El presidente argentino dio la nota en el acto del ultra conservadurismo europeo, desentonando del discurso hegemónico, pero destacándose entre los seguidores de la nueva derecha.
"El socialismo conduce a la pobreza o a la muerte, el que diga otra cosa es un ignorante o un mentiroso"
Javier Milei, en un país gobernado por el Partido Socialista Obrero Español, volvió a usar los insultos que lo llevaron a la fama. Es paradójico que los araques contra las políticas distributivas se dieron en uno de los países del mundo occidental con mejores resultados económicos en los últimos años.
Milei, tal como lo hizo en su carta unos días atrás, arremetió contra la esposa de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno de España. Esto despertó el rechazo de los máximos referentes de la coalición oficialista, como también un mensaje del alto representante de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.
El discurso confrontativo de Milei y la decisión de polarizar con Sánchez se da en una clara estrategia por internacionalizar la discusión doméstica, mientras vuelve a poner a la Argentina en el mapa de las noticias mundiales. En el plano europeo, para el PSOE la visita del libertario es una gran herramienta para avivar la polarización, dividir al voto opositor y hegemonizar los apoyos a la coalición de gobierno.
"No podemos dejarnos correr un milímetro por los zurdos"
Si atamos los cabos de la línea argumental de MIlei, por "zurdo" se entiende cualquier persona que piense que el Estado tiene algo que decir y hacer sobre la educación de los niños y adolescentes. Así, el presidente fanatiza a su nicho de la nueva derecha mundial, pero erosiona sus posibilidades de victorias políticas en el corto plazo ¿Algo deseado?
Si se lo ve en contexto, Milei salió con su discurso más polémico (en el escenario más polémico) en medio del debate y posible aprobación de su principal proyecto legislativo. Frente a la falta de resultados económicos en el corto plazo, la victoria parlamentaria podría no ayudar a la estrategia de confrontación y al discurso de la "casta adicta a sus privilegios".
Con esta premisa, la postergación indefinida del Pacto de Mayo puede ser necesaria de cara al inminente inicio de la estrategia electoral. Certificado que más allá de un descenso de la inflación, el resto de indicadores económicos seguirán en rojo por más de lo esperado, el tono de la discusión debe seguir en la línea pre-partidaria de Milei, para que todavía haya quien crea que la culpa, de todo, sigue siendo de la casta.
"Me importa un rábano lo que opinen los zurdos"
Siendo que zurdo sería todo aquel que prefiera que exista un Estado que tenga políticas educativas y redistributivas, va a ser difícil pensar en un pacto de junio, julio o cuando sea, con un presidente decidido a gobernar en confrontación permanente.