A dos semanas de las elecciones, los 5 candidatos presidenciales habilitados para competir volvieron a debatir. Fue el segundo y último debate antes de las elecciones del 22-0. Fue un debate entretenido, donde se tomaron más riesgos y donde se volvió a notar un gran nivel de preparación y "coucheo".
Una encuesta de Zuban Córdoba y Asociados muestra que 92,6% de los encuestados no modifica su voto luego de escuchar las propuestas de los postulantes. Si bien parece una cifra altísima (y lo es), en una elección tan reñida, que haya 7,4 puntos de votantes que puedan darse vuelta no es poco. Pueden definir mucho.
Más allá del efecto electoral del debate, exhibe las estrategias que seguramente aplicarán los candidatos desde este lunes en sus recorridas, sus apariciones en medios y sus redes.
Quizás la nota más sorprendente la dio Patricia Bullrich. Se la vio mucho más agresiva y efectiva que el domingo pasado, repartiendo críticas tanto a Sergio Massa como a Javier Milei y creativa con sus líneas de impacto ("Massa nos hiciste puré").
Arriesgó porque, en definitiva, lo necesitaba.
Todo lo contrario a Javier Milei, que se lo vio contenido, menos preparado, con pocas "punch lines". "Milei quema los segundos hablando complejo y citando papers de 1968 y métricas de acumulación de capital. ¿Por qué lo hace? Quizás no quiere dejar nada servido para la réplica. Achicar margen de error", analizó Lisandro Bregant.
Fue un debate más intenso que el primero.
El segundo debate comenzó con breves presentaciones de cada uno de los candidatos. Los tres que tienen con mayor intención de voto no sorprendieron con su mensaje inicial.
Milei hizo su presentación con una dura descripción de la situación económica. Afirmó que estamos cerca de una hiperinflación.
Bullrich cuestionó a la corrupción kirchnerista y citó el caso de Insaurralde. Dijo que Sergio Massa es uno más de ellos y que Milei también se asoció a ellos.
Massa esquivó referencias al presente y se centró en hablar del futuro y reiteró su idea de convocar a un gobierno de unidad nacional si gana las elecciones.
- Seguridad
Bullrich, como era de esperar, destacó su desempeño como ministra de Seguridad. A Massa lo castigó por connivencia con el delito y a Milei por proponer la libre compra de armas que, a su juicio, caerían en manos de los delincuentes.
El candidato libertario ejerció su derecho a réplica afirmando que no propone la libre compra de armas y Massa afirmó que se liberaron más presos durante la gestión ministerial de Bullrich que en la actual.
De todas maneras, aprovechó el tema para cuestionar a Massa por seguir hablando de lo hecho en Tigre, cuando formó parte del oficialismo nacional durante los últimos cuatro años.
Bullrich no pudo sacar la ventaja que esperaba en el tema de debate en el que tenía más argumentos y antecedentes.
- Producción y Trabajo
En ese punto, Massa mezcló propuestas con algunas medidas adoptadas durante su gestión. Entre ellas la devolución del IVA, exención de Ganancias, eliminación de cargas a pymes en determinados casos y la baja de las retenciones.
Como era de esperar, luego de la presentación de Massa en temas económicos, los otros cuatro candidatos ejercieron su derecho a réplica. Y todos los echaron en cara los resultados negativos de su gestión. La cuestión temporal fue difícil de resolver para Massa porque sus planteos para el futuro se contraponen con los datos del presente.
- Desarrollo Humano, Vivienda y Protección del Ambiente
Fue el bloque más favorable para Bullrich porque cuestionó abiertamente a Massa con quien compite por entrar al balotaje.
Además, hizo muchas referencias a casos de corrupción en la actividad política con lo que también intentó apropiarse de parte del discurso de Milei.
La parte de preguntas entre candidatos fue la más floja del debate. Se pensó más en chicanas que incomodaran al interrogado más que en aclarar temas relevantes.
