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Presupuesto

El show debe continuar

El presidente Javier Milei fue al Congreso a defender su proyecto de presupuesto para 2025 en un evento inédito.

El Presidente Javier Milei presentó el Presupuesto 2025 en el Congreso de la Nación.
El Presidente Javier Milei presentó el Presupuesto 2025 en el Congreso de la Nación. e
16 septiembre de 2024

La presentación de la "ley de leyes", que fija las prioridades de la administración central gracias a sus herramientas financieras, fue presentada en un evento inédito. Javier Milei, sin hacer una mención detallada de las expectativas económicas para el 2025, fue al Congreso a anunciar los lineamientos y novedades de su iniciativa.

Aunque la Ley de administración financiera requiere que la presentación del proyecto de presupuesto la haga el ministro de Economía y la defienda en comisión, el presidente decidió enfrentar a los diputados en la Cámara en cadena nacional para defender el déficit cero. 

A su vez, remarcó que su intención es vetar todas las iniciativas que afecten el equilibrio fiscal, confiado, luego de haber logrado obtener el tercio que necesita para defenderlos en el Congreso.

"Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal"

El discurso, de poco más de 40 minutos, estuvo cargado de lineamientos ideológicos económicos . Esta vez el presidente no reservó sus peores adjetivos contra el Estado. Tuvo un carácter más institucional del usual, y dedicó los insultos exclusivamente a los políticos opositores.

Después de la cadena nacional se dieron a conocer los números más esperados que acompañan la presentación del presupuesto. El oficialismo estima que el 2025 terminará con una inflación del 18%, un crecimiento del producto de 5% y un dólar a $1207.

Crónicamente, las estimaciones macroeconómicas del presupuesto nacional son excesivamente optimistas. Al buscar dar señales positivas al mercado, han destruido su credibilidad. En esta oportunidad, el primer presupuesto de Javier Milei no parece ser la excepción.

Sin embargo, ya el presidente comenzó a deslindarse de algunas responsabilidades, tal vez adelantándose a un incumplimiento de estas expectativas. Afirmó que el Estado Nacional ya ha hecho todo el ajuste posible y necesario, entonces ahora es turno de las provincias, que según él deberán ajustarse en 60 mil millones de dólares.

El año en el que se implementaría la primera ley de leyes del Gobierno de La Libertad Avanza tendrá también unos comicios nacionales donde tiene todo para ganar en términos legislativos. Dado que prácticamente no renueva bancas, y aunque en tendencia negativa, mantiene un apoyo popular  que lo ubica como primera minoría entre los votantes. 

Siendo que este apoyo se da mayoritariamente en el interior, el juego político será clave para negociar el apoyo de legisladores con lealtad hacía sus mandatarios provinciales. A pesar de la recesión, no hay indicios de crecimiento de ninguna fuerza política opositora que complique al oficialismo en esta estrategia.

Entre la espada y la pared, sera muy interesante prestar atención a la evolución del presupuesto de un Gobierno que lo necesita obligatoriamente, y una oposición fragmentada que no puede encerrarse en una negativa absoluta. El hecho de que el Estado Nacional esté funcionando con un presupuesto prorrogado no le deja otra alternativa legal a la de aprobar la norma para el próximo ejercicio.

Tanto los gobernadores aliados como los dirigentes dialoguistas tienen intereses y demandas claras, pero que van en contra abiertamente de los preceptos del presidente. El financiamiento educativo y previsional serán foco de discusión, como así las transferencias a las provincias.

El presidente ha remarcado que es hora del ajuste subnacional. La idea de gobernadores deficitarios con un Estado central que se ajusta es tan falsa como eficaz para la estrategia política y comunicacional del oficialismo.

El costo del ajuste lo han pagado en mayor medida los dirigentes provinciales, que se enfrentan al dilema entre necesitar el favor del presidente para asegurarse la continuidad en sus distritos y el deber de reclamar los fondos que les corresponden.

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