Un proverbio chino dice algo así como "si estás inseguro entre dos opciones, tené la seguridad de que estás equivocado". La dualidad entre libertarios-kirchneristas puede considerarse la polarización menos representativa de la historia democrática argentina.
En este contexto, se comienza a gestar un polo centrista que ya demuestra mayor nivel de organización y anticipación que algunos de sus predecesores. En los útlimos años; Alternativa Federal, Consenso Federal, Vamos con Vos y Hacemos por Nuestro País, sufrieron los males de los frentes nuevos que no pueden generar disciplina ni expectativas positivas: la descomposición temprana.
Hay quienes interpretan que la llegada de Javier Milei a la presidencia es el primer paso para la superación de la grieta peronismo-antiperonismo que moldea la política argentina desde 1945. Sin embargo, a pesar de que ha intentado no posicionarse sobre esta histórica división, su representación sociopolítica no dista mucho del "gorilismo".
Existen matices en el estilo y el contenido del gobierno libertario que fundamentan la teoría de la renovación del clivaje identitario. La incorporación de dirigentes, tanto del justicialismo como del radicalismo, el hecho de vanagloriar a un presidente peronista que estuvo una década en el poder y elegir como máximo enemigo a la UCR, son elementos que dan cuenta de la estrategia de buscar la generación de una nueva dicotomía. El oficialismo puede lograr el objetivo de plantar en una porción significativa de la población que la nueva división es entre libertad y privilegios. La otra lectura es que, de renovarse la grieta, será entre la validación del histrionismo y la búsqueda de la cordura.
Aquí debe entenderse el primer término en línea con la banalización de la locura descrita por Brian Klass, es decir, como una práctica política que no tiene ninguna intención en apegarse a una verdad contrastable a la hora de tomar decisiones de gobierno o comunicarlas, y que no tiene problema en moldear la realidad para que se acomode en sus parámetros ideológicos.
Por su parte, la cordura vendría a estar representada por el "extremo centro", sector, caracterizado por el dogmatismo pragmático. En este contexto, la ampliación del interbloque de Hacemos Coalición Federal muestra que existe un sector de la política que entiende que la tendencia puede virar hacia esta nueva división.
Es llamativa y aún más valorable en cuanto a las aptitudes políticas del lider de la bancada, que la incorporación de los ocho representantes de Innovación Federal y el del Movimiento Popular Neuquino se de en un contexto de máxima debilidad legislativa del oficialismo, lo que aumenta la posibilidades de obtención de beneficios para bloques autónomos.
Alinearse a un interbloque les puede limitar las posibilidades de negociación, o mejorar los beneficios dependiento el contexto. A su vez, en otras buenas noticias para esta formación en construcción, el peronismo cordobés ganó holgadamente las elecciones municipales en Río Cuarto.
Dado que las elecciones legislativas nacionales no son mucho más que 24 elecciones locales simultáneas, la presencia de este nuevo proyecto de alianza federal compuesto de partidos con gran anclaje territorial, puede sentar las bases de una oferta electoral competitiva para 2027.
Un renacimiento de lo que pudo haber sido Alternativa Federal en 2019 se está gestando, con un escenario más favorable para su conformación, con mayor anticipación y dirigentes más lucidos.