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Peronismo

Planeando la resurrección

En una semana se sabrá si el peronismo está ante una derrota que marcará el inicio de una etapa de liderazgos nacionales cuestionados desde el interior.

Desde Córdoba esperan que el resurgimiento del PJ venga desde el centro.
Desde Córdoba esperan que el resurgimiento del PJ venga desde el centro. .
Juan Antonio Yannuzzi 07 agosto de 2023

Aunque ningún cargo se defina el domingo que viene, la elección será determinante para el futuro de personalidades de la primera línea de la política nacional. ¿Qué rol tendrá Bullrich o Larreta si pierden la interna? Y en el peronismo ¿Qué hará Massa? ¿Cristina designará a su hijo o a Kicillof como sucesor del legado kirchnerista? Y en particular ¿Podrá algún peronista del interior disputar el liderazgo del movimiento nacional y redefinir su perfil político?

El 14 se sabrá quienes competirán por la Rosada en octubre, con posibilidades de que quede prácticamente decidido quién gobernará los próximos 4 años. Larreta está mejor parado para competir contra Massa en las generales, pero especialmente en un posible balotaje. 

De ganar Bullrich, dependiendo del desempeño de Massa, tendría más posibilidades de ganar en primera vuelta siendo un voto útil atractivo para muchos afines a Milei. La derrota del Jefe de Gobierno en la interna potenciaría, aunque levemente, la fórmula moderada de Schiaretti-Randazzo, lo que los posicionaría dentro del debate sucesorio por el liderazgo del peronismo. Esta no sería una transferencia de apoyo meramente social, sino que en las listas hay dirigentes que, sabiendo que no tendrán lugar en un eventual gobierno de Bullrich, apostarán por la renovación del peronismo en una vertiente no kirchnerista.

Uno de los resultados que ya está puesto a nivel nacional es la retirada del kirchnerismo de su histórica posición predominante. De la misma manera que Massa no es Alberto, Rossi no es Cristina. La estrategia que llevó al peronismo a optar por una fórmula menos asociada a los mandatos de Cristina y Alberto se basa sobre la comprensión de la necesidad de un giro al centro del peronismo.

Sin embargo, en caso que se confirmen las predicciones y el oficialismo pierda el ejecutivo nacional, serán los representantes kirchneristas los que ganarán mayor peso dentro del Congreso en el bloque de Unión por la Patria. De retener Buenos Aires, la Provincia se convertirá prácticamente en el único bastión, fortaleciendo la identidad bonaerense que adquirió el espacio. A esta lectura le falta una consideración para pensar el futuro del peronismo, y es la lectura de; por una lado, la (in)utilidad de una PASO y, por el otro, lo marginal de las posiciones de izquierda entre los votantes peronistas.

En este proceso de debate interno que se le viene al movimiento en caso de una derrota en octubre o noviembre, se le agrega el desafío por el liderazgo que ya está representando el gobernador electo de Córdoba. Martin Llaryora se ha ganado el mote puesto por los lilitos provinciales de "él Néstor mediterraneo". El futuro mandatario de la segunda provincia más poblada del país no tuvo reparos en jubilar a su antecesor en pleno cierre de campaña, y aunque apoya activamente al gringo en su proyecto nacional, tiene en claro que es un adelanto de lo que intentará por su cuenta en un futuro próximo. Es por esto que tiene mucho cuidado en sus críticas a los dirigentes nacionales de cualquier espacio político, para quienes tiene un elogió siempre listo.

A pesar de la cordialidad de Llaryora con las figuras de primera línea de la política nacional, ahora sus colegas, no se ahorra la vehemencia en criticar al modelo kirchnerista y al centralismo porteño por igual. Este es el perfil del dirigente cordobés que va a buscar dar pelea en un momento tormentoso para el peronismo, que le podría servir al partido para posicionarse en el interior del país con un discurso que comprenda las demandas de los dirigentes provinciales y pueda concentrar al votante justicialista.

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