Viáticos y pasajes

Por Hernán Caram (*) y Federico Recagno (**)

Estado presente y Estado ausente. Solemos usar estas expresiones para intentar explicar que el Estado se ocupa de los problemas de la población (presente) o no se hace cargo de las dificultades de la sociedad y mira para otro lado (ausente). Casi como las funciones que adjudicamos a la paternidad, padre-madre presente o madre-padre ausente.

Los políticos y la política asumen el debate acerca del Estado sabiendo que el Estado existe, pero la mayor o la menor incidencia de éste es el debate. Se habla, casi con desesperación, del gasto público, cuya reducción parece ser una condición necesaria pero no suficiente para salir adelante. No alcanza con reducir números si esa discriminación del gasto trae nuevos problemas que a la larga provoquen incrementos en otras partidas del presupuesto estatal.

Los temas que hacen al debate público dan forma a la agenda política del presente. Pueden abarcar cuestiones que atienden situaciones de coyuntura,  emergencias y/o urgencias, integrar enfoques transformadores, reflexiones que contemplen demandas previamente excluidas o incluso introducir nuevas visiones innovadoras sobre el futuro. Pero si hay algo que atraviesa a todo debate público es su capacidad de sintetizar y expresar lo que importa a una sociedad en un tiempo determinado. 

Desde esta perspectiva, cuando el debate queda compuesto por una serie limitada de problemáticas, los proyectos, las orientaciones, como también el ejercicio democrático del disenso empiezan a reflejar ese enquistamiento. 

Ampliar el debate, es decir, expandir los temas que hacen a la dimensión política de la sociedad es una oportunidad para motivar la participación ciudadana. Enriquecer el debate siempre potencia no solo la convivencia sino también la tolerancia y el respeto al disentimiento.

Al momento de emprender como sociedad un proceso de modernización del sector público, debemos interrogarnos y analizar los modos en que se ejerce la función pública, pensar los marcos normativos vigentes y las exigencias éticas que deben ponerse en juego para  desempeñar un rol público. Pensar un Estado moderno no debería traducirse directamente en una reducción del gasto. 

Desde Fundación Eforo, a través de la información pública, oficial y disponible, nos proponemos identificar la dimensión de recursos que la Administración Pública Nacional (APN) asigna a la partida presupuestaria “Viáticos y Pasajes” (***), que consideramos importante  para la articulación de prácticas de gestión pública eficiente junto a mecanismos de control y regulación. Sabiendo que un ahorro total sobre esta partida es irrealizable, ya que afectaría objetivos y funciones específicas del Estado Nacional, como la representación diplomática, la seguridad y defensa, entre otros, intentaremos dimensionar el lugar que ocupa este gasto en la APN.

Enfocándonos solo en el 2021, podemos identificar los gastos realizados por toda la APN bajo el concepto de Viáticos y Pasajes, que suman un ejecutado por $9.289 millones de pesos, compuesto de la siguiente manera:

A su vez, también podemos interpretar esta suma como un gasto mensual de $774 millones de pesos aproximadamente, o un monto destinado diario de $25 millones de pesos imputados a la partida de “Viáticos y Pasajes”.

Vale aclarar que el año 2021 presenta por lo menos dos particularidades. En primer lugar, se trata de un año atípico en la APN, tanto relacionado con la presencialidad como con las restricciones a la movilidad, principalmente en la primera mitad del año. Y en segundo lugar, se trata de un año en el que se llevaron a cabo las elecciones legislativas de medio término. Por lo tanto, este valor podría señalar un nivel de gasto distinto del habitual. 

Además, dentro de este total están incluidas ciertas erogaciones de ministerios, organismos, secretarías, programas y funciones que forman parte de los objetivos propios de la unidad administrativa. 

Por ejemplo: Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Policía Federal, Gendarmería Nacional, Dirección Nacional de Migraciones, Prefectura Naval Argentina, etcétera. 

Por lo que un análisis detallado de los gastos asociados a Viáticos y Pasajes debería involucrar no solo un estudio localizado y descentralizado de cada área del Estado, sino también un desarrollo de normativa específica para cada situación particular. 

Si vemos cómo participan las distintas jurisdicciones de la APN en el total de la partida de Viáticos y Pasajes, se destaca que el Ministerio del Interior es el de mayor ejecución, con un 19.7% sobre el total ($1.830 millones). Por otro lado, los ministerios que menos gastaron/ejecutaron en Viáticos y Pasajes fueron Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación ($5.2 millones) y Ministerio de Educación ($7 millones). Y para el caso del Poder Legislativo, la suma de los gastos en ambas cámaras representó un 7% sobre el total ($642 millones).

Pero para poder visualizar la dimensión del gasto en Viáticos y Pasajes sobre el total de los ejecutado por la APN en 2021, vamos a establecer una serie de equivalencias:

• Representó el 123% del principal programa -desde el punto de vista presupuestario- del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible denominado "Control Ambiental” ($7.550 millones vs. $9.289millones).
• Constituyó el 55% del total ejecutado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad durante todo el 2021 ($17.008 millones vs $9.289 millones).
• Fue equivalente al doble de lo ejecutado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina -Sedronar- ($4.644 millones vs $9.289 millones).
• Se equiparó al 45% de lo transferido por la APN a la Universidad de la Plata en conceptos de gastos corrientes durante todo ese año. ($20.709 millones vs $9.289 millones).

Estas cifras no las acercamos con la finalidad de que sean adjetivadas, subjetiva y alternativamente, por ambos lados de la grieta con sus visiones distorsionadas, sino que siendo objeto de auditoría, se puedan analizar la pertinencia y eficiencia de los “viáticos y pasajes”.

El Estado existe, por lo tanto, lo quieran más o menos los diversos sectores de la política. El Estado está presente. 

Es posible que, desde los datos comprobables y con objetivos claros, podamos definir cuál es la presencia que debe tener el Estado, para qué, para quiénes, cómo, cuándo, con qué funcionarios, con qué grado de capacitación y midiendo, de modo concomitante la eficacia y la eficiencia de la gestión.

El difícil camino de hacer que lo que paga el Estado no lo termine pagando, con creces, la población.

(*) Investigador 

(**) Presidente de Fundación Éforo

(***) El “Manual de Clasificaciones Presupuestarias para el Sector Público Nacional”, sexta edición actualizada 2016, disponible en la página del Ministerio de Economía (https://www.economia.gob.ar/onp/sistema) , define como Pasajes y Viáticos (Pág.180-181): “Asignaciones que se otorgan al personal con motivo de la prestación de servicios fuera del lugar habitual de trabajo, conforme a las normas y reglamentos vigentes incluyendo los gastos de pasajes pagados a los agentes y/o empresas prestadoras del servicio. Comprende los servicios y conceptos indicados en las partidas parciales detalladas a continuación:

• Pasajes: Comprende los pasajes pagados a empresas de transporte por el traslado del personal de las instituciones.
• Viáticos: Asignaciones que se otorgan al personal con motivo de la prestación de servicios fuera del lugar habitual de trabajo, conforme a la legislación vigente. Excluye los importes abonados al personal en concepto de movilidad.
• Otros no especificados precedentemente (Otros N.E.P)