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El outsider más insider

Facundo Manes entró al Congreso como alguien ajeno a la política pero sin los modos de alguien que se quiere distinguir de sus colegas ¿Hay futuro para un ciudadano moderado?

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Juan Antonio Yannuzzi 27 marzo de 2022

En un mundo donde la rebelión anti política es la moda, que un outsider se encolumne entre quienes promulgan la unión y los consensos es una novedad. Facundo Manes forjó su figura pública de la mano de la ciencia y aprovechó su popularidad para liderar un proyecto político dentro de un partido tradicional.

Al político novato o “outsider” se lo describe como alguien ajeno a la actividad política que irrumpe en la escena pública de la mano de demandas ciudadanas insatisfechas por el establishment. Es probable que lo primero que se venga a la cabeza cuando pensamos en esta categoría sea en políticos extremistas como Trump, Bolsonaro o hasta Milei. Sin embargo, no hay ninguna relación causal en ser ajeno a la política y ser antipolítico. 

A pesar de este dato, los personajes outsiders de más renombre cargan con discursos populistas, antiprogresistas y por sobre todo con fuertes críticas contra la política tradicional. En esta categoría se encuentran la mayoría de los partidos euroescépticos del viejo continente y la reacción conservadora en varios países de América. Manes es un caso anómalo en  la experiencia de novatos exitosos en la política latinoamericana. No se presenta como alguien que reniega de la labor política, por el contrario, la reivindica y centra su discurso en la crítica en la polarización que impide la construcción de un proyecto compartido.

 

El comienzo

En las elecciones del año pasado fue la pieza clave de la coalición opositora bonaerense para ganarle al oficialismo, cuando la lista de diputados que encabezaba cosechó el 16% del total de votos y un 40% de los de Juntos por el Cambio. De esta manera, el científico pudo encauzar al votante radical y al moderado que demandaba una oferta novedosa dentro de una de las coaliciones mayoritarias y ahogando eventuales  terceras vías. Diversos estudios mostraron que su penetración fue mayor en los sectores populares lo que en su equipo consideran un gran activo para una eventual primaria presidencial.   

Manes fue abrazado por un radicalismo bonaerense carente de figuras  con inserción social, y encontró a alguien que puede devolverle al partido una representatividad perdida. Esta batalla no está exenta de obstáculos, tanto al interior del partido como en la coalición. El radicalismo tiene varias  figuras con ansias de competir en la primera división de la política nacional, y para muchos, un científico sin antecedentes no es la mejor alternativa. A pesar de esto, la popularidad de Manes es algo que hasta el más tradicional de los radicales no puede negar, y menos prescindir de cara a un año electoral.

Una figura clave en el posicionamiento del neurocientífico dentro del radicalismo es su hermano Gastón. Desde el intento fallido  de irrumpir en las elecciones intermedias de 2017, Manes esperaba su momento para entrar en la política nacional. Tanto a él como a su hermano se le reprochaban sus excesivas pretensiones dada su poca experiencia en un partido de históricos. Gastón aspira a presidir la Convención Nacional que se constituirá en poco tiempo mientras que Facundo no quiere más preámbulos ni etapas previas en su camino a ser candidato a Presidente de la Nación. 

La irrupción formal de Manes en la lucha política, luego de varias dudas, se produjo en las internas radicales en Buenos Aires en marzo de 2020 en las que su apoyo fue clave para que Maxi Abad resultase elegido presidente del Comité de la provincia. A partir de allí su involucramiento en la vida partidaria fue creciente y su presencia fue reclamada en todos los eventos radicales.

Precisamente Abad es hoy una figura clave en el armado político de Manes que tiene como punto de llegada la Casa Rosada.  

En el radicalismo hay consenso sobre la necesidad de hacer valer su rol fundamental en JxC y que para ello hace falta una primaria nacional competitiva por la candidatura presidencial. Manes se siente en condiciones de confrontar con éxito con el candidato que defina el PRO y se siente cómodo frente a ese desafío.  Diferente a lo que ocurrió  en las primarias de 2015 en la que Ernesto Sanz fue derrotado ampliamente por Mauricio Macri. Martín Lousteau, otra figura atractiva, se perfila para  la Jefatura de Gobierno y por lo tanto solo quedan  dos radicales con manifiestas pretensiones de competir por el sillón de Rivadavia. Aparte de Manes, Gerardo Morales busca ganar el liderazgo nacional del histórico partido. Al gobernador de Jujuy  le sobra  experiencia, pero le falta reconocimiento para enfrentarse al bonaerense en los grandes centros urbanos en los que se definen las elecciones.

Estas tensiones internas, imposibles de evadir en un partido de la magnitud del radicalismo, se dan en un contexto en el que la coalición sufre una crisis de identidad. Tras la candidatura de Manes se unieron a Juntos por el Cambio sectores de centro y progresistas que ampliaron el espectro ideológico de la alianza. De esta forma Manes quiso matizar JxC incorporando a la lista de diputados a figuras como Margarita Stolbizer con el objetivo de equilibrar la alianza y mandar el mensaje de que la apertura no puede ser solo hacia la derecha. Aunque la Coalición Cívica jugó en la otra lista de la interna bonaerense, también se presenta con un grado de moderación que los diferencian del PRO. Esta grieta se cristalizó como nunca en la retirada del recinto por parte de los diputados del PRO mientras el Presidente daba su discurso en la apertura de sesiones. La foto de Manes rodeado de bancas vacías fue un golpe de suerte para su posicionamiento como un dirigente tolerante. 

Aunque las tensiones en el oficialismo relegan a segundo plano las de JxC, los intentos por parte del sector de los halcones de la coalición para sumar a referentes liberales y conservadores generan fricciones imposibles de ignorar. Siendo Manes uno de los referentes moderados más relevantes de la coalición, sus decisiones tendrán gran peso a la hora de definir su estrategia.  

¿Llegará el momento en el que una alianza con los liberales-conservadores sea vista como   provechosa para los halcones del PRO que una con la UCR y la CC? Frente a esta duda, desde el entorno de Manes afirman que en primera instancia la incertidumbre está del lado de la coalición oficialista y su fractura también tendría consecuencias en JxC.  Al margen de esto, y de negar roces dentro de la alianza opositora, el neurocientífico no se aferra a ningún sello más que el radical, y se muestra listo para acercarse a los sectores que apuesten  al  diálogo por fuera de la grieta.

 

La respuesta al electorado

Aunque con perfiles muy diferentes, en algún punto el neurocientífico compite con la anti política por la captación del electorado decepcionado del rol del Estado. Los outsiders tienen la capacidad de convocar al ciudadano “apolítico” y en momentos de desprestigio de la actividad pública, el rol de estas figuras tiene una finalidad, más que partidaria, institucional. 

Ahora, mientras que otros novatos buscan encauzar el malestar social en propuestas políticas con discursos destructivos, hay quienes sienten la responsabilidad de convencer al desencantado y volverlo a ilusionarlo con un proyecto constructivo que valore el consenso como único medio de transformación. Manes se encuentra en esta última categoría y puede que sea una de las figuras con mayor potencial para soldar las grietas sociales e institucionales que sufre la democracia y que es característica de este tiempo.

Manes recorrerá el país en los próximos meses con actividades que mezclarán conferencias sobre su espacialidad médica y actividades partidarias. Intentará mantener un perfil que lo muestre como alguien que está en el mundo de la política, pero que al mismo tiempo tiene  rasgos distintivos.  Sostiene que es clave mostrarse como algo  nuevo, porque a su juicio, en todos los países, luego de la pandemia, vendrá un fuerte reclamo de cambio.

Y ahora todo lo posible para sostener un discurso poco confrontativo que apueste a la construcción de un proyecto colectivo común.    

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