El ex presidente Mauricio Macri asumió la titularidad del PRO y destacó que la fuerza que fundó tiene actualmente "más gobernadores e intendentes" que cuando inició su andadura hace más de una década.
"En esta etapa tenemos más que cuando empezamos: gobernadores, intendentes, y muchos dirigentes con experiencia en todo el país", afirmó Macri, quien tomó posesión del cargo en una ceremonia virtual por Zoom.
"Desde este nuevo rol, el PRO va a seguir defendiendo el cambio, la libertad y la república, como siempre lo hemos hecho", afirmó tras la victoria electoral de Javier Milei y el tercer puesto al que quedó relegado Juntos por el Cambio, la coalición que lidera el PRO.
Y agregó: "Hace 20 años conformé este espacio político con la convicción de que los argentinos merecían una alternativa distinta a las décadas de bipartidismo. En estos 20 años vivimos muchas cosas, con aciertos y con errores, pero siempre manteniendo firme la convicción de que somos el cambio o no somos nada".
El PRO emitió un comunicado en el que destacó que la asunción de Macri nuevamente al frente del partido, sucediendo a Patricia Bullrich, es un hecho que "marca un hito significativo en la historia de nuestra organización política, reafirmando nuestro compromiso con los valores que nos fundaron y guiaron durante las últimas dos décadas".
Pese a la arenga de Macri sobre la relevancia que mantiene el partido, lo cierto es que el PRO está en medio de una crisis tras su fracaso electoral y el ascenso vertiginoso de la figura de Milei, a quien la fuerza viene respaldando discursivamente y en el Congreso.
En el medio también hay una discusión interna sobre qué grado de cercanía hay que guardar hacia el gobierno libertario, mientras cada vez se observa una mayor distancia con el sector que lidera Horacio Rodríguez Larreta, más proclive a hacer oposición a Milei.
La asunción de Macri sirvió también para quitarle la lapicera a Patricia Bullrich, en momentos en que la relación entre ambos no está en su mujer momento, con la ministra de Seguridad alineada completamente con el líder libertario mientras que el ex presidente pretende mantener un apoyo aunque guardando algo de distancia.