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Panorama

La política exterior en la campaña electoral

La campaña entra en su fase decisiva y los temas internacionales ocupan un lugar secundario, pero eso no disminuye su importancia: qué proponen los principales candidatos la Casa Rosada.

Se abre una nueva fase de la política exterior argentina.
Se abre una nueva fase de la política exterior argentina.
Tomás Múgica 09 octubre de 2023

Entre las últimas postales de un Presidente débil, se cuentan varias relacionadas con la política exterior. Sin participación en la campaña electoral a nivel doméstico, Alberto Fernández se pasea por el mundo. Luego de las elecciones primarias, participó de la Cumbre del G-20 en India y de la Cumbre del G-77 + China en Cuba. 

A continuación, voló a Nueva York para pronunciar, el 19 de septiembre, su último discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. El 17 y 18 de octubre estará enChina, en ocasión del Tercer Foro de la Franja y la Ruta de la Seda para la Cooperación Internacional.

Mientras tanto, la campaña entra en su fase decisiva, los temas internacionales ocupan un lugar secundario. Ello no disminuye su importancia: en América Latina en general y en Argentina en particular, la orientación ideológica del Gobierno es un importante predictor del contenido de su política exterior (*).

Pero también los posicionamientos en materia de política internacional son utilizados por los actores políticos para expresar y reforzar sus identidades. Las posturas adoptadas frente a los principales temas de la agenda externa poseen un contenido aspiracional: sirven para decirles a los votantes a qué países nos queremos parecer (y a cuáles no). Esto es especialmente cierto en entre los opositores: así, tanto para Javier Milei como para Patricia Bullrich, el kirchnerismo ha puesto a la Argentina en la senda del populismo y el autoritarismo, lo cual lógicamente conduce a forjar alianzas con regímenes como los de Venezuela, Nicaragua y Rusia (además de un acercamiento acrítico hacia China, que pasa por alto el record del Partido Comunista en materia de democracia y derechos humanos).

Mundo
 

En el actual debate público sobre la política exterior tresdimensiones son los más importantes: el vínculo con Occidente, especialmente con Estados Unidos; la relación con el Sur Global; y la inserción económica internacional. ¿Cómo se posicionan los candidatos en cada una de ellas?

Respecto a Occidente, Milei es muy claro: en diversas ocasiones ha señalado que Estados Unidos e Israel son sus aliados preferidos. En el mismo sentido, Diana Mondino -referente del equipo La Libertad Avanza (LLA) en el área internacional- suele resaltar la importancia de acercarse a los "países ricos", es decir las democracias industrializadas de Occidente. Para LLA, más allá de cualquier interés material, esos países representan un ejemplo a emular, el modelo de éxito al cual una Argentina liberal debería aspirar.

Patricia Bullrich también defiende la cercanía con los países ricos de Occidente, fundamentalmente Estados Unidos. Bullrich destaca la identidad occidental de Argentina, que debe manifestarse en un firme compromiso con la democracia, los derechos humanos y un mundo basado en reglas (ejemplo de esta mirada es la condena de la candidata de JxC a la invasión rusa a Ucrania). 

Pero va más allá: en un documento publicado luego de las PASO, el equipo de política exterior de Juntos por el Cambio(JxC) propone adherir a la iniciativa "AmericasPartnership for Economic Prosperity", a fin de promover inversiones en áreas como infraestructura y energía. En la misma línea, se plantea acelerar el proceso de ingreso de Argentina a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que en su momento había comenzado Mauricio Macri; el acceso a esa organización contribuiría a generar credibilidad en relación a los principales actores políticos y económicos occidentales.  

Latinamerica
 

Massa, en tanto, es el más pro-americano entre los líderes de Unión por la Patria. Mantiene vínculos fluidos con el actual gobierno estadounidense ("Es el peronista más confiable para el gobierno de Biden", según Benjamín Gedan, del Woodrow Wilson Center) y con otros dirigentes políticos y empresarios de ese país. Entiende, además, que una relación amigable con Estados Unidos es clave para hacer frente a la vulnerabilidad financieraexterna de la Argentina y representa importantes oportunidades en materia de comercio e inversión. 

Finalmente, al igual que Milei y Bullrich, y como la mayoría del arco político argentino, suele destacar las coincidencias entre ambos países en materia de valores; aún más, se diferencia del kirchnerismo al afirmar, por ejemplo, que "Venezuela es una dictadura", como planteó en una entrevista en julio último.

Respecto al Sur Global, la posición de Milei está marcada por el rechazo ideológico. China (que se presenta como vocero del Sur Global, pero es al mismo tiempo, un "nuevo norte", como suele apuntar Juan Gabriel Tokatlián) encarna el dirigismo económico que el líder libertario condena. De manera repetida, Milei ha señalado que no hará negocios "con comunistas", una definición amplia y confusa, que comprende desde Corea del Norte y Cuba a países como el Brasil de Lula. Esta mirada lo lleva a rechazar la participación en foros como el BRICS.

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Para JxC, los países emergentes conforman un espacio de oportunidades económicas, pero no de alianzas políticas.La demanda de reforma en la gobernanza global, reivindicada por gran parte del Sur Global, no forma parte de la agenda cambiemita. Ejemplo de ello es la oposición manifestada por Bullrich y sus principales voceros, como Federico Pinedo, a la integración de Argentina al BRICS, dado que ese foro incluye países como Rusia e Irán, contrarios a los valores de paz y democracia que Argentina debería defender. Llaman, en cambio, a aprovechar las posibilidades comerciales y de inversión que esos países ofrecen: desde la Iniciativa de la Franja y la Ruta al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD, el Banco de los BRICS).

Para Sergio Massa -al igual que para el Gobierno que integra- la participación en diversos foros del Sur Global, como el BRICS; ofrece oportunidades económicas al tiempo que permite la afirmación de un posicionamiento reformista (aunque no anti-norteamericano ni anti-occidental) respecto al actual orden internacional. En igual sentido se lee la participación en organismos regionales, desde el Mercosur a la CELAC. 

En esa línea, en una carta publicada algunos días atrás, un grupo de diplomáticos de carrera que apoya la candidatura de Massa, destaca que el Ministro de Economía muestra "voluntad de consolidar el Mercosur y la institucionalidad regional, entendiendo a América Latina y el Caribe como nuestro primer espacio de pertenencia".

En cuanto a la inserción económica internacional (**), Milei es partidario de la liberalización unilateral, aunque con reformas domésticas previas, que otorguen mayor competitividad a la economía argentina: "Nuestra reforma del Estado será para bajar el gasto público y los impuestos, ser competitivos fiscalmente y modernizar el mercado laboral. Con esas reformas se puede abrir un libre comercio irrestricto para evitar cometer el error de la dictadura [militar 1976-1983] de hacer las dos cosas a la vez." (El País, 23/07/2023).

Bullrich también plantea una política agresiva en materia de liberalización comercial, aunque con mayor énfasis en la reciprocidad. En ese sentido, el Mercosur es visualizado fundamentalmente como una plataforma exportadora; el equipo de JxC considera fundamental acelerar la conclusión de los tratados comerciales que están siendo negociados con la Unión Europea, el EFTA y Canadá. A nivel bilateral, propone avanzar en las negociaciones con países de Asia, Medio Oriente y África, así como Japón, la India y los socios de la ASEAN.

¿Cuál sería la política económica internacional de un eventual gobierno de Massa? En función de su gestión al frente de Economía y de las preferencias de algunos de los principales miembros de su coalición, podemos esperar la adopción de prácticas de comercio administrado, al menos inicialmente, al tiempo que busca avanzar gradualmente en las negociaciones comerciales en curso, principalmente en el marco del Mercosur.

Finalmente, una nota sobre el estilo de política exterior. En un continuum ideológico-pragmático, Milei representa el extremo más ideológico, pasando por Bullrich, que constituye la posición intermedia, hasta llegar a Massa, quien aparece como el candidato más pragmático (según Gustavo Martínez Pandiani, su referente en política exterior, "Massa como candidato a Presidente se propone una visión pragmática de las relaciones internacionales, donde los socios comerciales no se elijan por comodidades personales, ideología, organización social o religión").

El frente externo será decisivo para el próximo gobierno, tanto por las restricciones que impone como por las oportunidades que ofrece. Aunque, comprensiblemente, la inflación, la inseguridad y otras urgencias ocupan el centro de la escena, la política exterior merece un lugar destacado. Un debate público informado, una elite política y económica con conocimiento de la realidad internacional son insumos necesarios para navegar un mundo complejo.

 

(*) Federico Merke, Diego Reynoso, and Luis L. Schenoni. 2020. "Foreign Policy Change in Latin America: Exploring a Middle-Range Concept", Latin American Research Review, pp. 1-33. 

(**) Me baso en este punto en Merke, Federico, and Diego Reynoso. 2017. "Dimensiones de política exterior en América Latina según juicio de expertos." Estudios Internacionales 185: 107-131

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