembre de 2022, luego de saber que Martín Llaryora sería quien le daría continuidad al modelo del "gallego" De la Sota y el "gringo" Schiaretti. Juntos por el Cambio no sólo juega contra un espacio que ganó terreno libre en estos casi tres meses sino que, se enfrentan a un modelo que les disputa ideas similares en lo discursivo.

Numerosas reuniones, reclamos públicos y ultimátum de diferentes espacios de la provincia han presionado a Luis Juez y Rodrigo de Loredo para que definan el futuro candidato de JxC. Lo cierto es que, una vez más, la forma en la que el peronismo utiliza la lapicera resalta los beneficios -por ahora- de encolumnarse tras un líder definido. 

Al tratarse de una provincia que no cuenta con PASO, la definición de JxC será a través de dos mecanismos: un buen trato, es decir, que uno de los dos dirigentes decida bajarse de la carrera o una encuesta para saber quién es el candidato más competitivo para enfrentar al peronismo cordobés.

Es cierto que la puntualidad es una virtud para quienes les gusta sentirse solos. Ahora bien, la charla que nos debemos la tendremos dentro de unos meses, cuando confirmemos si los que eligieron esperar alcanzaron lo que quisieron. 

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