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Córdoba en el 23: liderazgos que ¿triunfan?

Córdoba inauguró la contienda electoral en Argentina y es momento de pensar en los próximos pasos rumbo a las elecciones del 2023.

Los liderazgos no siempre garantizan victorias electorales, pero sí allanan el camino hacia las candidaturas.
Los liderazgos no siempre garantizan victorias electorales, pero sí allanan el camino hacia las candidaturas.
Juan Manuel Beron 21 septiembre de 2022

Córdoba inauguró la contienda electoral en Argentina y es momento de pensar en los próximos pasos rumbo a las elecciones del 2023. Para ello resulta clave profundizar en la construcción de los liderazgos que (se conocen) disputarán el escenario electoral.

Es claro que los liderazgos no siempre garantizan victorias electorales, pero sí allanan el camino hacia las candidaturas entre quienes se destacan y quiénes no. Esta cuestión de los líderes partidarios es compleja y no existe una sola fórmula para posicionarse dentro un espacio político, pero sí, hay pasos que uno no puede hacer alusión a la hora de intentar constituirse como uno. Repasemos algunos de los posicionamientos cordobeses de cara al 2023. 

Hacemos por Córdoba, estructura, posición y narrativa

El partido liderado por Juan Schiaretti todavía sigue sin dar noticias certeras sobre una posible candidatura o alianza de su caudillo mayor de cara a las elecciones presidenciales, y más aún tras la derrota en Marcos Juárez. 

Lo cierto es que HpC parece haber consumado una especie de leviatán que tomará las aspiraciones para representar al espacio en el 2023. Ese candidato elegido hasta el momento para ser el próximo gobernador de la provincia es Martín Llaryora, actual intendente de la Ciudad de Córdoba. Lo que nos deja un claro camino de decisión colectiva y posicionamiento para empujar al mismo candidato, algo que otros espacios carecen hasta el momento. 

A nivel local en la ciudad se perfilan varios candidatos que son propensos a ser elegidos por su espacio, pero aquí no se confirmó la existencia de una figura mitológica que absorba las disposiciones de sus seguidores. Miguel Siciliano, actual Secretario de Gobierno de la municipalidad, lleva a cabo un trabajo arduo y sigiloso construyendo la narrativa de Córdoba como una ciudad creciente en lo turístico, pujante en lo productivo y abarcativa en lo social. 

Si hay algo que podemos destacar es que el peronismo provincial tiene estructura propia, y no necesita alejarse de la verticalidad de sus decisiones, por lo menos en la capital. Es por eso que Daniel Passerini, actual vice intendente, es un nombre que resuena en las listas y que asumen que traerá garantía de pervivencia y paz como intendente en la ciudad. 

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Juntos por el Cambio, dos deudas por saldar

El mayor contrincante de Schiaretti hecho coalición, tras los contundentes resultados de Marcos Juárez, afirma tener la fuerza necesaria gracias al contexto nacional para llegar al Gobierno provincial. En la ciudad esos ánimos son más prudentes. 

Maquiavelo en un fragmento de su obra “El Príncipe” hace referencia a las cualidades que tiene que tener un príncipe en su vida política, y afirma que este personaje tendrá que “ser zorro para evitar las trampas y león para evitar los lobos”. No alcanza con solamente ser fuerte como un león o astuto como un zorro. Para ello se deberá contar con ambas habilidades con tal de gestionar una estrategia exitosa. Mientras tanto, la oposición de Córdoba sueña con saldar una de las grandes deudas que le debe a su coalición a nivel nacional, la de ganar en las nacionales y perder en las provinciales. Por ahora, el mito de que el cordobés es anti-kirchnerista, pero no deja de ser peronista, es una realidad.

En este contexto, Juntos por el Cambio tiene una lógica diferente al peronismo provincial, y es que su horizontalidad en las decisiones está por de más que marcada y en algún punto es la desventaja que encuentra a la hora de pensar en candidaturas. Para algunos es un trámite, para otros es un dolor de cabeza enfrentarse a las PASO y a los escenarios inéditos como el que se vivió en las elecciones de 2021 entre las dos listas más fuertes presentadas por la coalición. 

Sin embargo, los nombres que resuenan en las candidaturas a gobernador son Luis Juez por el Frente Cívico, Gustavo Santos y el predilecto Pedro Dellarossa que parece tener el apoyo político de Buenos Aires por el PRO luego del triunfo en su localidad.

Ahora bien, cabe preguntarse ¿un líder lo es por lo que es, por lo que dice o por el contexto en el que se desenvuelve? Lo cierto es que los estudios sobre liderazgos en política han transicionado por diversos estadíos, desde los liderazgos situacionales hasta los conductuales. Pero podemos concluir en que algunos rasgos generales como la integridad, el carisma, la competencia y la fiabilidad son atributos que no pueden faltar. En este sentido, cabe incorporar al análisis, que los sistemas de partidos son más propensos a disminuir las posibilidades de ejercer un liderazgo efectivo ya que están obligados a tejer acuerdos para gobernar y, más aún, en sistemas de partidos fragmentados y en un contexto de desnacionalización como el que vivimos en Argentina. 

En la ciudad de Córdoba las aspiraciones a la intendencia han sido mucho más claras en el ámbito público. Por la UCR, Rodrigo de Loredo presenta una metamorfosis del radicalismo cordobés y las redes sociales han sido su gran fuerte en la última campaña del 2021. Las maneras de llegar al votante cada vez se complejizan más y de Loredo ha sido una astro en el desarrollo de la microsegmentación de los públicos en cuanto a pauta digital. 

Por otro lado, Juan Negri, actual concejal de la ciudad, se posiciona como futuro candidato a intendente buscando identificar, a través de valores y creencias con el votante duro, una postura de confrontación con la actual gestión, denunciando maniobras de la administración.

Por el PRO, Soher El Sukaria busca ser la primera mujer intendenta de Córdoba capital a través de la construcción de una de las patas que al partido de Mauricio Macri siempre le costó y que el radicalismo estuvo para acompañar, y esa es la capacidad de movilización y llegada territorial. 

En esta última trieja (y los que vendrán), se sorteará la segunda deuda a saldar. Según el grado de consenso que se consiga dentro de la coalición, se buscará no repetir el grave error de 2019 de ir en listas separadas, algo que les costó caro con la victoria del peronismo tras varios años de gestión de Cambiemos en la ciudad.

Los perfiles son diversos y las maneras de llegar también. No existe un recetario para ocupar los cargos que se consuman en las aspiraciones, pero sí es importante que los candidatos puedan entender que, para perdurar (según Maquiavelo), un príncipe y especialmente uno nuevo, debe entender que no resulta posible reflexionar sobre todas las cosas gracias a las cuales los hombres son considerados buenos, porque a veces, para conservar el orden o el poder, es necesario obrar contra su fe, contra las virtudes de humanidad, caridad y (a veces) su religión.

 

 

 

 

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