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La Ley Bases en el Senado

Política del empate

El Senado argentino se encuentra en una encrucijada con la votación de la "Ley Bases", enfrentando un virtual empate que ha generado un debate sobre el papel del vicepresidente en funciones como desempate.

Senado de la Nación.
Senado de la Nación.
Julián Hollmann y Eugenio Koutsovitis 12 junio de 2024

Hoy, el Senado argentino se encuentra en una encrucijada con la votación de la "Ley Bases", enfrentando un virtual empate que ha generado un debate sobre el papel del vicepresidente en funciones como desempate. Este dilema se agrava con la ausencia del presidente Javier Milei, quien se encuentra pronto a viajara a la cumbre del Grupo de los 7 (G7), y la vicepresidenta Victoria Villarroel, que asume la presidencia de la Nación en su ausencia. En este contexto, ¿quién tiene la responsabilidad de presidir el Senado y potencialmente desempatar la votación? La definición recae en el presidente provisional del Senado.

Con Milei en el extranjero y Villarroel ocupando la titularidad del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), el presidente provisional del Senado, el senador Bartolomé E. Abdala, se convierte en la figura central para desempatar la votación. Abdala, con un historial de migraciones políticas que reflejan la volatilidad de la política local, se posiciona como "el hombre del momento". Su voto podría definir no solo la aprobación de la "Ley Bases", sino también la estabilidad del gabinete nacional y la viabilidad del proyecto libertario en curso.

En esta línea, emergen dos interrogantes. En primer lugar, si es posible descontar un voto positivo por parte del senador Abdala. Después de todo, es una figura política con una trayectoria notable, ambivalente y diversa. Fue fundador de Propuesta Republicana (PRO) en su provincia natal, San Luis, y se desempeñó como ministro de Alberto Rodríguez Saá del Partido Justicialista (PJ). Posteriormente, se convirtió en diputado provincial por Compromiso Federal, un sello bajo el cual su antiguo jefe político se postuló a elecciones presidenciales. Tras un breve regreso al PRO, Abdala se unió al movimiento libertario que lo catapultó al Senado de la Nación en 2023. Ahora, en sus manos, recae una decisión que podría determinar el rumbo del gobierno.

En segundo lugar, ¿puede un senador votar dos veces? Este escenario es inusual y poco explorado, ya que las ausencias simultáneas del presidente y vicepresidente en momentos cruciales son raras en la política argentina. Sin embargo, bajo el gobierno actual, conocido por su falta de experiencia en la práctica política, esta situación se ha materializado. Pregunta lateral: ¿es este un mérito del flamante Jefe de Gabinete, Francos o un descuido? Aun así, el escenario actual cuenta con algunos antecedentes.

La institucionalidad del Senado

El artículo 57 de la Constitución establece que el Vicepresidente de la Nación, quien preside el Senado, solo puede votar en caso de empate. Además, el artículo 58 dispone que el Senado nombrará un presidente provisorio para presidir en ausencia del Vicepresidente, pero no menciona la posibilidad de que este tenga un voto de desempate adicional.

Desde el punto de vista normativo, la Constitución Nacional otorga a cada senador un solo voto (art. 54) y no otorga al presidente provisional del Senado la posibilidad de un voto adicional de desempate. Sin embargo, el artículo 33 del Reglamento del Senado argentino permite, en caso de ejercicio de la presidencia del cuerpo por parte de un senador, que este vote en las resoluciones sometidas a la Cámara y, en caso de empate, ejercer el voto decisivoconforme al artículo 213. En el caso bajo análisis, el presidente provisional del Senado podría desempatar luego de una segunda votación sobre el asunto en cuestión.

Varios juristas han estudiado esta situación y señalan que el modelo adoptado por la Constitución Nacional sigue de cerca el de la Constitución de Estados Unidos, que también prevé un presidente pro tempore del Senado. En el sistema estadounidense, el presidente pro tempore puede votar como senador, pero no tiene un voto de desempate. Esto evita que el estado que representa tenga una influencia desproporcionada, preservando así la igualdad entre estados. En otros sistemas federales, como Australia e India, se aplican principios similares donde los presidentes de las cámaras no tienen votos de desempate. En el Reino Unido, el speaker de la Cámara de los Comunes tampoco tiene un voto regular y solo vota para desempatar bajo reglas estrictas.

Por lo tanto, a primera vista, esta aparente contradicción entre normas de distinta jerarquía podría ser susceptible de judicialización y derivar en una acción declarativa de inconstitucionalidad. En ese caso, el gobierno cuenta con antecedentes que no han sido igualmente cuestionados en la justicia. Dos de ellos contienen curiosidades dadas las circunstancias. Sin embargo, el nivel de conflictividad política y social puede derivar en la judicialización de la política, una vez más, teniendo como objetivo un pronunciamiento de la Corte Suprema sobre el respecto a partir de un amparo que puede surgir de la oposición. Una Corte Suprema recientemente muy preocupada por la institucionalidad y el respeto por la Constitución, tal vez no sería ten benigna si es convocada a tomar parte, más cuando su titular cansado de está realidad ha dicho en semanas recientes "que la política debe solucionar en la Política sus problemas".

Escenarios factibles (perspectiva del gobierno).

Ideal: No hay empate y se obtiene una victoria. Se realizan concesiones políticas adicionales a la oposición "dialoguista" en la votación en particular y el gobierno logra destrabar la media sanción, aunque el texto final todavía necesitará de una nueva votación en la Cámara Baja. Aun así, al obtener la mitad más uno de los votos, el gobierno logra su primera victoria política significativa, demostrando a los mercados que cuenta con cierto sostén institucional que apuntala su gobernabilidad. El proyecto actual incluye tres grandes cuerpos: Reforma de la Administración Pública, reformas puntuales de la Ley de Trabajo, y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), incluso con la quita ya anticipada de las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, los mediosde comunicación públicos, y la no eliminación de la moratoria previsional. En este escenario, al obtener la mitad más uno de los votos, el gobierno logra su primera victoria política significativa, demostrando un grado de certeza tanto interna como externamente.

No ideal: Se produce un empate y se invita a Abdala a desempatar. Esto genera escaramuzas internas o externas. La legitimidad política de esta medida, uno de los pilares políticos del gobierno, es percibida como débil o nula, ya que la aprobación mediante un voto "prestado" no fortalece significativamente la gestión. Esta situación exacerba las tensiones dentro del gabinete y brinda a la oposición y al sindicalismo un margen político para continuar debilitando al gobierno. El primer apoyo contundente a la legislación promovida por el nuevo gobierno, se la logra con un tecnicismo, eso mina la legitimidad de origen del instrumento.

Peor: No hay empate y se produce una derrota. Esto resulta en un colapso político y económico del gobierno actual. Las tensiones ministeriales alcanzan su punto máximo y la conflictividad sindical aumenta, aprovechando la falta de sustento político del gobierno en las instituciones.

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