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Kamala Harris mejora las oportunidades demócratas

Las encuestas consistentemente muestran a Kamala con mayor apoyo que Biden, tanto en general como en los estados clave.

Kamala Harris
Kamala Harris .
Santiago Alles 22 julio de 2024

El punto de inflexión ocurrió un mes atrás. En un debate en el que necesitaba mostrar vigor ante los cuestionamientos por su condición física, ocurrió todo lo contrario. A la vista de todos dejó una imagen de debilidad y encendió las alarmas sobre su lucidez mental. 

La preocupación por su edad y su declive físico, que ya era predominante entre los votantes, incluso entre los demócratas, se volvió una narrativa imposible de detener. Desde entonces, cualquier lapsus fue interpretado como una nueva confirmación de esa debilidad. 

Así, un domingo por la tarde, tras semanas de intensa presión del establishment demócrata, Joe Biden anunció que no buscará su reelección. 

El primer desafío demócrata es lograr que un proceso de nominación por fuera de los cauces usuales transcurra en forma ordenada. 

La nominación de la fórmula presidencial recae ahora en la convención demócrata, cuya composición fue resuelta en unas primarias a las que nadie prestó atención y en las que Biden logró prácticamente todos los delegados. Con Biden fuera de la competencia, esos delegados son libres de elegir otras opciones, sin ninguna limitación. Esto abre la puerta a que cualquier figura demócrata se lance a la carrera, compitiendo por esos votos. La convención demócrata, por primera vez en casi seis décadas, dejará de ser una instancia de ratificación del resultado de las primarias, para ser una instancia de decisión. 

La última vez que ocurrió una convención abierta fue en 1968, también en Chicago; y fue también la última vez que un presidente se retiró de la carrera por la reelección ya iniciada la campaña. El resultado aquella vez fue una convención caótica, con confrontaciones entre militantes y la policía en las calles, y peleas entre facciones demócratas dentro de la convención. El caos reinante, de algún modo retratado por Aaron Sorkin en The Trial of the Chicago 7, dejó tal trauma que el partido luego rediseñó el proceso, con el fin de evitar que volviera a llegarse a la convención con la nominación irresuelta. 

Sin embargo, a diferencia de entonces, el incumbent eligió con decisión una sucesora—Biden dio su completo apoyo a la nominación de Kamala Harris, su VP, lo que la coloca en el primer lugar en la carrera por la candidatura demócrata. 

Tras él, importantes actores del partido siguieron sus pasos, brindándole su respaldo; entre ellos se destcan los Clinton, Gavin Newsom, Elizabeth Warren y Jim Clyburn. Sin embargo, hasta el momento muchos otros evitaron manifestar su posición; entre los silencios se cuentan Bernie Sanders, Barack Obama, Nancy Pelosi y Chuck Schumer. 

A priori, Kamala contaría con el apoyo necesario para lograr la nominación. De todos modos, aún queda por ver si otros candidatos deciden lanzarse a la competencia. Varios gobernadores se habían posicionado como potenciales contendientes a la presidencia, y en este grupo se destacan Gretchen Whitmer (Michigan), J.B. Pritzker (Illinois), Jared Polis (Colorado) y Josh Shapiro (Pennsylvania). Aquí también se contaba Gavin Newsom (California), pero su apoyo a Kamala lo retira de entre los posibles competidores. 

El segundo desafío demócrata es ser competitivos en un contexto muy malo, cualquiera sea el candidato: un gobierno con bajísimos niveles de aprobación y una valoración de la situación económica predominantemente negativa. 

A la coyuntura se suma la desventaja estructural que impone la elección vía colegio electoral. Si las encuestas colocaban a Biden unos 3/4 puntos detrás de Trump y los demócratas necesitan ganar por unos 4/5 puntos para compensar el colegio electoral, quien obtenga la nominación para ser competitivo necesita un swing de unos 8/10 puntos respecto a la situación actual. Y además debe lograrlo con muy poco tiempo para montar una campaña presidencial. Este escenario va a disuadir a muchos de ellos; mejor esperar a 2028.

¿Qué chances tiene Kamala contra Trump? 

 Asumamos que Kamala obtiene la nominación, y asumamos que lo logra con pocas resistencias internas, ¿qué chances tiene contra Trump? 

Las encuestas consistentemente muestran a Kamala con mayor apoyo que Biden, tanto en general como en los estados clave, por lo cual el reemplazo mejora las oportunidades demócratas. Considerando además que el lanzamiento típicamente va acompañado de un pequeño bump en las encuestas, es esperable que en estos días aparezcan números favorables. 

Además, los medios necesitan del hype de una carrera competitiva, por lo cual reforzarán esta narrativa. No obstante, la imagen de Kamala arrastra la baja aprobación del gobierno. Y a ello se suma que la administración demócrata se ocupó de que nunca se destacara, lo que dificultó la construcción de una imagen propia. 

En un punto era un juego entendible: nadie quiere un VP sobresaliente, muy en especial cuando el presidente tiene una imagen débil. Visto desde hoy, quizás Biden lamente haber limado tanto a quien resultó su heredera. 

El tercer desafío demócrata es construir un mensaje capaz de articular una coalición amplia. Desde un punto de vista programático, aún no está claro qué representa Kamala. Su pasado como fiscal general en California le permite presentar una imagen dura en materia de criminalidad. Este ha sido usualmente un punto débil para los demócratas, por lo cual será un activo en su eventual campaña. 

Sin embargo, Kamala ha tenido muchas dificultades para articular su propia visión política, una que le permita movilizar votantes detrás de un proyecto. Incluso en las primarias pasadas tuvo dificultades para describir sus propias políticas. Esto quizás sea resultado de su pasado electoral. Hasta hoy, Kamala nunca debió competir por votantes independientes. En un estado sólidamente dominado por los demócratas, incluso ganó su escaño en el Senado sin siquiera competir contra un candidato republicano. 

Kamala parte como clara favorita para obtener la nominación, por delante de contendientes con victorias electorales más relevantes en su CV y con una mayor experiencia política. 

Después llegará la hora de enfrentar a Trump.

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