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Johnson renunció: ¿qué sucede ahora?

El próximo Primer Ministro se encontrará con un creciente descontento en la ciudadanía británica

Boris Johnson.
Boris Johnson.
Victoria Rinaldi 12 julio de 2022

“(…) Sé que habrá mucha gente que sentirá aliviada, y quizás algunos que estarán decepcionados. Y quiero que sepan lo triste que estoy de tener que resignar el mejor trabajo del mundo (…)”.

Así habló Boris Johnson en su discurso de renuncia, tan solo un mes después de haber sobrevivido a la moción de censura, que tuvo 211 parlamentarios conservadores a su favor, pero 148 en contra, dejando así un partido visiblemente fragmentado. 

Una serie de eventos llevó a que el 7 de julio, Johnson finalmente dimitiese de su posición como líder del Partido Conservador y, por lo tanto, de su cargo como Primer Ministro. 

¿Cómo fue que Johnson, que había salido triunfante de la moción de censura y dispuesto a reorganizar su partido, terminó presentando la renuncia? ¿Y qué sucederá ahora?

50 renuncias en 48 horas

Para fines del mes de junio ya existía una creciente disconformidad con el Primer Ministro, producto de una serie de acciones e inacciones por parte de él y de su gabinete. La incapacidad de Johnson y su equipo de tomar medidas económicas para frenar la creciente inflación, sumada al aumento en el costo el costo de vida de la población, y a la caída en su imagen debido al escándalo del Partygate, generaron un descontento perceptible en la ciudadanía británica y decepción en su partido

La capacidad de Johnson de ejercer su puesto de forma responsable fue puesta en duda, junto con su honestidad, debido a su inicial negación de los eventos sociales ocurridos durante las etapas más restrictivas de la cuarentena. Pero Johnson continuaba siendo Primer Ministro.

Fue durante la primera semana de julio que un evento en particular fue el detonante de la mayor cantidad de renuncias en la historia del Reino Unido: más de 50 de las mismas, superando el récord de once funcionarios dimitiendo en el año 1932. 

El diario británico The Sun publicó acusaciones sexuales sobre Chris Pincher, nombrado como subjefe de la bancada del Partido Conservador en el Parlamento por el mismo Johnson en febrero del corriente año. No tardaron en aparecer más denuncias de esta índole sobre el mismo funcionario, pero la respuesta inicial del equipo de Johnson fue que no estaban al tanto de las mismas.

Sin embargo, pronto el mismo Johnson, en diálogo con la BBC, declaró estar al tanto de acusaciones similares sobre Pincher antes de nombrarlo en su cargo. 

El Primer Ministro reconoció su equivocación, pero no pareció darse cuenta de que había accionado de la misma forma que cuando ocurrió el Partygate, modificando su respuesta y su versión de los hechos con el paso del tiempo. 

Su falta de honestidad y, como muchos conservadores señalaron, ausencia de integridad requerida para ejercer su cargo, fue motivo suficiente para incitar con la ola de renuncias, iniciada con la de dos funcionarios de gran relevancia, Rishi Sunak, el Canciller de Hacienda, y Sajid Javid, Ministro de Salud, y continuada por otros ministros y cargos menores. 

El discurso de despedida

Johnson buscó permanecer, pero las repetidas declaraciones por distintos miembros de su partido en las que mencionaban haber perdido su confianza en él, y los pedidos de renuncia por parte del Partido Laborista, lograron que después de tres años el liderazgo del Partido Conservador volviese a estar vacante. 

El 7 de julio, durante el mediodía, Johnson dio su discurso de renuncia en Downing Street 10, frente a una multitud que lo observaba expectante. Destacó sus logros, tales como la salida de la Unión Europea, su rol en el actual conflicto entre Ucrania y Rusia, y el haber logrado navegar la pandemia de Covid-19, y lamentó no haber logrado convencer a sus colegas de que sería “excéntrico” cambiar el Gobierno cuando se encontraban haciendo tantas cosas. 

Finalmente, se despidió agradecido y señalando que, a pesar de que el presente pudiera parecer oscuro, el futuro era brillante. 

¿Qué sucederá ahora?

Johnson aún no ha abandonado su puesto, y las elecciones generales no serán celebradas en el corto plazo. Hasta que el Partido Conservador no encuentre un nuevo líder, el antiguo quedará en el cargo por el período que fue electo. 

Durante la primera semana tras su renuncia, se anunciará el calendario para este proceso, que consiste de varios pasos y cuyas reglas pueden ser modificadas antes de que inicie. 

Aquellos interesados en ser los sucesores de Johnson, primero deben conseguir el voto de ocho parlamentarios conservadores para ser considerado un candidato. Luego se iniciarían una serie de rondas, donde se eliminará de la carrera a aquellos que no alcancen 18 votos, luego 36, y así sucesivamente hasta que solo queden dos. 

Es entonces cuando se emite un voto postal, del que participa todo el Partido Conservador, y quien consiga la mayoría de dichos votos obtendrá el puesto de líder y, por lo tanto, de Primer Ministro. 

En estas instancias, nueve nombres son los que han mostrado interés por participar en la carrera. Al 9 de julio, con una aprobación del 30%, el principal candidato es el ex Canciller de Hacienda, Rishi Sunak. 

Sin embargo, a pesar de su imagen positiva, el antiguo miembro del gabinete de Johnson ha tenido problemas debido a su presencia en reuniones durante la cuarentena, y el hecho de que su esposa no posee un domicilio fiscal declarado en el Reino Unido. 

Otras figuras del gabinete que pueden ser candidatas son Penny Mordaunt, Ministra de Comercio Exterior o Nadhim Zahawi, el actual Canciller de Hacienda, que cuentan con el apoyo del ala más moderada del Partido Conservador. El Secretario de Estado de Transporte, Grant Shapps, y la actual Procuradora General por Inglaterra, Suella Braverman, también han mostrado interés. 

Por fuera del gabinete, también hay figuras del Partido Conservador interesadas, tales como el parlamentario tory Tom Tugendhat; Kemi Badenoch, quien ocupó el cargo de Ministra de Mujer e Igualdad y Sajid Javid, antiguo Ministro de Sanidad. 

Finalmente, quien también debe ser tenido en cuenta es Jeremy Hunt, antiguo Ministro de Sanidad y quien perdió las mismas elecciones contra Johnson en el año 2019. 

El panorama para el próximo Primer Ministro

Johnson abandona el gobierno con algunos aciertos, pero definitivamente más desaciertos, desequilibrio que fue determinante para la continuidad de su gestión. Su desenvolvimiento en el actual conflicto entre Ucrania y Rusia, mostrando su apoyo hacia Ucrania de distintas formas, es destacable. 

Tampoco debe dejarse de lado que fue Johnson quien logró un acuerdo con la Unión Europea para la salida del Reino Unido de la misma. Sin embargo, se va en un contexto de inflación y múltiples escándalos, que sin duda quedarán presentes en la memoria de la gente a la hora de elegir al próximo Primer Ministro. 

El próximo Primer Ministro se encontrará con un creciente descontento en la ciudadanía británica debido a los altos costos de vida, un contexto internacional de gran complejidad, una creciente percepción de que el Brexit fue un error, y un posible referéndum sobre la independencia de Escocia, para el cual Nicola Sturgeon, Ministra Principal, ya señaló una posible fecha: el 19 de octubre del 2023. 

Quien asuma el cargo deberá demostrar que se encuentra a la altura de las circunstancias. 

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